El juez aprueba el concurso del mayor rascacielos de Benidorm
El edificio InTempo se alza frente a la playa de Poniente de la ciudad tur¨ªstica La suspensi¨®n ser¨¢ administrada por el despacho que se encarg¨® del de Martin Fadesa
Olga Urbana, la promotora del edificio que corona Benidorm, est¨¢ en manos de la abogada que gestion¨® los concursos de acreedores de Martin Fadesa, la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia empresarial espa?ola, o el Grupo Llanera, otro s¨ªmbolo del auge y ca¨ªda del sector inmobiliario espa?ol. El juzgado n¨²mero uno de lo Mercantil de Alicante ha pedido a Antonia Magdaleno, una de las letradas que m¨¢s intervenciones concursales atesora en Espa?a, que tome el control de una compa?¨ªa que no presenta cuentas desde 2009 y a la que se le presupone una deuda de 100 millones de euros.
El concurso se origin¨® a petici¨®n de la Sociedad de Gesti¨®n de Activos Procedentes de la Reestructuraci¨®n Bancaria (Sareb, popularmente conocido como banco malo), que se qued¨® en diciembre de 2012 con la deuda que Olga Urbana manten¨ªa con NCG Banco (antigua Nova Caixa Galicia). La promotora se encuentra en una situaci¨®n de insolvencia y es incapaz de rematar un edificio al que solo le faltaba un 7% de la obra prevista cuando la Sareb asumi¨® el pasivo de la mercantil y que deb¨ªa ser el rascacielos residencial m¨¢s alto de la Uni¨®n Europea.
En el plazo de dos o tres meses, la promotora tendr¨¢ que ofrecer claridad en las cuentas que hay detr¨¢s de este tit¨¢n de hormig¨®n, en realidad dos torres que se levantan en el aire confluyendo en una especie de diamante gigantesco a 200 metros de altura. La empresa, se encuentra en una situaci¨®n de impago generalizado, duro destino para un edificio que en su web promocional todav¨ªa se anuncia como "un incuestionable estandarte de futuro" en la playa de Poniente de Benidorm.
El presente del rascacielos, de momento, pasa por conocer si su promotora tiene viabilidad y las posibilidades de alcanzar un acuerdo con su principal acreedor, la Sareb, o puede ser directamente liquidada. Magdaleno, cuyo despacho tiene sede en Valencia y oficinas en Madrid, Barcelona y Bilbao, no es ajena a estos procesos dentro y fuera del mundo inmobiliario habiendo participado en sonadas quiebras como la del grupo constructor Urazca o Grupo Marsans. La letrada administr¨® las cuentas del expresidente de Marsans y exjefe de la patronal espa?ola, Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, hoy en prisi¨®n a la espera de juicio por supuestamente vaciar Marsans para eludir el pago a los acreedores.
La historia del InTempo es paradigm¨¢tica dentro de la locura por el ladrillo en la que se sumi¨® Espa?a y la Comunidad Valenciana, o Alicante en particular. InTempo vive el sino de todos los proyectos llamados a ser un hito en Benidorm, la ciudad europea con mayor concentraci¨®n de rascacielos. Le pas¨® a Torre Lugano, que acab¨® en un rosario de denuncias por parte de los propietarios; o al edificio Bali, el m¨¢s alto hasta que lleg¨® el InTempo y que tard¨® 15 a?os en construirse.
El proyecto se ha convertido en un culebr¨®n del que incluso existe un documental realizado por Kono Estructuras, la mercantil que levant¨® el inmueble y a la que Olga Urbana debe un mill¨®n de euros. Son m¨²ltiples las denuncias de los proveedores y un juez lleg¨® a emitir una orden de detenci¨®n contra el principal administrador de Olga Urbana, Jos¨¦ Ignacio de la Serna, por no presentarse en un juicio alegando enfermedad. Los propios socios solidarios del proyecto acabaron peleados en una carrera por ver qui¨¦n vend¨ªa antes el edificio a inversores extranjeros, grupos financieros que, tras ser anunciados, o bien no exist¨ªan o se echaron para atr¨¢s. Y todo comenz¨® con la constituci¨®n de Olga Urbana con un capital de 3.100 euros y la petici¨®n de un cr¨¦dito de 93 millones para levantar un rascacielos que hasta los arquitectos abandonaron a mitad de proyecto.
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