Solo colecciones Guggenheim

Al igual que en la exposici¨®n inaugural, en octubre de 1997, el Museo Guggenheim Bilbao dedica todos sus espacios a obras de los fondos propios de los museos de la red Guggenheim. El arte de nuestro tiempo. Obras maestras de las colecciones Guggenheim ocupa desde este mi¨¦rcoles las tres plantas del edificio con m¨¢s de un centenar de obras para conmemorar el 20? aniversario de la firma del acuerdo de gesti¨®n entre las instituciones vascas y la Fundaci¨®n Solomon R, Guggenheim que ha regulado el funcionamiento del museo.

A las obras de la fundaci¨®n Guggenheim de Nueva York y las adquiridas por el museo de Bilbao, se ha incorporado una pieza del artista africamo Al Anatsui,? cedida por el Guggenheim de Abu Dabi, la ¨²ltima incorporaci¨®n a la galaxia Guggenheim. El arte de nuestro tiempo busca evocar la presentaci¨®n de obras propias que constituyeron la exposici¨®n inaugural, con la suma de las aportaciones de los ¨²ltimos a?os. En palabras del director de la Solomon R. Guggenheim, Richard Armstrong, se trata de "compartir tesoros". "La historia que cuenta la exposici¨®n es la de colecciones que se complementan", ha dicho.

La selecci¨®n de obras se ha ordenado cronol¨®gicamente a partir de las que muestran la presencia de los artistas de las vanguardias hist¨®ricas en los fondos de la Fundaci¨®n Guggeneheim. Han vuelto a las salas del Guggenheim Bilbao los kandinsky y las obras de Marc Chagall, Giacometti, Modigliani, L¨¦ger y Delaunay que en 1997 brillaron en la presentaci¨®n de los fondos que la fundaci¨®n de Nueva York prestaba a su socio en el Pa¨ªs Vasco como carta de presentaci¨®n.

Junto a las obras de las vanguardias se presentan en la tercera planta del museo las pinturas que se han considerado "los or¨ªgenes de las colecciones", en unas salas que fueron abiertas al p¨²blico el pasado septiembre. En ellas se muestran otras piezas que identifican las colecciones Guggenheim, como los ejemplos del expresionismo abstracto de Jackson Pollock, o el cuadro de grandes campos de color en amarillo y naranja de Mark Rothko, pintado en 1952-1953, que marca el arranque cronol¨®gico de los fondos adquiridos por el Guggenheim Bilbao.??

Las otras dos plantas recorren desde mediados del siglo XX hasta las compras m¨¢s recientes de las colecciones Guggenheim. La selecci¨®n recoge a viejos conocidos del Guggenheim Bilbao. Barcaza, de Robert Rauschenberg, se enfrenta en la misma sala a la colecci¨®n de lienzos de su amigo Cy Twombly que componen Nueve discursos sobre C¨®modo.? Las aproximaciones al pop art han llegado a los fondos del Guggenheim Bilbao con las piezas de Andy Warhol, James Rosenquist, Larry Rivers y Roy Lichtenstein y regresan a las salas de exposiciones parte de los cuadros del neoexpresionista alem¨¢n Anselm Kiefer,? la instalaci¨®n de Joseph Beuys Rayo iluminando un venado - completada en 1985, un a?o antes de su fallecimiento- o la colecci¨®n de pinturas de Georg Baselitz La se?ora Lenin y el Ruise?or, que como es habitual en el artista est¨¢n colgadas boca abajo.?

Las adquisiciones del Guggenheim Bilbao siguen en el recorrido con la sala dedicada a las fotograf¨ªas de Christian Boltanski, y las Sonrisas, de Alez Katz, una serie de 11 retratos de mujer.

Las instalaciones de Txomin Badiola, Cristina Iglesias y Mona Hatoum que aporta la colecci¨®n de Bilbao se presentan con las ¨²ltimas adquisiciones de la fundaci¨®n de Nueva York, que ampl¨ªan los l¨ªmites geogr¨¢ficos de las colecciones Guggenheim a ?frica y Asia. "Refleja el inter¨¦s creciente por la producci¨®n art¨ªstica a escala global", defienden los organizadores.?