Una sesi¨®n psicoanal¨ªtica con incre¨ªbles criaturas sonoras
Les Luthiers, de gira en Andaluc¨ªa, exhiben sus instrumentos informales en ¡®Lutherapia¡¯
Hacer espect¨¢culo de humor es algo muy serio. Ofrecer un show divertido con una buena estructura (una sesi¨®n psicoanal¨ªtica), di¨¢logos excelentes, g¨¦neros musicales variados e instrumentos imposibles es algo extraordinario. El grupo argentino Les Luthiers representa estos d¨ªas su espect¨¢culo de humor musical con instrumentos como el bolarmonio, la exorc¨ªtara, el percuchero, la silla el¨¦ctrica o el tamburete a trav¨¦s del montaje que ¡°m¨¢s¡± les gusta, el n¨²mero 33 de su trayectoria creativa: Lutherapia. ¡°Hacer espect¨¢culos de humor no nos lleva a olvidar lo que estudiamos formalmente; por el contrario, ese fondo formal nos permite jugar con una base s¨®lida. En cuanto a los instrumentos, nuestro luthier actual es Hugo Dom¨ªnguez, persona de esp¨ªritu inquieto y en b¨²squeda permanente de nuevas criaturas sonoras¡±, reconoce Jorge Maronna, integrante del quinteto.
Ver a Maronna tocar el bolarmonio durante el show supone un cl¨ªmax de humor e ingenier¨ªa instrumental totalmente inesperada para el espectador. Maronna interrumpe varias veces la interpretaci¨®n de un blues que hace Carlos N¨²?ez Cort¨¦s, otro luthier, saliendo a escena con pelotas sonoras de goma. N¨²?ez lo echa dos veces para poder continuar su pieza al piano. Y a la tercera, como elemental regla de la comedia llevada al l¨ªmite sin ser cansina, aparece el apote¨®sico bolarmonio que enloquece a un p¨²blico ya entregado por completo a la elegancia e inteligencia de su humor. ¡°El mundo pierde elegancia y unas cuantas cosas m¨¢s, pero a nosotros nos gusta seguir inventando espect¨¢culos elaborados que la gente disfruta enormemente¡±, confes¨® Maronna este martes antes de la primera representaci¨®n en Roquetas de Mar (el mi¨¦rcoles act¨²an de nuevo a las 21.30).
En la actualidad el grupo posee 44 instrumentos informales de cuerda, percusi¨®n, viento y electr¨®nicos. Lutherapia s¨®lo exhibe algunas de estas piezas imposibles creadas en el taller que dirige Hugo Dom¨ªnguez, artesano y m¨²sico bonaerense. La exorc¨ªtara, ideada por ¨¦l para el pasaje El d¨ªa del final que cierra el espect¨¢culo, deja perplejo al p¨²blico. El uso de la luz para crear un efecto fantasmag¨®rico y la grave sonoridad el¨¦ctrica del instrumento transportan al patio de butacas al mismo apocalipsis al que aluden los actores. Al igual que N¨²?ez y Maronna, Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock y Carlos L¨®pez Puccio exhiben su apabullante domino de instrumentos como el cellato (la parodia del violonchelo) o la lira de asiento (una vulgar tabla de retrete con un clavijero y ocho cuerdas adosadas.
Pese a los proyectos interesantes que no han llegado a fructificar a lo largo de la carrera del grupo argentino, como el haber hecho cine o llegar a triunfar en Broadway, Maronna tilda de ¡°milagro¡± la existencia de Les Luthiers. ¡°Nos da mucho m¨¢s de lo que pudimos imaginar y desear. No siento que nos quede un sue?o sin cumplir¡±, dice sincero.
Lutherapia pasar¨¢ tambi¨¦n por M¨¢laga (10 y 11 de octubre), Granada (13 y 14) y Jerez (17 y 18). Para el pr¨®ximo a?o el grupo argentino regresar¨¢ de nuevo a Espa?a para estrenar ?Chist!, antolog¨ªa creada en 2011 para resumir sus, por entonces, 44 a?os de carrera. Por si el lector no sabe si asistir a Lutherapia o reservarse para ?Chist! Maronna disipa las inseguridades: ¡°Estimado espectador, no dude m¨¢s. No deje para ma?ana lo que puede hacer hoy. M¨¢s vale p¨¢jaro en mano. Vaya a ver Lutherapia, que le va a encantar, se lo aseguro. Y en seguida empiece a ahorrar para la entrada del 2015¡±.
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