¡°Las propuestas de Maroto vac¨ªan de contenido la Renta de Garant¨ªa¡±
El 'ararteko', I?igo Lamarca, opina que el alcalde de Vitoria falta a la verdad con sus acusaciones a los inmigrantes de aprovecharse de las ayudas sociales
El ararteko, I?igo Lamarca (San Sebasti¨¢n, 1959), cree que el alcalde de Vitoria falta a la verdad con sus acusaciones a los inmigrantes de aprovecharse de las ayudas sociales.
Pregunta. ?Se despidi¨® en el Parlamento con el deseo de que nadie en esta comunidad pudiera dudar del cumplimiento del art¨ªculo 1 de los Derechos Humanos??Qu¨¦ teme?
Respuesta. Es la formulaci¨®n de un deseo, que todas las personas que viven en el Pa¨ªs Vasco vean satisfecho el derecho a la dignidad, y eso supone que tenemos que preservar un sistema de protecci¨®n social, que es la envidia de muchos lugares y que es perfectamente sostenible.
El ¨ªndice de emigrantes es m¨¢s bajo aqu¨ª pese a las ayudas sociales I?IGO LAMARCA, 'ararteko'
P. Es decir, ?ve un riesgo de que eso no suceda?
R. Existe, evidentemente. Esta ley ya tuvo una modificaci¨®n restrictiva y ahora se est¨¢n planteando otras muchas m¨¢s restrictivas.
P. ?Se refiere a los planteamientos del PP?
R. Las propuestas del alcalde de Vitoria, Javier Maroto, vaciar¨ªan de contenido la RGI. Nos llevar¨ªan a que un porcentaje muy importante de los perceptores se quedar¨ªa fuera. Si uno de los requisitos es que hayan cotizado previamente, todas las personas j¨®venes que no han podido trabajar se quedar¨ªan fuera, por ejemplo. Ya existen ayuda para los desempleados de larga duraci¨®n. Pot¨¦nciese eso y c¨¢rguense la RGI, si eso es lo que quieren.
Euskadi tiene pol¨ªticas avanzadas, pero no cubre nuevas necesidades
P. El punto 1 de la declaraci¨®n de Derechos Humanos tambi¨¦n habla del derecho a un trato fraternal. ?Cree que el alcalde de Vitoria, se?alando a dos colectivos como marroqu¨ªes y argelinos, es fraternal?
R. Yo me atengo a las declaraciones del Papa Francisco, que est¨¢ haciendo reiterados llamamientos a que las pol¨ªticas p¨²blicas pongan como centro la persona, que las pol¨ªticas lleguen al 100% de las personas que tienen necesidad.
P. La fiscal¨ªa investiga un posible delito de incitaci¨®n al odio. Usted, como abogado, ?cree que hay causa?
R. La ley del Ararteko impide que cuando un tema est¨¢ judicializado tomemos parte.
P. Se lo preguntaba como letrado, no s¨¦ si puede disociar...
El silencio administrativo deber¨ªa desaparecer
R. No, pero s¨ª puedo decir que las declaraciones de Maroto no casan con la verdad. Primero dijo que los magreb¨ªes no quieren trabajar y los datos nos dicen que el ¨ªndice de inmigrantes es mucho m¨¢s bajo aqu¨ª, pese a las ayudas sociales, porque la construcci¨®n, la hosteler¨ªa y la agricultura son sectores que no han creado demasiados puestos de trabajo en Euskadi. Despu¨¦s dijo que hab¨ªa un fraude masivo, pero no ha presentado datos. Y en tercer lugar ha pedido una reforma de la RGI que tal y como la ha planteado lo que tendr¨ªa que hacer es promover su desaparici¨®n.
P. Y la cuarta la ILP...
R. Ah¨ª si me voy a poner el gorro de exprofesor de Derecho Constitucional. La propuesta va en contra del esp¨ªritu y de la letra de la ley, dise?ada para que los ciudadanos y las asociaciones presenten iniciativas. Maroto ocupa dos puestos de trabajo, alcalde y parlamentario, y tiene otras v¨ªas para proponer sus reformas.
P. De todo lo que ha visto en estos diez a?os, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha preocupado?
Los que han justificado la violencia deben hacer autocr¨ªtica
R. No voy a hablar de un caso concreto, sino de un caso general pero muy doloroso, y es que mucha gente lo est¨¢ pasando muy mal en Euskadi pese a ser una sociedad muy bien estructurada, con buen nivel de vida y pol¨ªticas sociales avanzadas. Pero estos elementos positivos no llegan a cubrir las nuevas necesidades que ha creado la crisis.
P. Si antes la situaci¨®n de la mujer en muchos ¨¢mbitos ya era delicada, ?cree que la crisis ha acentuado la violencia de g¨¦nero, el impago de pensiones o la marginaci¨®n laboral?
R. No tengo datos estad¨ªsticos, pero despu¨¦s de las evaluaciones de las pol¨ªticas p¨²blicas que hacemos creo que cada vez las cosas se hacen mejor en violencia de g¨¦nero. Donde s¨ª puede aumentar la desigualdad entre hombres y mujeres es en el mercado laboral. El contrato que m¨¢s se usa es el contrato a tiempo parcial. Y eso supone salarios bajos, precariedad e incertidumbre.
P. ?En qu¨¦ cosas puede mejorar la administraci¨®n vasca en el trato que da al ciudadano?
R. Existe un derecho, el principio de la buena administraci¨®n, que significa que no basta con que la administraci¨®n cumpla la ley, sino que d¨¦ respuesta al ciudadano, es decir, el silencio administrativo debiera de desaparecer. Segundo, la respuesta ha de ser en tiempo razonable y tercero, sus resoluciones han de estar motivas de forma comprensible para el ciudadano, para entenderlo y ejercer el recurso, y finalmente el buen trato. Tambi¨¦n hay recorrido en todo lo relacionado con la participaci¨®n ciudadana.
P. En estos diez a?os usted ha vivido los ¨²ltimos coletazos de ETA y los primeros de la paz. ?Usted llamar¨ªa a este momento el de la reconciliaci¨®n?
R. De momento, no. Creo que tenemos que tener muy clara la realidad que hemos vivido. Y esa realidad es la de ETA y otros grupos terroristas que han ido desapareciendo, vulneraron los derechos de los ciudadanos sin ninguna causa. No hab¨ªa dos bandos, ha sido terrorismo. Primero hay que hacer el diagn¨®stico. Y a partir de ah¨ª hay que dar el tratamiento adecuado a todas las heridas aplicando y desarrollando la ley de Reconocimiento y Reparaci¨®n a las V¨ªctimas. Tambi¨¦n ha comenzado ya la reparaci¨®n a quienes fueron v¨ªctimas de la tortura, que es una realidad que ha existido, y de algunas actuaciones policiales. Y luego hay que hacer un justo ejercicio de memoria, teniendo a las v¨ªctimas muy presentes, para honrarlas y evitar que se repita. Pero todos aquellos que han justificado las acciones de vulneraci¨®n de los derechos humanos tienen que hacer autocr¨ªtica y reconocerlo. Esa ser¨¢ la mejor garant¨ªa de que esta sociedad se compacte nuevamente, de que llegue la reconciliaci¨®n.
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