Las cosas del saber
La nueva sede del Museo Nacional de la Ciencia y Tecnolog¨ªa, en Alcobendas, ofrece un repaso por la historia cient¨ªfica a trav¨¦s de sus objetos
¡°La evoluci¨®n de la ciencia y la tecnolog¨ªa nos afecta todos los d¨ªas pero la gente no es tan consciente como creemos. Sobre todo los j¨®venes: piensan que las cosas siempre han sido as¨ª y luego alucinan cuando vienen y ven algo no tan viejo como los carretes fotogr¨¢ficos¡±, dice Pepa Jim¨¦nez, conservadora del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (Muncyt). Una buena parte de su nueva sede, en Alcobendas, se dedica a la exposici¨®n de 550 de las 17.000 piezas que forman parte de la colecci¨®n, todas ellas relacionadas con el mundo cient¨ªfico-t¨¦cnico, y que el p¨²blico podr¨¢ visitar a partir del 12 de diciembre.
En la secci¨®n Lo peque?o grande se ve grande se muestra la evoluci¨®n desde el microscopio ¨®ptico hasta el electr¨®nico, en Ruedas vemos algunos veh¨ªculos antiguos, como el afilado autom¨®vil de carreras Abarth OT 2000, de 1966, una flecha de color rojo que se utilizaba en carreras de monta?a, un veloc¨ªpedo del siglo XIX o una moto Bultaco. Un viejo tel¨¦fono m¨®vil tan grande como una gu¨ªa telefon¨ªa, un Motorola de 1985, nos recuerda a qu¨¦ velocidad vertiginosa evoluciona la tecnolog¨ªa y se mete en nuestros bolsillos: se ve en la secci¨®n Tecnoevoluci¨®n El progreso desde la linterna m¨¢gica hasta la c¨¢mara de cine, pasando por el daguerrotipo o la c¨¢mara oscura, se muestra en la secci¨®n Fascinaci¨®n. Hay muchas m¨¢s. ¡°Nos interesa la historia de la ciencia¡± dice Jim¨¦nez, ¡°pero sobre todo en relaci¨®n con la sociedad y la vida cotidiana de las personas¡±.
Esta nueva sede el Muncyt viene a sumarse a la de A Coru?a y a ampliar la peque?a sala que en Madrid tiene en un anexo del Museo del Ferrocarril de Delicias. All¨ª siguen la biblioteca, el almac¨¦n y el archivo, pero la parte expositiva ahora ocupa el edificio que hasta hace poco ocupaba el museo cient¨ªfico Cosmocaixa, de la Obra Social La Caixa, que cerr¨® sus puertas en enero tras 13 a?os de divulgaci¨®n. Recib¨ªa unos 300.000 visitantes anuales.
De los anteriores inquilinos heredan la parte interactiva, esa tan com¨²n en los museos cient¨ªficos cuyo lema es ¡°prohibido no tocar¡±, y con la ayuda de la cual el visitante puede conocer de primera mano los principios fundamentales de la ¨®ptica, las ondas o la energ¨ªa. ¡°Hay muchas casas de ciencia que muestran este lado m¨¢s l¨²dico e interactivo¡±, dice la directora Mari¨¢n del Egido, ¡°pero lo que nos diferencia es nuestra colecci¨®n hist¨®rica. Hac¨ªa falta una instituci¨®n que velara por este patrimonio en Espa?a. Un material que muchas veces se consideraba obsoleto, pero que es testimonio de nuestra historia¡±.
El p¨²blico podr¨¢ visitar el nuevo centro a partir?del 12 de diciembre
La parte interactiva dialoga con una recreaci¨®n de un gabinete cient¨ªfico del siglo XIX, con sus vitrinas de cristal y su madera recia, en los que muchas veces se hac¨ªan las mismas experiencias cient¨ªficas que hoy se reproducen en el museo. El Museo ofrece una exposici¨®n temporal, este a?o dedicada a la Biotecnolog¨ªa.
El Museo se cre¨® en 1980 y en 1982 recibi¨® la primera pieza. Desde entonces la colecci¨®n no ha parado de crecer mediante donaciones de particulares o instituciones como el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, colegios o universidades, tambi¨¦n mediante algunas compras. ¡°Es dif¨ªcil educar y apasionar en ciencia¡±, dice Del Egido, ¡°y es necesario, entre otras cosas, hacer entender que la ciencia no es un gasto sino una inversi¨®n. Tenemos mucho en lo que trabajar y mejorar: solo el 15,6% de la poblaci¨®n tiene inter¨¦s en la ciencia. Mucha gente no la entiende y prefiere no acercarse¡±.
Sorprende que ante los continuos recortes en cuestiones de investigaci¨®n cient¨ªfica haya presupuesto para un nuevo museo, pero seg¨²n explican desde la instituci¨®n, que depende la Fundaci¨®n para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa (y en ¨²ltima instancia de la Secretar¨ªa de Estado de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n), el presupuesto apenas ha variado (1.200.000 euros anuales). El edificio se encuentra cedido por el Ayuntamiento de Alcobendas, mientras que la Obra Social La Caixa seguir¨¢ colaborando con una aportaci¨®n de 1,8 millones de euros durante los pr¨®ximos a tres a?os. A partir del tercer a?o ofrecer¨¢ en esta sede algunas de sus exposiciones itinerantes.
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