El mito de la Catalu?a progresista

Catalu?a es una de las regiones m¨¢s progres de Europa. O al menos eso nos dicen las encuestas. Seg¨²n ¨¦stas, apenas uno de cada diez catalanes admiten abiertamente ser de derechas, una proporci¨®n tres veces por debajo de la media europea. Y es que, en Catalu?a, el t¨¦rmino derecha sufre de una p¨¦sima popularidad. La gran mayor¨ªa de los ciudadanos tienden a evitarlo a la hora de definirse pol¨ªticamente y suelen preferir presentarse como de izquierdas o, a lo sumo, de centro.

Pero, ?de verdad somos los catalanes tan progres como solemos afirmar? En realidad, hay motivos para pensar que nuestro izquierdismo es m¨¢s de apariencia que de convicci¨®n. Por ejemplo, cuando se pregunta a los catalanes si estar¨ªan dispuestos a pagar m¨¢s impuestos para, con ello, mejorar los servicios p¨²blicos, entonces, Catalu?a se presenta como mucho m¨¢s conservadora. Si lo comparamos con el resto de comunidades aut¨®nomas, los catalanes somos los que m¨¢s nos definimos de izquierdas, pero a la hora de defender nuestro Estado del bienestar acabamos por debajo de la media espa?ola.

En definitiva, en Catalu?a nos caracterizamos por tener unos valores que podr¨ªamos definir como de izquierdismo no practicante. Tenemos una tendencia a refugiarnos bajo la etiqueta de izquierdas aun no comulgando con algunos de sus principios m¨¢s fundamentales. ?Por qu¨¦ en Catalu?a nos produce cierto reparo declararnos como de derechas? ?Por qu¨¦ aparentamos ser m¨¢s de izquierdas de lo que realmente somos? Una respuesta nos la ofrece el polit¨®logo de Oxford Elias Dinas. Seg¨²n sus investigaciones, si los catalanes (al igual que los vascos) somos tan progreses porque los t¨¦rminos izquierda y derecha han acabado contaminados por el debate territorial e identitario de tal forma que el t¨¦rmino ¡°derecha¡± ha pasado a tener connotaciones antiautonomistas.

En el debate p¨²blico catal¨¢n se incurre demasiado a menudo en la siguiente secuencia argumental: ser espa?olista es de fachas y, como es sabido, los fachas son de derechas. Tal silogismo, sin duda tramposo, ha provocado que muchos acaben err¨®neamente considerando que definirse de derechas conlleva adoptar posiciones contrarias al catalanismo pol¨ªtico. Es por este motivo que muchos catalanistas conservadores se muestran reticentes a presentarse ideol¨®gicamente como de derechas, pues esto podr¨ªa acabar por interpretarse como un sentimiento de adhesi¨®n al nacionalismo espa?ol. Quiz¨¢s sea por este motivo que Converg¨¨ncia incluya en el t¨ªtulo preliminar de sus estatutos que es un partido ideol¨®gicamente ¡°progresista¡±. O quiz¨¢s esto tambi¨¦n ayude a explicar por qu¨¦ el auge del independentismo de los ¨²ltimos a?os ha ido acompa?ado por un aumento de los catalanes que se definen como de izquierdas.

La confusi¨®n entre los conceptos derecha y espa?olismo ha provocado algunas disfunciones importantes en el debate pol¨ªtico en Catalu?a

La confusi¨®n entre los conceptos ¡°derecha¡± y ¡°espa?olismo¡± ha provocado algunas disfunciones importantes en el debate pol¨ªtico en Catalu?a. Quiz¨¢s los principales damnificados de tal confusi¨®n son los partidos que se desmarcan abiertamente de la ¨®rbita del catalanismo pol¨ªtico. Por ejemplo, Ciutadans naci¨® con una clara vocaci¨®n de ocupar el espacio de la izquierda no catalanista que, seg¨²n sus fundadores, el PSC hab¨ªa dejado de representar tras encabezar el gobierno del tripartit en 2003. El izquierdismo originario de C's no solo se desprende de sus textos fundacionales sino tambi¨¦n de su actual ideario, el cual asegura tener influencias del ¡°socialismo democr¨¢tico¡±. A¨²n asumiendo que C's se haya alejado de algunos de sus principios fundacionales, no hay duda de que el partido no se present¨® a las elecciones catalanas de 2012 con un programa de corte conservador. Seg¨²n los an¨¢lisis de un grupo de investigadores de Deusto, el programa electoral de Ciutadans en esas elecciones era esencialmente de centro. Sin embargo, a pesar de sus manifiestos, de su ideario pol¨ªtico y de presentarse a las elecciones con un programa moderado, la gran mayor¨ªa de los catalanes perciben a Ciutadans como un partido de extrema derecha.

Algo muy parecido le ocurre al PP de Catalu?a. Si bien los populares se presentan a las elecciones al Parlament con un programa electoral similar (o incluso m¨¢s moderado) que a las elecciones al Congreso de los Diputados, los catalanes ven a este partido como mucho m¨¢s conservador. Nada menos que el 70% del electorado catal¨¢n considera al PP de extrema derecha, un porcentaje que representa casi el doble que el resto de los espa?oles. Y es que los catalanes ven al PP m¨¢s de extrema derecha que los franceses al FN de Le Pen.

En definitiva, en Catalu?a el nacionalismo ha contaminado la tradicional confrontaci¨®n entre izquierda y derecha. Esta peculiar manera de entender el debate ideol¨®gico es particularmente da?ina en un momento en que la cuesti¨®n nacional ha pasado a ocupar un primer plano en la agenda pol¨ªtica. Para la buena salud de nuestro debate p¨²blico, los catalanes deber¨ªamos hacer un esfuerzo en intentar no confundir conceptos. Al fin y al cabo, no existe ninguna contradicci¨®n en considerarse espa?olista de izquierdas o catalanista de derechas. De lo segundo hay muchos, pero lamentablemente a¨²n est¨¢n por salir del armario.

Llu¨ªs Orriols es doctor en la Universidad de Oxford y profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Carlos III de Madrid