Sin rastro de Santa Teresa en el monasterio de Pedralbes

¡°Me gustar¨ªa que Santa Teresa hubiera sido abadesa de Pedralbes, porque le dar¨ªa m¨¢s importancia a este monasterio de la que ya tiene¡±, asegura Anna Castellano, conservadora jefe de este equipamiento religioso-cultural de Barcelona. Castellano se refiere a las afirmaciones lanzadas desde el Institut Nova Historia que aseguran que la santa ¡ªde la cual se celebran en 2015 los 500 a?os de su nacimiento¡ª y la abadesa del monasterio barcelon¨¦s Teresa de Cardona Enr¨ªquez son la misma persona, y por lo tanto, la de ?vila era en realidad catalana.

As¨ª es. Santa Teresa y personajes de la cultura castellana como Crist¨®bal Col¨®n, Cervantes, Am¨¦rico Vespucio, Hern¨¢n Cort¨¦s, Bartolom¨¦ de las Casas y Magallanes, entre otros muchos, son objeto del inter¨¦s de entidades como la Fundaci¨® d¡¯Estudis Hist¨°rics de Catalunya, el Cercle Catal¨¤ d¡¯Hist¨°ria y el Institut Nova Historia que mantienen que todos ellos, en realidad eran catalanes, pero la censura historiogr¨¢fica los ha acabado convirtiendo en espa?oles. Incluso el gran pintor y humanista, en principio, florentino, Leonardo da Vinci era catal¨¢n; la Mona Lisa, en realidad un retrato de Isabel de Arag¨®n, hija del valenciano Ferran de N¨¢poles y el paisaje que aparece pintado al fondo de la famosa pintura no es otro que el de la monta?a de Montserrat. De esta cada vez m¨¢s larga lista no se salva ni Marco Polo que, seg¨²n se asegura, en realidad fue Jaime Alarich, un comerciante de Perpi?¨¢n al que el rey Jaime I, emparentado con la dinast¨ªa mongol de los Yuan, envi¨® a China como embajador.

Para Jordi Bilbeny, fundador y cabeza visible de Nova Historia desde 2008, Teresa de Cardona Enrique (1492-1562), hija Joan Ramon Folch, duque de Cardona y prima hermana del rey Ferran II de Arag¨®n (el Cat¨®lico), que estuvo a punto de casarse con Lorenzo II de Medicis y fue abadesa de Pedralbes entre 1521 hasta que muri¨®, era, en realidad Santa Teresa (1515-1582), por lo que la monja p¨ªa y pobre, famosa por su vida austera, de golpe se convierte en una princesa catalana pasada a la vida religiosa. Seg¨²n Bilbeny, esta teor¨ªa ¡°de entrada puede parecer una astracanada¡±. Por eso, asegura, pronto aportar¨¢ pruebas. Hasta ahora las ¨²nicas que ha puesto sobre la mesa son que Santa Teresa no escrib¨ªa bien en castellano y que ha localizado una rondalla, recopilada en un libro a comienzos del siglo XIX en la que se incorpora La caixeta de Santa Teresa, una copla popular en la que se dice textualmente: ¡°Diu que Santa Teresa no en tenia prou de ser abadessa i doctora; volia ser tamb¨¦ confessora¡±, pero hasta ahora nada m¨¢s.

La documentaci¨®n conservada no permite relacionar a las dos monjas

¡°De Col¨®n no puedo decir si era catal¨¢n o genov¨¦s, porque de lo que no s¨¦ no hablo, pero de Teresa de Cardona s¨ª¡±, asegura Castellano que lleva vinculada con el monasterio de Pedralbes (Petras Albas en lat¨ªn), m¨¢s de 34 a?os, desde que realiz¨® su tesis doctoral sobre el principal monasterio barcelon¨¦s. ¡°Si hay pruebas sobre la presencia de la santa en este monasterio, me encantar¨ªa verlas¡±, comenta la investigadora.

Seg¨²n Castellanos, la documentaci¨®n conservada de los cuarenta y un a?os del mandato de esta abadesa es muy poca y se refiere no tanto a su persona ¡ªdesde siempre, una tradici¨®n que se ha mantenido hasta ahora, las monjas clarisas queman todos los objetos de la reci¨¦n fallecida¡ª, sino a lo que esta realiz¨® en el monasterio en el tiempo que fue abadesa. Teresa de Cardona ¡ªque si se sabe que fue una monja ¡°formada en letras, ciencia y virtudes¡±, seg¨²n Sor Eul¨¤lia Anzizu que escribi¨® una historia del monasterio en el siglo XIX¡ª, renov¨® los libros de coro alrededor de 1529 y continu¨® con las obras de mejora en el monasterio, sobre todo la construcci¨®n, en 1532 del tercer piso del claustro, adem¨¢s del tejado de madera del dormitorio, colocando un artesonado que bajaba el techo de la estancia para evitar el fr¨ªo en invierno por estar orientado hacia el norte. Para recordar qui¨¦n lo encarg¨® la abadesa mand¨® pintar en este artesonado su escudo ¡°con las armas de los Arag¨®n, Cardona, Prades y Pallars de la familia paterna y de los Enr¨ªquez de la materna¡±, explica Castellanos.

La santa de ?vila era de la orden de las carmelitas y las de Pedralbes clarisas

Existen un par de cosas que de entrada son insalvables. Por un lado las fechas. Teresa de Cardona falleci¨® en 1562 y Teresa de Jes¨²s en 1582, veinte a?os despu¨¦s, d¨¢ndose el caso que algunos de los libros escritos por la santa, como El libro de la vida o Las moradas, son posteriores al a?o en el que muri¨® la abadesa de Pedralbes y por lo tanto no los pudo escribir. Por otro, las dos pertenecen a ¨®rdenes religiosas diferentes: mientras que Santa Teresa est¨¢ vinculada a la de las carmelitas: de la que reform¨® la orden y cre¨® el primer convento de Carmelitas Descalzas. Por otro lado, todas las monjas del monasterio de Pedralbes, desde que la reina Elisenda de Montcada fund¨® el monasterio en 1326, han pertenecido a la orden de las clarisas.

Castellanos concluye asegurando que nadie de Nova Historia ni de ninguna de estas entidades que investigan el pasado de Catalu?a y la defienden la censura de la historiograf¨ªa hacia lo catal¨¢n, ha pedido consultar el magn¨ªfico archivo que conserva el monasterio. ¡°Conmigo no han hablado nunca para saber nada sobre Teresa de Cardona¡±, remacha.