Derecho a decidir
Lo ¨²nico que me inquieta como fil¨®logo es si el derecho a decidir constituye un eufemismo o un disfemismo
O¨ªr en mis labios la expresi¨®n derecho a decidir y torcer el gesto fue todo uno entre los miembros de mi familia. ?Que te pierdes! ?A qui¨¦n se le ocurre hablar de esa bomba con la de temas bonitos que hay por ah¨ª? Mis familiares no se muestran un¨¢nimes: seg¨²n me hicieron ver, hay quien piensa que los catalanes tienen perfecto derecho a decidir su futuro y hay quien opina que llevan cuarenta a?os decidiendo elecci¨®n tras elecci¨®n. A lo mejor la ¨²nica manera de salir de dudas es interrogar a esa especie de santo Grial que sosten¨ªa el otro d¨ªa el se?or Mas con cara de iluminado en Cervera. Aunque, ahora que caigo, el santo Grial lo tenemos nosotros en la catedral de Valencia, as¨ª que no ser¨ªa de extra?ar que, igual que nos robaron la lengua y la paella, se hayan atrevido tambi¨¦n con el c¨¢liz. Estos del norte m¨¢s que decidir, lo que hacen es resolver a la brava.
De todas maneras, no s¨¦ por qu¨¦ mi familia se preocupa tanto. Tranquilos, les dije, tengo serias dudas con todo esto del derecho a decidir, pero no es lo que os pens¨¢is. Cada uno ve el mundo desde su atalaya particular. ?Que la ni?a de Rajoy ha engordado? Ya est¨¢, piensa el presidente, ya tenemos al nasal nasciturus de camino y como no haga algo me quedo de jubilado cuidando nietos; as¨ª que, ni corto ni perezoso, ejerci¨® su derecho a decidir y defenestr¨® a Gallard¨®n. ?Que en los municipios espa?oles ha habido mucha mangancia y no hay un real? Pues nada, todos a ejercer su derecho a decidir si se presentan a las elecciones: unos ¡ªtodav¨ªa no sabemos qui¨¦nes¡ª sostienen que podemos, pero no queremos; otros, como Castedo, que queremos, pero no podemos; y, otros, en fin, como Calabuig, que ni podemos ni queremos.
Yo, igual. Lo ¨²nico que me inquieta como fil¨®logo es si el derecho a decidir constituye un eufemismo o un disfemismo. Como lo oyen. Eufemismo es llamar a las cosas mejor¨¢ndolas y disfemismo, empeor¨¢ndolas: Fulanito falt¨® por muri¨®, es un eufemismo, mientras que estir¨® la pata es un disfemismo. Bueno, pues yo no tengo nada claro c¨®mo clasificar el famoso derecho a decidir. ?Es una manera suave de hablar de la independencia, palabra que a los de ERC les gusta mucho, pero que en Estrasburgo suena a Donetsk y en Nueva York, a Estado Isl¨¢mico? ?O, por el contrario, es una manera brutal de referirse a algo tan familiar como la pregunta que nos hac¨ªan en casa a la hora de cenar sobre c¨®mo prefer¨ªamos el huevo, estelado o en tortilla? Toda aquella gente de la uve de Barcelona parece que se refer¨ªa a lo primero, pero tambi¨¦n es verdad que recordaban m¨¢s a los romeros del Roc¨ªo que a los manifestantes del Maidan. Esta Espa?a nuestra siempre ser¨¢ diferente porque fabrica eu-dis-femismos a montones. Por ejemplo, no me digan que no tiene miga que el nuevo arzobispo de Valencia fuera consagrado con una cola m¨¢s larga que la del vestido de boda de Roc¨ªito y ahora pongan al antiguo de conserje en el palacio madrile?o de Rouco. Un poco de seriedad, o somos ricos o somos pobres, que todo a la vez no puede ser. Pero lo es: por eso, mientras seguimos infrafinanciados, Fabra nos va a rebajar los impuestos. Conque, familiares y l¨ªderes mundiales, dejen de preocuparse por el derecho a decidir porque es broma. ?No se dan cuenta de que si por algo somos famosos los espa?oles, y especialmente los catalanes, es por atraer al turismo de borrachera de todo el planeta donde lo ¨²nico que se decide es si la curda va a ser de g¨¹isqui o de ginebra?
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