¡°Mi mensaje es la paz¡±
Omara, 'Bombino', Moctar es una de las estrellas del festival Villamanuela. Un extraordinario guitarrista tuareg, apadrinado en occidente por Dan Auerbach, de The Black Keys.
Cuando se pregunta a Dan Auerbach, qu¨¦ tal fue producir Nomad, de Bombino, en su estudio de Nashville, el l¨ªder de The Black Keys se lanza a piropear al guitarrista tuareg. ¡°Muchos consideran que lo que hace es una especie de folk y creen que lo que hay que hacer es una grabaci¨®n de campo: poner al aire libre unos micr¨®fonos, darle a grabar y dejar que la cinta corra. Pero no es as¨ª, es un guitarrista incre¨ªble, disciplinado, con mucha experiencia y gustos ecl¨¦cticos. Es un gran fan de Jimi Hendrix y le gusta trabajar en estudio¡±.
¡°Grabar en Estados Unidos fue mucho m¨¢s relajado de lo que pensaba. Dan no quiso mandar, solo escuchaba, y aportaba cosas. Fue muy distinto a lo que hab¨ªa hecho hasta entonces¡±, cuenta Bombino desde Par¨ªs, d¨ªas antes de recalar en Madrid. La combinaci¨®n funcion¨®. En 2013, Nomad lleg¨® al n¨²mero uno de la lista de World music en EE UU y se edit¨® en m¨¢s de 30 pa¨ªses.
Y Omara, Bombino, Moctar, nacido en 1980 en Tidene, un asentamiento Tuareg cercano a Agadez, pas¨® a ser la nueva estrella del rock tuareg o el blues tuareg, un sonido fascinante cuyo origen se remonta a los a?os ochenta aunque est¨¢ en el punto de mira occidental solo desde 2007, cuando una banda de Mal¨ª llamada Tinariwen edit¨® Aman Iman, su primer ¨¢lbum con distribuci¨®n internacional.
Fue una llamada de atenci¨®n hacia un sonido casi desconocido. Viejas guitarras Fender escupiendo hipn¨®ticas letan¨ªas. Algo tan crudo como po¨¦tico. Entre el folk y el rock. Un sonido que no costaba relacionar con el desierto del S¨¢hara, de donde proviene. Cuando en 2009 publicaron la continuaci¨®n, Imidiwan, la mayor¨ªa de los grandes medios occidentales lo rese?aron glorific¨¢ndolo. En 2011 editar¨ªan Tassili. Fue su consagraci¨®n mundial. ¡°Tinariwem es mi mayor influencia¡±; reconoce Bombino. ¡°Todo se lo debemos a ellos. Antes, no exist¨ªamos¡±.
Es cierto, quiz¨¢s lo m¨¢s sorprendente fue descubrir que Tinariwen no eran una excepci¨®n sino la cara m¨¢s famosa de un movimiento entre musical y revolucionario que realizaban multitud de m¨²sicos tuaregs que viven en ciudades y campamentos n¨®madas de N¨ªger y Mal¨ª. Desde hace siglos mantienen una relaci¨®n tensa con las autoridades nacionales. ¡°Mi vida se ha visto marcada por la guerra. Cuando los tuareg nos levantamos en 1990, yo me fui al exilio a Argelia, y all¨ª aprend¨ª a tocar la guitarra¡±. All¨ª tambi¨¦n fue donde alguien apod¨® a ese joven prodigio, Bambino, ni?o en italiano, apelativo que se convirti¨® en Bombino. ¡°Despu¨¦s del levantamiento de 2007, tambi¨¦n me fui. Dos de mis m¨²sicos y amigos fueron asesinados por el Ej¨¦rcito. Ahora eso ha cambiado en N¨ªger. All¨ª los tuareg son parte integrada y respetada del pa¨ªs, pero en Mal¨ª la situaci¨®n es mucho peor¡±, explica Bombino.
Hoy un pu?ado de artistas tuareg se mueven con soltura por las salas occidentales. Nombres como Terakaft, Tamikrest, Mdou Moctar o Bombino, que ha salido de ese gueto en el que se ha convertido el circuito de m¨²sica ¨¦tnica. El jueves que viene toca en el exquisito festival Villamanuela. Actuar¨¢ entre Amen Dunes, un cantautor estadounidense, y Holy Fuck, un d¨²o de electr¨®nica llegado de Canad¨¢. ¡°Ir de gira es complicado y agotador. Echo de menos mi casa. Pero cumple una funci¨®n. El mensaje m¨¢s importante de mi m¨²sica es la paz. Quiero animar a la gente lejos del conflicto. La guerra no es una respuesta a los problemas¡± .
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.