Ceres, el juez tranquilo
El magistrado conservador que apunta a 45 excargos de la Generalitat y del PP en G¨¹rtel fue censurado en su d¨ªa por archivar la causa contra Camps
¡°Pepe, ¨¦sta es tu oportunidad de redimirte¡±. La frase se la dijo el juez Jos¨¦ Flors al tambi¨¦n magistrado Jos¨¦ Ceres en 2011, cuando la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), a la que ambos pertenec¨ªan, acababa de poner en manos del segundo la investigaci¨®n del grueso del caso G¨¹rtel en Valencia, seg¨²n fuentes que presenciaron la conversaci¨®n. Flors era un juez veterano que acababa de sentar en el banquillo de los acusados al entonces presidente de la Generalitat Francisco Camps. Ceres hab¨ªa sido ponente del archivo, dos a?os antes, de esa misma causa, que fue corregido por el Tribunal Supremo en un dur¨ªsimo auto. Muchos desconfiaban de Ceres. Sus compa?eros de Sala no se contaban entre ellos.
Las voces que recelaban argumentaban que Ceres no hab¨ªa mostrado el grado de independencia y el car¨¢cter necesarios para aguantar la presi¨®n que se le ven¨ªa encima. La causa apuntaba ya al coraz¨®n del PP de la Comunidad Valenciana (PPCV), que gobernaba la autonom¨ªa desde 1995. Ceres ha terminado procesando a un exvicepresidente, cinco exconsejeros y 24 antiguos cargos de la Generalitat, y ha abierto juicio contra una parte de ellos. Mantiene imputados a un segundo vicepresidente y a 10 excargos de la Administraci¨®n auton¨®mica. Y acaba de dejar a un paso del banquillo a cuatro miembros de la c¨²pula del PPCV en tiempos de Camps.
La carrera de Ceres en el Tribunal Superior valenciano nunca ha sido f¨¢cil. Miembro de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, fue elegido para el cargo en 2005 por el Consejo General del Poder Judicial. Tres de los jueces que tambi¨¦n se presentaron a la plaza recurrieron el nombramiento alegando falta de motivaci¨®n.
Tuvo el apoyo del expresidente del TSJ valenciano Juan Luis de la R¨²a
El Tribunal Supremo les dio la raz¨®n, anul¨® la designaci¨®n y orden¨® repetir el proceso. Pero Ceres no dej¨® de integrar la sala dise?ada para investigar a los pol¨ªticos valencianos aforados (diputados auton¨®micos y miembros del Consell). La raz¨®n fue el apoyo de Juan Luis de la R¨²a, que era presidente del TSJCV y hacia quien Camps hab¨ªa manifestado su afecto en p¨²blico. El Consejo del Poder Judicial volvi¨® a celebrar el proceso y escogi¨® de nuevo a Ceres para el cargo a principios de 2009.
En verano de ese a?o el TSJCV archiv¨® la causa de los trajes contra Camps en una resoluci¨®n que cont¨® con un voto en contra y dos a favor; los de Ceres y De la R¨²a, a quien varias fuentes se?alan como padre de la decisi¨®n pese a que la ponencia del auto correspondi¨® al primero. "No cabe en el ¨¢mbito del Derecho Penal estimar que la conducta de admitir una d¨¢diva por una autoridad o funcionario p¨²blico, con independencia de otras posibles valoraciones de tipo ¨¦tico, implique pr¨¢cticamente de modo casi inevitable que necesariamente se realiza en consideraci¨®n a su funci¨®n", afirmaba.
El Supremo revoc¨® la resoluci¨®n, reproch¨® al TSJ que su interpretaci¨®n equival¨ªa a suprimir el delito, y record¨® que el cohecho impropio del que se acusaba a Camps, y del que fue finalmente absuelto por un jurado, estaba pensado para cuando un cargo p¨²blico acepta una d¨¢diva y no es posible conectarla con una contraprestaci¨®n.
Sus decisiones han generado disgusto y a veces alarma en el PP
El segundo nombramiento de Ceres como magistrado del TSJ volvi¨® a ser recurrido. No fue hasta noviembre de 2011 que el Supremo confirm¨® definitivamente su plaza. Para entonces, De la R¨²a hab¨ªa sido sustituido en la presidencia del Tribunal Superior por Pilar de la Oliva, que estableci¨® mayor distancia con la clase pol¨ªtica.
De las seis piezas separadas que componen la rama valenciana de G¨¹rtel, Ceres ha abierto juicio en una, la de los contratos de Fitur, que juzgar¨¢ el TSJ por decisi¨®n del Supremo. Ha concluido la fase de instrucci¨®n de otras cuatro piezas: dos por supuesta financiaci¨®n ilegal, una por delito fiscal y otra por el presunto fraccionamiento de contratos p¨²blicos, que parecen abocadas a ser juzgadas por tribunales ordinarios en la Audiencia de Valencia. Y encara la recta final de la pieza restante, relacionada con la cobertura por parte de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana de la visita que el Papa Benedicto XVI hizo a Valencia en el verano de 2006.
En los v¨ªdeos de los interrogatorios a imputados y testigos (lleva m¨¢s de 100), se ve a un juez meticuloso que nunca pierde la calma. Sus decisiones han generado disgusto y a veces alarma entre la vieja guardia del PP valenciano. Pero tambi¨¦n en c¨ªrculos progresistas se han echado a faltar algunos nombres en sus autos. Lo que nadie discute ahora es su independencia.
Sinton¨ªa con excepciones
El juez Jos¨¦ Ceres, instructor del caso G¨¹rtel en Valencia, y el delegado de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n Jes¨²s Carrasco han compartido casi todas las decisiones en los ¨²ltimos tres a?os y medio. La buena sinton¨ªa ha tenido, sin embargo, excepciones.
Ceres no acept¨® ampliar la investigaci¨®n sobre financiaci¨®n ilegal (delito electoral) a la campa?a de Paterna en 2007. El magistrado admiti¨® que pod¨ªan existir indicios de delito por el presunto pago de actos electorales de los populares por parte de empresas constructoras. Pero rechaz¨® hacerse cargo porque en la denuncia no hab¨ªa empresas de la trama G¨¹rtel ni aforados, y por ello no era competente.
El otro conflicto de calado tambi¨¦n fue por la competencia. Tras la dimisi¨®n de dos diputadas, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano envi¨® a la Audiencia Provincial el juicio de la pieza separada de G¨¹rtel sobre las adjudicaciones a Fitur. El fiscal recurri¨® y pidi¨® mantenerlo en el TSJ, al considerar que las renuncias de las aforadas d¨ªas antes del juicio hab¨ªa sido un "fraude de ley" para cambiar de ¨®rgano jurisdiccional. Y el Supremo termin¨® d¨¢ndole la raz¨®n a la Fiscal¨ªa.
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