El miedo al contagio del ¨¦bola deja sin clientes las peluquer¨ªas de Alcorc¨®n

Carolina tiene una peluquer¨ªa en Alcorc¨®n, muy cerca del domicilio de Teresa Romero, la auxiliar sanitaria que convalece en el Hospital Carlos III tras ser contagiada de ¨¦bola. El mi¨¦rcoles 8, a mediod¨ªa, los medios de comunicaci¨®n informaron de que la enferma hab¨ªa ido a depilarse a un centro de su barrio el 30 de septiembre, cuando todav¨ªa ignoraba que padec¨ªa la enfermedad. ¡°Hasta entonces ¨ªbamos a buen ritmo de trabajo¡±, cuenta Carolina, ¡°pero justo tras los informativos ya no entr¨® nadie. Esa misma tarde comenzamos a recibir muchas llamadas para anular las citas que ten¨ªamos para el s¨¢bado¡±.

La situaci¨®n no ha variado desde entonces, a pesar de que el establecimiento en el que se depil¨® Romero permanece clausurado desde hace una semana. Las sillas vac¨ªas, los secadores apagados y las empleadas sentadas tecleando en sus tel¨¦fonos m¨®viles eran a mediod¨ªa de ayer la estampa m¨¢s frecuente en las peluquer¨ªas de esta poblaci¨®n de 170.000 habitantes; en especial, en las m¨¢s pr¨®ximas al domicilio de Romero.

El jueves ¡ªun d¨ªa despu¨¦s de que los medios de comunicaci¨®n informaran de que la peluquer¨ªa a la que acudi¨® Romero hab¨ªa cerrado¡ª fue a¨²n peor para estos establecimientos. En lugar de los 1.000 euros que suelen hacer de media ese d¨ªa de la semana, la caja de la peluquer¨ªa de Carolina cerr¨® la jornada con 300 euros escasos. Esa situaci¨®n se repiti¨® el viernes. ¡°Los periodistas nos acusaban de que hab¨ªa sido en nuestro local donde se hab¨ªa depilado la mujer¡±, se indigna la propietaria.

El local al que acudi¨® Romero est¨¢ en el centro de Alcorc¨®n, a 2,5 kil¨®metros del domicilio de la enfermera. Se encuentra cerrado y, en la puerta, una cartulina escrita a mano se?ala: ¡°Cerrado por asuntos personales¡±.

Carolina asegura que mantener abierto su local, en el que trabajan cinco personas, supone solo en gastos unos 11.000 euros al mes. La peluquer¨ªa lleva seis a?os abierta y esta ha sido, junto con la subida del IVA del 8% al 21%, una de las peores situaciones que ha vivido. ¡°El problema es que nuestros clientes se hayan ido a otros sitios¡±, se?ala. ¡°Nunca hay que darles la oportunidad de que conozcan otras peluquer¨ªas, porque el momento es muy complicado para perder clientes¡±. Y a?ade que no tiene ni un solo cliente en la cabina de est¨¦tica: ¡°Solo hay alguna cita para el s¨¢bado¡±.

La situaci¨®n es a¨²n peor en la peluquer¨ªa m¨¢s pr¨®xima al domicilio de Teresa Romero. Este local abri¨® el 1 de septiembre y a la una de la tarde no ten¨ªa un solo cliente. ¡°Como somos los m¨¢s cercanos, con lo de la enfermedad y lo del perro mucha gente no ha querido ni entrar¡±, explica Rebeca, la encargada. ¡°Tambi¨¦n nuestra situaci¨®n es distinta porque, al llevar poco tiempo, no tenemos una clientela consolidada, como otras peluquer¨ªas. Eso s¨ª, la semana anterior al suceso nos hab¨ªa ido bastante bien¡±.

Seg¨²n Rebeca, las clientas han dado todo tipo de excusas para anular sus citas: ¡°Una mujer nos dijo que no pod¨ªa venir porque le acababan de llevar a su nieto y no pod¨ªa dejarlo solo. Otras dec¨ªan directamente que ya vendr¨ªan la semana pr¨®xima, sin dar m¨¢s explicaci¨®n. En parte es l¨®gico, porque hay mucho miedo al contagio¡±.

Algunas peluquer¨ªas han tenido menos problemas con su clientela. Se trata de aquellas que no tienen zona de est¨¦tica ni ofrecen depilaci¨®n. Es el caso de un centro pr¨®ximo al domicilio de Romero: ¡°Funcionamos como siempre, porque no depilamos y nuestra clientela no se ha sentido amenazada en ning¨²n momento. Nos conoce y sabe c¨®mo trabajamos¡±, explica la due?a de un local que prefiere no dar su nombre. ¡°A nosotros nos han tra¨ªdo m¨¢s problemas los periodistas que el ¨¦bola¡±, afirma.

¡°Ha habido mucha desinformaci¨®n, y si la gente no sabe nada, se vuelve m¨¢s aprensiva e hipocondr¨ªaca¡±, a?ade Isabel, otra profesional de la zona que tampoco se ha visto afectada por la huida de la clientela.

Sin embargo, la situaci¨®n es radicalmente opuesta a tan solo 150 metros. Una peluquer¨ªa de reciente apertura y con un llamativo cartel de ofertas en su escaparate permanec¨ªa vac¨ªa. Y eso que se halla junto a la avenida principal de la zona noreste de Alcorc¨®n, que registra un trasiego continuo de peatones. En la ¨²ltima semana ha perdido al menos el 50% de la clientela. In¨¦s, una de las dos empleadas de este centro, afirma: ¡°Los clientes antes de entrar nos han llegado a preguntar si conoc¨ªamos a la mujer infectada. Una incluso nos pidi¨® que le dij¨¦ramos si Teresa hab¨ªa estado aqu¨ª, porque, si era as¨ª, se marchaba de inmediato¡±.