En la cripta, a por Cervantes
El Arzobispado de Madrid autoriza la fase de examen de los restos del escritor, entrerrados desde 1616 en el subsuelo del convento madrile?o de las Trinitarias
Ya hay luz verde del Arzobispado de Madrid para proseguir la b¨²squeda de los restos de Miguel de Cervantes, enterrado hace cuatro siglos en la iglesia de las Trinitarias. La queja a la archidi¨®cesis de dos particulares detuvo el proceso, ahora reiniciado. Una reuni¨®n al m¨¢ximo nivel eclesi¨¢stico, celebrada el lunes en Madrid, decidi¨® autorizar la segunda fase de la indagaci¨®n, tan solo pendiente de una somera tramitaci¨®n por parte de la Direcci¨®n General de Patrimonio del Gobierno regional, que estrena titular, Fernando Carri¨®n.
Con el pl¨¢cet arzobispal conseguido, el principal obst¨¢culo ¡ªhasta ahora¡ª para la prosecuci¨®n de la b¨²squeda de los restos del Pr¨ªncipe de las Letras ha quedado orillado. Ello dar¨¢ paso al arranque de la nueva fase, que contempla la exploraci¨®n de una treintena de sepulturas en una cripta situada a unos 4,75 metros bajo el altar, con siete metros de longitud y otro tanto de anchura.
Las religiosas se han contado durante siglos donde estaba el sepulcro
¡°La exploraci¨®n no va a ser en ning¨²n modo invasiva ni destructiva¡±, precisa Luis Avial, responsable de la primera fase de la b¨²squeda en el subsuelo mediante georradar, ya culminada. ¡°En principio, no exigir¨¢ la apertura de los nichos ni de los enterramientos¡±, a?ade. ¡°El procedimiento a seguir consiste en introducir en diferentes sepulturas, por conductos de un cent¨ªmetro de di¨¢metro, minic¨¢maras de visi¨®n, del estilo de las empleadas en las endoscopias cl¨ªnicas¡±. Y ello con el prop¨®sito de averiguar si los restos mortales observados permanecen en posiciones originales o bien se encuentran en desordenados escorzos. Estos ser¨¢n los de inter¨¦s, ya que existe la sospecha de que los despojos mortales de Cervantes pudieran haber sido trasladados en 1673 desde un inicial emplazamiento, en una zona de la iglesia precursora de la actual, edificada en 1612 y dentro del mismo convento, hasta su ulterior enclave. Se cree que los restos mortales cervantinos, de haber sido trasladados, podr¨ªan estar menos ordenados respecto de los que han permanecido incambiados y cuya introducci¨®n en los nichos fue posterior a abril de 1616, fecha del enterramiento del Pr¨ªncipe de las Letras. Las primeras inhumaciones en la iglesia conventual de las Trinitarias datan de 1612, cuatro a?os antes de la sepultura de Miguel de Cervantes: incluyeron los cad¨¢veres de un ni?o, el de su abuela ¡ªsuegra de la fundadora del convento, Francisca Romero¡ª y los marqueses de Camero Viejo, sepultados all¨ª en torno a 1630, explica Fernando de Prado, historiador adscrito al grupo investigador.
Hay, sin embargo, otro espacio, muy semejante al de una sepultura, de forma rectangular, de unos 2,50 metros de longitud por 0,80 de anchura y a 1,5 metros de profundidad, casi contiguo al extremo superior de la cripta, a 40 cent¨ªmetros. Este recept¨¢culo fue detectado en la fase exploratoria con georradar y, naturalmente, concita la atenci¨®n de los t¨¦cnicos.
Al poco de aquel hallazgo, sor Amada, abadesa de las Trinitarias, coment¨® que las superioras del convento se han transmitido a lo largo de los siglos una recomendaci¨®n: ¡°Ojo frente al altar de la Inmaculada, porque debajo est¨¢ enterrado Cervantes¡±. Lo curioso es que ese recept¨¢culo junto al altar citado est¨¢ virado 90 grados respecto del eje de la iglesia, lo cual se?ala que esa sepultura permaneci¨® incambiada desde su enclave original. ?Ser¨¢ el lugar donde reposaron Cervantes y su esposa?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.