Viaje en el tiempo en un club privado

¡°A veces nos aferramos tanto al pasado que no disfrutamos del presente. Nos cuesta vivir cada instante¡±, dice Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo tratando de explicar el tema de su primera obra de teatro como director, que comenz¨® su periplo sobre las tablas el pasado viernes y se podr¨¢ ver durante tres fines de semana en el Club Privado A.R.G.O, situado en el n¨²mero siete de la Plaza de Santa Ana. Inma Cuesta y Hugo Silva protagonizan esta comedia rom¨¢ntica con toques de ciencia ficci¨®n, inspirada en Ada Coleman, la barmaid m¨¢s famosa del mundo y creadora del c¨®ctel que da nombre a la funci¨®n: Hanky Panky.

¡°Un Hanky Punky. Hace tiempo que no me lo ped¨ªan¡±, dice Cuesta convertida en camarera. Enfrente, d¨¢ndole la r¨¦plica, Silva. ¡°?En qu¨¦ a?o estamos?¡±, pregunta ¨¦l. El extra?o cliente explica su desorientaci¨®n temporal. Es un viajero involuntario que lleva 33 de sus 70 a?os vagando por el tiempo y el espacio. Pero su apariencia f¨ªsica se qued¨® congelada en los 37, el momento en el que empezaron los vaivenes temporales. Entonces estaba con la que considera ¡°la mujer de su vida¡± y ¡°lo ¨²nico que ambiciona es volver a ese momento para poder retomar la relaci¨®n perdida¡±, se?ala el director. ¡°Lo vive como una enfermedad. No ve nada po¨¦tico, ni rom¨¢ntico en los viajes en el tiempo¡±

Como contrapunto a Silva, S¨¢nchez Ar¨¦valo ide¨® el personaje Melania Deocal, la elegida entre 300 actores que se presentaron a un casting promocionado por las redes sociales. ¡°Ella representa todo lo contrario a Hugo. Tambi¨¦n es una viajera en el tiempo, pero disfruta de todas las experiencias. Saca algo bueno de cualquier sitio en el que caiga¡±, ilustra el director y guionista de Primos, La gran familia espa?ola o Azul oscuro casi negro. ¡°Para m¨ª siempre ha sido muy importante dar oportunidades a gente nueva. Creo que hay mucho talento entre los int¨¦rpretes, pero es muy dif¨ªcil acceder a las pruebas, hay muchos filtros¡±, apunta. Y aunque, originalmente el tercer personaje estaba pensado para un chico, la ¡°espontaneidad¡± y ¡°frescura¡± de Deocal hicieron que S¨¢nchez Ar¨¦valo reescribiera su idea inicial.

El reto ha sido may¨²sculo para Deocal, que se ha estrenado ¡°por la puerta grande¡±, como ella misma lo define. Pero no ha sido menos para Cuesta y Silva, novatos tambi¨¦n en el formato de microteatro. Ambos se han subido a las tablas en m¨¢s de una ocasi¨®n, pero nunca hab¨ªan experimentado un contacto tan directo con el p¨²blico. Ni los a?os, ni la experiencia parecen haberles robado la sensaci¨®n de nerviosismo antes de salir a escena. ¡°Yo no he podido desayunar de los nervios, con eso te lo digo todo¡±, confesaba Cuesta el d¨ªa del estreno. Silva le daba la raz¨®n: ¡°Estoy demasiado acostumbrado a los rodajes y a las c¨¢maras. Todo lo que es aqu¨ª y ahora, como el teatro me provoca mucha ansiedad¡±. Ambos aceptaron el reto sin haber le¨ªdo una sola l¨ªnea del guion. ¡°Dani (S¨¢nchez Ar¨¦valo) es un valor seguro¡±, explica Cuesta, que ya coincidi¨® con el director madrile?o en el rodaje de Primos.

Cuando los promotores de la segunda edici¨®n de Tanqueray Stage, una iniciativa de la empresa fabricante de ginebra, le propusieron a S¨¢nchez Ar¨¦valo la idea de crear una obra de unos 20 minutos pens¨® que hab¨ªa ¡°gato encerrado¡±. ¡°Me dijeron que ten¨ªa libertad creativa absoluta para contar la historia que quisiera con los actores que yo eligiera¡±, aclara el guionista, a quien le parece ¡°muy bien que las empresas no solo patrocinen, sino que inviertan dinero en crear cultura. Y que entiendan que eso es bueno para la imagen de su marca¡±. Las entradas para todas las funciones se vendieron en solo una hora.?

Para S¨¢nchez Ar¨¦valo, que ya hab¨ªa escrito otra obra de microteatro que dirigi¨® Ra¨²l Ar¨¦valo, este ha sido un paso decisivo para ampliar sus registros y dirigirse hacia un medio que considera el m¨¢s adecuado para ¨¦l. ¡°Como cineasta en lo que m¨¢s ¨¦nfasis pongo es en el guion y en la direcci¨®n de actores y el teatro es texto e interpretaci¨®n. Me siento muy en mi salsa¡±, asegura. Y deja entrever que esta no ser¨¢ la ¨²ltima vez que se ponga entre bambalinas.?