Un error que aceler¨® la investigaci¨®n

La detenci¨®n de Antonio O. M., el presunto pederasta de Ciudad Lineal, es el resultado de una investigaci¨®n que ha afrontado ¡°dificultades sin precedentes¡±, seg¨²n ha destacado el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz. Las pesquisas, en las que ha llegado a colaborar el FBI estadounidense, han sido muy complicadas por una larga lista de razones, entre ellas la ¡°nula relaci¨®n previa¡± del supuesto autor con las v¨ªctimas; la amplia zona de actuaci¨®n del sospechoso, as¨ª como el hecho de que us¨® varios coches, recurri¨® a narc¨®ticos para controlar a las menores y borr¨® los ¡°vestigios forenses¡± lavando a las ni?as tras abusar de ellas.

El pederasta ten¨ªa, adem¨¢s, un ¡°gran conocimiento del entorno¡± en el que se mov¨ªa, por lo que procuraba evitar posibles c¨¢maras en las zonas en las que actuaba.

Pero el pasado agosto, cuando se produjo el ¨²ltimo rapto conocido hasta esta ma?ana, Antonio O. M. se arriesg¨® en exceso, seg¨²n confirmaron a EL PA?S varios testigos. Un error que le ha podido costar la detenci¨®n y, en cualquier caso, aceler¨® la investigaci¨®n. El criminal aparc¨® en segunda fila y se baj¨® del coche en la carretera de Canillas para entrar en una tienda de todo a cien y comprar algo. Dentro del veh¨ªculo se qued¨® la peque?a a la que acababa de secuestrar, que ni se movi¨® ni pidi¨® ayuda. Despu¨¦s continu¨® su camino hasta que la liber¨® una hora despu¨¦s en el distrito de San Blas.

Ni siquiera lleg¨® a hablar con la dependienta de aquel comercio. Le dej¨® el dinero encima del mostrador (unos siete euros) y se march¨® por el mismo camino, en sentido contrario. Pag¨® como a escondidas sin que la dependienta pudiese verle la cara ni fuera capaz de una descripci¨®n fiable del mismo. Pero justo enfrente de donde estacion¨® su utilitario, hab¨ªa una sucursal bancaria con el consiguiente riesgo de ser grabado. Otro de los negocios cercanos a la tienda de alimentaci¨®n era tambi¨¦n un banco.

La polic¨ªa logr¨® entonces una primera mala imagen del veh¨ªculo que conduc¨ªa el sospechoso en ese momento. Esa pista condujo a un negocio de compraventa de coches y la polic¨ªa mont¨® una operaci¨®n de vigilancia que permiti¨® captar finalmente una imagen del supuesto pederasta. Las v¨ªctimas le reconocieron. A partir de ese momento, se estrech¨® el cerco al pederasta y se siguieron sus movimientos hasta la detenci¨®n esta ma?ana en Santander.

La polic¨ªa ha dedicado todos estos meses un gran despliegue de medios. Se trataba de un delincuente sin precedentes en Espa?a, y era la "¨²nica prioridad" para los agentes del cuerpo en Madrid. Miembros de las cinco secciones en que se divide la Brigada de Polic¨ªa Judicial fueron destinados a trabajar por las tardes en la llamada Operaci¨®n Candy (golosina, en ingl¨¦s).

Durante la investigaci¨®n, los agentes recuperaron todas las im¨¢genes de las c¨¢maras de videovigilancia de las zonas en las que actu¨®, incluidas las de los transportes p¨²blicos, y las visionaron una a una para tratar de obtener una imagen del delincuente. La polic¨ªa combin¨® esa labor con el an¨¢lisis de 78.000 veh¨ªculos de peque?as dimensiones, gracias a los detalles aportados por la primera ni?a secuestrada, de nueve a?os, y a los testigos.