As¨ª no se arregla la pobreza
Catalu?a lidera las ejecuciones hipotecarias y cada vez hay m¨¢s familias con todos sus miembros en paro
El pr¨®ximo 17 de octubre, D¨ªa Internacional para la Erradicaci¨®n de la Pobreza, los medios de comunicaci¨®n, las entidades sociales y los pol¨ªticos pondr¨¢n en primera l¨ªnea informativa que la pobreza es un grave problema y que es necesario luchar para erradicarla, aunque quiz¨¢s al d¨ªa siguiente algunos de ellos ya tendr¨¢n en su agenda muchos otros temas y olvidar¨¢n esta realidad.
A poco que se preste atenci¨®n, podemos ver c¨®mo ¨²ltimamente los informativos no dejan de referirse a informes, testimonios y situaciones en las que aparecen personas que sufren. Los datos disponibles indican que en Catalu?a aumenta cada a?o la tasa de riesgo de pobreza, que en estos momentos supera ya el 20%. Los procedimientos de desahucio han aumentado un 8,4% en Espa?a y Catalu?a figura como la comunidad que encabeza las ejecuciones hipotecarias. El Banco de Alimentos catal¨¢n atiende a 250.000 personas y ya hay m¨¢s de 200.000 familias que no tienen ning¨²n ingreso. Y en el conjunto de Espa?a, 873.000 inmigrantes han perdido el derecho a la atenci¨®n sanitaria, de los cuales, una parte importante residen en Catalu?a.
Lo triste es que estos datos se han convertido en habituales. Componen una m¨²sica de fondo que ya no nos molesta, porque no son novedad y porque otros temas ocupan las portadas de los diarios y los informativos de radio y televisi¨®n. Solo de vez en cuando golpean la conciencia ciudadana, como ocurri¨® en marzo de este a?o con motivo del pleno sobre la pobreza y las desigualdades celebrado en el Parlamento de Catalu?a, o como esperamos que courra el 17 de octubre. Pero as¨ª no se arregla la situaci¨®n.
El problema es de gran calado y requiere algo m¨¢s que actos o alertas puntuales. Exige reflexionar y, a la vez, actuar sin reposo para transformar la realidad injusta que vivimos. El punto de partida es decidir qu¨¦ Estado de bienestar queremos y, a partir de ah¨ª, qu¨¦ porcentaje de nuestro PIB dedicamos a la inversi¨®n social. Tambi¨¦n hemos de decidir c¨®mo ha de ser nuestro sistema tributario para construir una sociedad m¨¢s justa y sostenible.
El punto de partida es decidir qu¨¦ Estado de bienestar queremos y qu¨¦ porcentaje de nuestro PIB dedicamos a la inversi¨®n social
Tendr¨ªamos que empezar a cambiar los criterios de tributaci¨®n para lograr una recaudaci¨®n m¨¢s equitativa, que no recaiga mayoritariamente en las personas f¨ªsicas, que hoy pagan sobre las rentas del trabajo, cuyo tipo impositivo llega al 52% mientras las rentas del capital tributan tan solo entre un 21% y un 27%. Deber¨ªamos recuperar el impuesto sobre el patrimonio, que se elimin¨® en 2008, e incrementar los de sucesiones y donaciones, hoy reducidos a la m¨ªnima expresi¨®n, hasta el punto de que recauda un 80% menos de lo que se recaudaba antes de que se introdujeran los ¨²ltimos cambios.
Adem¨¢s, y esto es tan importante como urgente, deber¨ªamos reforzar los medios de control para evitar la evasi¨®n y el fraude fiscal, que algunos estudios cifran en unos 60.000 millones de euros anuales. Es de todos conocido que la dotaci¨®n de inspectores es insuficiente para vigilar, prevenir y castigar los incumplimientos de las obligaciones fiscales por parte de los defraudadores. Espa?a es uno de los pa¨ªses europeos con menos recursos de vigilancia tributaria: un inspector de Hacienda por cada 1.928 habitantes, cuando en Reino Unido la proporci¨®n es de uno por cada 862 habitantes y en Alemania, de uno por cada 729 habitantes. En estos pa¨ªses, se estima que el frauda fiscal es la mitad del que se produce en Espa?a.
La consecuencia es que, a pesar de tener unos tipos impositivos nominalmente altos, en Espa?a recaudamos menos que en muchos otros pa¨ªses europeos que tienen una presi¨®n fiscal inferior. Adem¨¢s del fraude, existen en Espa?a un gran n¨²mero de excenciones y posibilidades de reducci¨®n de impuestos, de las que se benefician precisamente los que m¨¢s tienen.
El resultado es que las desigualdades se est¨¢n disparando, como puede comprobarse en las estad¨ªsticas comparativas. Espa?a es el pa¨ªs de la OCDE donde m¨¢s ha crecido la desigualdad desde el comienzo de la crisis. Mientras el 10% de hogares espa?oles m¨¢s pobres ha perdido el 33% de sus ingresos en los ¨²ltimos a?os, el 10% m¨¢s rico solo ha perdido un 1%. Una din¨¢mica que tampoco contribuye a resolver el problema.
La pobreza y las desigualdades solo se combaten verdaderamente y de forma eficaz definiendo y poniendo los recursos necesarios para construir un modelo socioecon¨®mico m¨¢s equitativo, que haga tributar m¨¢s a quien m¨¢s tiene, que castigue la evasi¨®n, el fraude y la corrupci¨®n, y que destine una mayor proporci¨®n del PIB a inversi¨®n social para garantizar unos servicios p¨²blicos universales y de calidad. As¨ª, s¨ª se arregla la pobreza.
Teresa Crespo es presidenta de la plataforma Entitats Catalanes d'Acci¨® Social
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