Agradable canto a las heridas emocionales
La candidez de Sharon Van Etten cautiv¨® en el Foyer del Liceo
De libro. Cantautora indie de libro. Hablaba quedamente, con el aire de Blancanieves descubriendo asombrada la Carroza que considera casi inmerecida. Tierna contadora de chistecillos fl¨¢cidos que gesticulaba con el guitarrista y bromeaba puerilmente cuando la banda la dejaba sola en el escenario, ¡°os echar¨¦ en falta¡±, casi musitaba en el mismo tono tenue con el que manifestaba haber descubierto un restaurante en la ciudad, maravillosa por supuesto, en el que hab¨ªa comido nice food. Como una ni?a que descubre el regalo so?ado bajo el ¨¢rbol, Sharon Van Etten pasaba Barcelona casi de puntillas, con esa sensibilidad de manual contempor¨¢neo para almas puras. Desencanto reci¨¦n descubierto, una alfombra para la ternura en tiempos de post-acn¨¦.
Su concierto se encaj¨® en el ciclo M¨²sicas Sensibles, nombre que pasar¨¢ a los anales de la historia por sugerir que hay m¨²sicas insensibles. Debe tratarse de todas aquellas que no abordan confesionalmente los sinsabores de la desaz¨®n sentimental. Este es el ¨¢mbito de Sharon, una vocalista muy capaz, de entonaciones cambiantes y dulce registro que adapta tanto a texturas ac¨²sticas como el¨¦ctricas. ?stas ¨²ltimas se construyen en crescendos que sin tener el poder de Cat Power pueden, t¨ªmidamente, evocarlo mientras que las ac¨²sticas sit¨²an a la artista de Brooklyn en un ¨¢mbito de folk urbano sobre los que una sensibilidad encallecida har¨ªa diana con dardos cargados de iron¨ªa.
El concierto fue extraordinariamente agradable. Un masaje en tienda ecol¨®gica. Save yourself y Break me destacaron antes de un ramillete de piezas con Sharon en solitario, sin el concurso de unas segundas voces que en el resto del repertorio brillaron dando nuevos ¨¢ngulos a su entonaci¨®n. La versi¨®n del Perfect day no pasar¨¢ a los anales, pero dio paso a la parte m¨¢s el¨¦ctrica del recital, la que aport¨® m¨¢s carnalidad, siempre comedida, a un repertorio y una actitud que en cierto modo cojea por consabida. Tanto como que un concierto indie ha de ser corto, como fue el caso. Menos de hora y media para somatizar penas en p¨²blico. Mil veces visto, pero no por ello menos agradable.
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