Cien mil euros de sanci¨®n a la Complutense por hacinar cad¨¢veres
El rector recurre la multa de la Inspecci¨®n, que denuncia una retah¨ªla de infracciones: incompatibilidad de cargos, faltas de actuaci¨®n con conocimiento de causa...
La inspectora de trabajo Pilar Carranza Moreno entr¨® en los s¨®tanos de la facultad de Medicina de la Complutense el pasado 20 de mayo, al d¨ªa siguiente de que estallara el esc¨¢ndalo por el hacinamiento de cientos de cad¨¢veres donados para la investigaci¨®n cient¨ªfica. Seg¨²n narra en su informe, ¡°algunos cuerpos ten¨ªan todav¨ªa los pa?ales puestos, no estaban secos, presentaban diferentes estados de putrefacci¨®n¡±. Las arcadas provocadas por ¡°el fuerte olor¡± la obligaron a salirse de esa sala llamada ¡°el secadero¡±. Acto seguido pudo comprobar que el horno crematorio, construido en 1989 y que funcionaba irregularmente en la habitaci¨®n contigua, se hab¨ªa usado hasta ¡°pocos minutos antes¡±, tal y como se dedujo por el calor desprendido y los restos de huesos y cenizas que hab¨ªa dentro. Samuel, el responsable del crematorio, se quit¨® los cascos que sol¨ªa usar para aislarse del ruido del artefacto, y le explic¨® que utilizaba un pesado rastrillo de hierro para retirar las cenizas y que no ten¨ªa manual de instrucciones del horno.
Algunos cuerpos ten¨ªan todav¨ªa los pa?ales puestos, dice la inspectora
Hoy, cuatro meses y medio despu¨¦s de aquel siniestro y resbaladizo paseo por las profundidades del departamento de Anatom¨ªa II ¡ªcasi se cae ¡°debido a que el suelo ten¨ªa grasa de los cad¨¢veres¡±¡ª, las observaciones de la inspectora Carranza han adquirido la forma de una multa de 100.000 euros contra la Complutense y de una retah¨ªla de requerimientos por otras tantas infracciones de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales.
Todo a mano
El horno crematorio funcion¨® en el departamento de Anatom¨ªa II hasta ¡°minutos antes¡± de la visita de la inspectora de trabajo. Se trataba, seg¨²n su informe, de una incineradora que manejaba a mano Samuel, uno de los t¨¦cnicos que ¡ªcomo todos¡ª llevaba diez a?os trabajando en ese lugar. ¡°Fabricado en 1989, [el horno] se modific¨® a gas en 2003; alguna vez explot¨® por el ventilador del tiro de la chimenea; para controlar su funcionamiento el trabajador tiene que estar subiendo y bajando la temperatura inyect¨¢ndole aire constantemente y permaneciendo en el recinto mientras quema el cad¨¢ver¡±. Los cuerpos se manipulaban y se colocaban en camillas ¡ªcuyas ruedas fueron ¡°cambiadas por los propios t¨¦cnicos¡±¡ª ¡°con guantes comunes, comprados en la secci¨®n de limpieza de cualquier comercio¡±.
La Universidad, con el rector Jos¨¦ Carrillo a la cabeza, ha presentado ya un recurso contra dicha sanci¨®n. ¡°Hemos recurrido porque no estamos de acuerdo con las argumentaciones, algunas de las cuales son burdas¡±, aseguran fuentes del Rectorado, que evitan dar detalles al respecto por considerar que el caso est¨¢ ¡°en fase de instrucci¨®n¡±. Sin embargo, en su d¨ªa, Carrillo reconoci¨® el caos existente en la organizaci¨®n y el uso de los restos humanos de esa facultad y present¨® una denuncia ante la Fiscal¨ªa para que adoptase las medidas oportunas. Prometi¨® tambi¨¦n que se conocer¨ªan los pormenores de la situaci¨®n y de las medidas adoptadas, adem¨¢s de expedientar al director del citado departamento, Jos¨¦ Ram¨®n M¨¦rida, y encargar un informe de inspecci¨®n interno del que a¨²n no se conocen los resultados. De hecho, y pese a que la Inspecci¨®n urge la correcci¨®n ¡°inmediata¡± de la situaci¨®n y da de plazo hasta el 30 de septiembre para presentar un plan, ¨¦ste ¡°est¨¢ en proceso de finalizaci¨®n¡±, seg¨²n fuentes del rectorado.
El listado de infracciones enumeradas en el informe de la inspectora Carranza refleja incompatibilidades graves como que ¡°el jefe de personal de la universidad sea tambi¨¦n el responsable de prevenci¨®n de riesgos laborales¡±. Se?ala la ¡°inadmisible¡± desatenci¨®n y el incumplimiento reiterado (desde 2004) de los informes encargados por la propia instituci¨®n acad¨¦mica ¡ªy elaborados por el Servicio de Prevenci¨®n de Fremap¡ª, que ya hablaban de que ¡°los niveles de formaldeh¨ªdo superaban en 24,35 veces los legalmente permitidos¡±. Dichos informes, aparte de al director del departamento, eran enviados con copia al decano, al gerente y al vicegerente de recursos humanos de la facultad. Entre la lista de infracciones se destaca que la Complutense cuenta solo con tres m¨¦dicos y cinco ATS para las 11.000 personas que trabajan all¨ª y que la inversi¨®n total en prevenci¨®n ¡ª¡°para todas las facultades¡±¡ª es de 365.000 euros.
La inspectora no escatima en sus valoraciones: ¡°No es admisible que despu¨¦s de disponer de evaluaci¨®n de riesgos biol¨®gicos desde el a?o 2004, de estudio de contaminantes qu¨ªmicos desde 2007 y de evaluaci¨®n de los riesgos desde 2011 en el departamento de Anatom¨ªa II no se hayan adoptado medidas para corregir esas situaciones de riesgo¡±.
Durante el verano se fusionaron ambos departamentos ¡ªAnatom¨ªa I y Anatom¨ªa II, que hist¨®ricamente hab¨ªan funcionado de manera independiente¡ª, se desinfectaron los s¨®tanos y se deshicieron de 384 ¡°piezas cadav¨¦ricas¡± de las m¨¢s de 500 que hab¨ªa en las c¨¢maras. Sin embargo, al menos tres t¨¦cnicos de los que trabajaban en esos bajos fondos siguen de baja ¡°por incapacidad laboral¡± y el director del departamento, Jos¨¦ Ram¨®n M¨¦rida, contin¨²a en su despacho.
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