Naturalezas muertas contempor¨¢neas
El creador utiliza viejos dispositivos electr¨®nicos en sus piezas cargadas de identidad y memoria
A Daniel Canogar (Madrid, 1964) siempre le han interesado las nuevas tecnolog¨ªas. Aunque dice que primero fue por necesidad, ¨¦l mismo aprendi¨® a desarrollar cada detalle de las complicadas instalaciones y piezas escult¨®ricas con las que viene sorprendiendo al p¨²blico desde hace dos d¨¦cadas. En su ¨²ltima exposici¨®n (Small data, en la galer¨ªa Max Estrella), espora la corta vida que damos a todos esos dispositivos electr¨®nicos que presiden la vida cotidiana de la mayor parte de las personas: tel¨¦fonos m¨®viles, mandos de televisi¨®n, videojuegos, ordenadores. ¡°Parece que llevaran toda una vida con nosotros, cuando casi nadie les da dos a?os de vida y su existencia no va m¨¢s all¨¢ de una d¨¦cada¡±.
Aficionado a buscar en los basureros electr¨®nicos piezas para sus montajes, Canogar decidi¨® dar una nueva vida a estos dispositivos. ¡°He hecho un trabajo de sesudo arque¨®logo fisgando entre los desechos y el reciclaje¡±.
Escogidos los restos seg¨²n la curiosidad que le despertaran (recuerdos infantiles, mera sorpresa), cuenta que pas¨® despu¨¦s a clasificarlos y a decidir qu¨¦ tipo de nueva vida pod¨ªa insuflar a todos esos cacharros. ¡°Me parece cruel¡±, explica Canogar, ¡°que esos tel¨¦fonos que duermen sobre nuestra almohada o esos ordenadores de los que no nos desconectamos nunca terminen tirados a la basura sin ning¨²n remordimiento por nuestra parte. He hecho de forense con cada uno de los objetos. Lo cierto es que es fascinante¡±.
El resultado de este trabajo arqueol¨®gico son 12 bell¨ªsimas piezas en las que explora la vida y muerte de la tecnolog¨ªa de consumo. El t¨ªtulo de la exposici¨®n, Small data es un juego de palabras con el t¨¦rmino big data, que hace referencia a las grandes cantidades de datos que manejan las corporaciones y los gobiernos sobre los h¨¢bitos y la vida privada de las personas. Canogar proyecta as¨ª una mirada ¨ªntima hacia el aspecto m¨¢s fr¨¢gil de la tecnolog¨ªa que domina la sociedad.
Mientras contempla la luz cenital que ilumina cada pieza, Canogar las define como varitas contempor¨¢neas. ¡°Son naturalezas muertas, vanitas contempor¨¢neas a las que he resucitado los circuitos.¡±
Hace a?os que Daniel Canogar es solicitado para intervenciones p¨²blicas con su obra fuera de Espa?a. La ¨²ltima se puede ver cada viernes de septiembre en Times Square a las doce de la noche. Durante tres minutos, todas las pantallas que ocupan la plaza proyectan Midnight moment, un v¨ªdeo en el que se ve a montones de ciudadanos reptando por las paredes. Son vecinos de Manhattan, Bronx, Brooklyn, Queens y Staten Island que fueron invitados por el artista a participar y que respondieron enloquecidos a la propuesta. ¡°Es fascinante. Lo rod¨¦ en julio durante cuatro jornadas. Es una plaza por la que cada d¨ªa pasan 450.000 personas. Yo les invitaba a un salto colectivo y todo el mundo acept¨® con entusiasmo¡±.
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