Navidades en la iglesia por ¡°pan, trabajo y dignidad¡±
Activistas de las marchas por la dignidad acampan en la Bas¨ªlica del Pi de Barcelona
Una de la tarde de la v¨ªspera de navidad. Las calles que rodean la Bas¨ªlica del Pi de Barcelona bullen de actividad. Los turistas van de compras o deambulan por las callejuelas de piedra. Algunos se paran delante de la puerta principal del templo, frente a la mesa que ha colocado un grupo de activistas de las marchas por la dignidad de Catalu?a. ?Su reclamaci¨®n? ¡°Pan, trabajo, techo y dignidad¡±, afirma Mariano L¨®pez, uno de los participantes en la protesta.
El grupo empez¨® el pasado mi¨¦rcoles un encierro en la Iglesia. ¡°Hemos hablado con el p¨¢rroco, y nos dejar¨¢ quedarnos a dormir esta noche y la del 27, a condici¨®n de que nos marchemos el 25 y el 26¡±, explica Josep Bel, portavoz del grupo y miembro del movimiento. ¡°Estamos aqu¨ª para hacer visibles nuestras reclamaciones¡±, asegura Bel. El d¨ªa despu¨¦s de San Esteban, de hecho, han organizado para las 12 de la ma?ana una rueda de prensa frente al templo, a la que asistir¨¢ Ada Colau, l¨ªder de Guayem, adem¨¢s de los dirigentes de Proc¨¦s Constituent, Teresa Forcadas y Arcadi Oliveres, y el diputado de Esquerra Unida i Alternativa David Companyon. El encierro es parte de las movilizaciones previas a la pr¨®xima Marcha por la Dignidad, que se celebrar¨¢ el 22 de marzo en Madrid.
L¨®pez, de 49 a?os, se considera afortunado por tener un trabajo en la brigada municipal de su municipio, Sant Vicen? dels Horts (Barcelona), aunque asegura con una media sonrisa que no llega a final de mes. ¡°Con los 980 euros que cobro a veces no me llega para pagar el alquiler y sostener a mis dos hijas, y tengo que pedir a mi madre un adelanto para pagar la luz¡±, sostiene L¨®pez, quien asegura indignarse cada vez que muchos de sus vecinos se quedan sin luz y agua. ¡°Siempre me he considerado parte de la clase obrera¡±, a?ade con orgullo este activista.
Los activistas han convocado una protesta para el 27 de diciembre
Juan S¨¢nchez es una de esas personas a las que se refiere L¨®pez. De 47 a?os, su rostro moreno, surcado por las arrugas, denota una vida de trabajo y vicisitudes. Una trayectoria truncada por el paro. Hace cinco a?os que este vecino del Prat de Llobregat (Barcelona) se encuentra desempleado, despu¨¦s de a?os de trabajo como pintor industrial y carretillero. Desde hace tres, S¨¢nchez solo cuenta con una renta m¨ªnima de inserci¨®n de 326 euros. Con ella debe proveer para su mujer, sus tres hijos y un nieto nacido hace 11 meses. ?C¨®mo lo logra? ¡°Por suerte mi suegro nos alquila el piso por 150 euros, esto me ayuda con la vivienda¡±. Para la comida ¨¦l y su familia dependen de los alimentos que distribuye la iglesia en el municipio, y de la ayuda que les pueda ofrecer su suegro, pensionista.
El ambiente delante de la Bas¨ªlica es alegre. Los activistas, que han extendido sobre las baldosas de la plaza del Pi una pancarta que reza ¡°Repartid el Trabajo¡±, se encuentran esperanzados. Las reacciones de los paseantes oscilan entre la sorpresa del turista y el inter¨¦s de alg¨²n vecino, que recoge los panfletos que reparten los activistas. La protesta, adem¨¢s, cuenta con el apoyo de otros miembros de las marchas por la dignidad. ¡°Algunos compa?eros han tra¨ªdo turrones y jam¨®n¡°, cuenta L¨®pez.
Un manifestante cuenta con 326 euros para sostener a su familia
Entre los participantes en la protesta, adem¨¢s, se cuentan miembros de otras plataformas. Es el caso de Enric S¨¢nchez, un yayoflauta barcelon¨¦s. ¡°A muchas personas les han cortado la luz y el agua, o tienen dificultades para pagar el butano y el gas. ?Y esto en el siglo XXI!¡±, protesta.
La barba blanca de S¨¢nchez le da un aspecto reflexivo. Sin embargo, por dentro bulle de indignaci¨®n. ¡°He estado cotizando 45 a?os en la seguridad social, y me han quedado 670 euros de jubilaci¨®n. ?Es muy poco para alguien que se ha pasado toda su vida trabajando!¡±, lamenta este ex dise?ador gr¨¢fico. ¡°Ellos [los pol¨ªticos] no pueden estar cambiando las leyes cada vez que llegan al cargo. Estaba pactado que nuestras pensiones subieran con el IPC, y va el Gobierno y dice que a partir de ahora solo lo har¨¢n el 0,25%. ?Es ileg¨ªtimo!¡±, exclama.
Juan S¨¢nchez sigue buscando trabajo, pese a que asegura que despu¨¦s de haber llegado a los 40 le consideran ¡°un inv¨¢lido¡±. Echa curr¨ªculos en empresas de El Prat. Busca entre las ofertas de empleo del SOC. Y aspira a asegurar el sustento de su mujer y sus hijos. ¡°Solo espero un trabajo para cada familia, que tenga para comer¡±.
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