Otro modelo de autenticidad

Hace unos meses Annie Clark, conocida como St. Vincent, intent¨® atrapar un rat¨®n en su apartamento del East Village neoyorquino enarbolando una antolog¨ªa de Dylan Thomas. Esa escena risible y extra?a podr¨ªa definirla: del hospital de Manhattan donde muri¨® el poeta tom¨® su nombre art¨ªstico, pero titul¨® su primer disco Marry me, (2007) el nombre deun gag de la serie c¨®mica Arrested development. ¡°Uso la poes¨ªa como empleo la religi¨®n, para buscar una mitolog¨ªa compartida y misteriosa al margen de que no crea en los dogmas inventados para luchar contra el miedo a la muerte. Y por eso me gusta re¨ªrme, no con chistes de tortazos, pero s¨ª con reflexiones divertidas y tristes como las de Louis CK¡±, explica.

El lunes, antes de defender su cuarto y hom¨®nimo disco en Barcelona (hoy lo hace en Madrid), esta superdotada del pop contesta alternando monos¨ªlabos, risitas, cuchicheos m¨ªsticos y tacos emitidos con voz dulce. D¨ªas atr¨¢s, St. Vincent bromeaba en Twitter con la idea de que todos los m¨²sicos se han despertado alguna vez en un hotel extranjero con la cama espolvoreada de patatas fritas y empu?ando media barra de Toblerone. ¡°S¨¦ en que ciudad estoy, pero no s¨¦ si cerca o lejos de la sala donde tocar¨¦¡±, confiesa adormilada. No es extra?o: un d¨ªa act¨²a con Nirvana en la ceremonia del Rock and Roll Hall of Fame, otro visita una sala de proyecciones que le han abierto para que componga una canci¨®n para la pr¨®xima pel¨ªcula de Bill Murray (al final no sali¨®) y otro aparece en el programa Saturday Night Live.

En septiembre de 2013 visit¨® Espa?a con David Byrne, a quien present¨® como ¡°un Johnny Cash feliz¡±. Interpretaron su disco conjunto Love this giant y el virtuosismo con la guitarra y los movimientos de aut¨®mata de esta artista de 32 a?os funcionaban como contraste de la espontaneidad coreografiada del veterano l¨ªder de Talking Heads: ¡°Se me acerc¨® en 2009 para decirme que uno de mis videoclips le parec¨ªa horripilante¡±, bromea, aunque a?ade: ¡°Nada en ¨¦l es torpe¡±.

St. Vincent creci¨® en Texas ¡°siendo una freak, para defenderme en un lugar tan conservador¡±. Y recuerda cuando un amigo de su hermano trajo un ced¨¦ a casa. En ese disco se dec¨ªa: Estoy tan feliz, porque hoy he encontrado a mis amigos. Est¨¢n en mi cabeza¡±. Era Nevermind de Nirvana. ¡°Solo ten¨ªa nueve a?os y me volvi¨® loca¡­ lo escuchamos miles de veces al lado de la rampa de skate del patio trasero¡±. En abril, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s de aquella escena, interpret¨® Lithium con Krist Novoselic y Dave Grohl, los supervivientes del tr¨ªo, en su primer concierto juntos desde el suicidio de Kurt Cobain. ?ste era un feminista confeso, as¨ª que la elecci¨®n de St. Vincent para suplirle ten¨ªa sentido. M¨¢s ahora, cuando tanto se habla de ese feminismo pop que abanderan divas como Beyonc¨¦ y actrices como Emma Watson: ¡°Estoy m¨¢s a favor de mostrar el feminismo con tus actos que con discusiones ling¨¹¨ªsticas, pero me parece important¨ªsimo que un t¨¦rmino tan difamado se haya vuelto mainstream¡±.

La gente paga el salario de un d¨ªa por verme. Quiero darles un gran show

Por diferentes motivos a Annie Clark la comparan con frecuencia con David Bowie, sobre quien dar¨¢ una charla en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Chicago: ¡°Siempre se reinventa y expande las fronteras de la m¨²sica pop¡±. Bowie era tildado de fr¨ªo, pero cuando (encaramado a unas plataformas) interpret¨® Starman en el Top of The Pops de 1974 y se?al¨® a la c¨¢mara para soltar ¡°?ten¨ªa que llamar a alguien, as¨ª que te eleg¨ª a ti!¡±, millones de adolescentes enloquecieron. Clark canta en segunda persona del singular para buscar esa misma empat¨ªa no exenta de teatralidad: ¡°Hay muchas formas de llegar a la autenticidad. Solo por llevar barba y camisa de cuadros no ser¨¢s m¨¢s aut¨¦ntico. La gente paga el salario de un d¨ªa para verme, as¨ª que quiero ofrecerles un gran show¡±.

En esta ¨²ltima gira, Clark se sienta en un trono rosa vestida como si fuera el l¨ªder de un futuro dist¨®pico. ?C¨®mo se imagina en 2040? ¡°?Oh, dios! ?Viviendo en Neptuno? ?Muerta?¡±, r¨ªe, ¡°No dejar¨¦ de tocar. Y tampoco creo que la gente deje de escuchar m¨²sica: no es un lujo, es una necesidad¡±.

St. Vincent act¨²a hoy en Joy Eslava (Arenal, 11) a las 21.00. Entradas anticipadas, 24 euros.