¡°El ¡®Monstruo de Machala¡¯ volver¨¢ a matar y a violar¡±
Expertos crimin¨®logos aseguran que delinquir¨¢ al salir de prisi¨®n
Isabel Bascu?ana llam¨® a casa, como cada tarde cuando finalizaba sus clases de derecho en la Universidad de Lleida. No quer¨ªa nada, era un ritual diario, no cenar¨ªa en casa y s¨®lo informaba que iba a comprar un bocadillo, coger¨ªa el coche y en pocos minutos entrar¨ªa por la puerta de la casa de la urbanizaci¨®n de Alpicat donde viv¨ªa con sus padres. Nunca regres¨®. Esa llamada del martes 23 de noviembre de 2004 fue la ¨²ltima que hizo. Compr¨® el bocadillo y se dirigi¨® al parking donde guardaba su veh¨ªculo. Ni ella, ni nadie, sab¨ªa que aquella noche el vigilante del aparcamiento era Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, un asesino en serie que viol¨® y acab¨® con la vida de, al menos, ocho mujeres en Ecuador. Isabel se convirti¨® esa noche en su ¨²ltima v¨ªctima. Ha pasado una d¨¦cada desde que Chamba prosigui¨® su carrera asesina en Espa?a. El acusado permanece en una celda de la prisi¨®n barcelonesa de Quatre Camins, fue condenado a 45 a?os. Para los familiares de Isabel todo cambi¨® aquella noche. Expertos crimin¨®logos aseguran que Chamba volver¨¢ a matar y violar al salir de prisi¨®n.
Chamba era conocido en su Ecuador natal como El Monstruo de Machala. Precisamente en la ciudad de Machala mat¨® a 8 mujeres de entre 14 y 22 a?os. El asesino inici¨® su actividad criminal en 1988, justo despu¨¦s de abandonar el ej¨¦rcito y dedicarse a trabajar como taxista. Cecilia C. de 22 a?os fue su primera v¨ªctima, su error fue subir al taxi que conduc¨ªa Chamba. El asesino la mat¨® en una casa abandonada y despu¨¦s viol¨® su cad¨¢ver. Incluso acudi¨® al velatorio de la joven y dio el p¨¦same a la familia. Despu¨¦s de Cecilia vino Rosa, estudiante universitaria, y m¨¢s tarde otras dos ni?as de 14 y 16 a?os. Finalmente, cuatro j¨®venes m¨¢s.
Con todas ellas desarroll¨® el mismo esquema criminal. Con una violencia extrema, en algunos casos humillaba sexualmente a sus v¨ªctimas con un bast¨®n. Fue detenido en Ecuador donde se confes¨® culpable: ¡°Yo las violaba despu¨¦s de muertas, esa era mi satisfacci¨®n personal¡±, asegur¨® ante el tribunal. Fue condenado a 16 a?os de prisi¨®n pero s¨®lo estuvo entre rejas siete a?os ya que pudo acogerse a un beneficio penitenciario que le redujo, por buen comportamiento, la condena a la mitad y, adem¨¢s, gracias al jubileo del a?o 2000 se les indult¨® un a?o m¨¢s. Chamba pudo limpiar sus antecedentes penales y se traslad¨® hasta Lleida donde poder empezar una nueva vida sin que nadie recordara sus atrocidades.
En septiembre de 2004 empez¨® a trabajar como vigilante de parking en un complejo pr¨®ximo al Campus Universitario de Cappont de Lleida. El lugar donde aparcaba la estudiante de derecho Isabel Bascu?ana. El 23 de noviembre de 2004 fue la ¨²ltima vez que su padre la vio con vida. ¡°Por la tarde se march¨® y ya no volvi¨®, es una herida que tengo abierta y no se volver¨¢ a cerrar nunca m¨¢s, en ese parking fue donde la bestia cogi¨® a mi hija y nos desgraci¨® la vida a todos¡±, recuerda Vicente Bascu?ana.
El padre de la joven rememora cada d¨ªa la tr¨¢gica muerte de su hija y con el tiempo ha pasado por diferentes estadios. Ahora casi no habla del asesinato ni siquiera con sus hijos. A¨²n as¨ª pretende ser ¨²til para que no vuelva a pasar algo parecido e intenta apoyar a las familias que pasan por una situaci¨®n semejante. ¡°He estado con los padres de Marta del Castillo porque cuando te roban a t¨² hija de esta forma se te viene el mundo encima¡±, sentencia. Bascu?ana tiene claro que la muerte de su hija se podr¨ªa haber evitado si la administraci¨®n ecuatoriana hubiera actuado ¡°correctamente¡±. Pero adem¨¢s, Bascu?ana sabe que d¨ªas antes de la muerte de su hija ¡°Chamba intent¨® ahogar a una prostituta que pudo escaparse gracias a otra joven y un cliente. Si le hubieran denunciado mi hija estar¨ªa viva¡±. Por esa tentativa Chamba fue penado tambi¨¦n. Vicente Bascu?ana sabe que condenaron a Chamba a 45 a?os y no llegar¨¢ a 25 a?os de prisi¨®n. A¨²n le dar¨¢ tiempo de matar a alguien m¨¢s¡±.
El presidente de la Sociedad Espa?ola de Investigaci¨®n de Perfiles Criminol¨®gicos, Juan Francisco Alcaraz, tiene la misma opini¨®n que Bascu?ana. ¡°Volver¨¢ a reincidir, la ¨²nica soluci¨®n es que no pueda salir nunca de prisi¨®n¡±. El crimin¨®logo tiene muy claro que Chamba es un asesino en serie que act¨²a dentro de los par¨¢metros de un s¨¢dico sexual.
Adentrarse en la mente del asesino es complicado pero Alcar¨¢z es capaz de perfilar al ecuatoriano con algunos trazos: ¡°odia a la mujeres y m¨¢s cuando rechazan sus solicitudes sexuales, esto se refleja en sus actos s¨¢dicos post-mortem y su forma de matarlas¡±. El experto tiene claro que los cr¨ªmenes de Chamba no se pudieron evitar ya que los criminales de este tipo ¡°son los que denominamos ¡®camaleones¡¯ capaces de pasar inadvertidos entre la sociedad¡±.
Conforme se va acercando la fecha, la familia Bascu?ana recuerda cada vez m¨¢s la muerte de Isabel. S¨®lo queda espacio para el recuerdo y la indignaci¨®n: ¡°No tengo miedo de nada, s¨®lo a que a otro le pase lo que a m¨ª; Estas leyes que tenemos no nos las merecemos¡±, sentencia Vicente Bascu?ana.
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