New York, New York
Los banqueros no se f¨ªan de la informaci¨®n. No hay control sobre lo que se dice y menos a¨²n sobre lo que en verdad se hace
Conversaci¨®n me-quedo-de-pasta-de-boniato con un periodista de New York. Sinopsis: las entidades financieras de New York carecen de informaci¨®n sobre Espa?a. La que les facilita los medios espa?oles, literalmente, glups, no les sirve. La perciben como literatura. Y no pueden tomar decisiones no literarias a trav¨¦s de ella. Por lo que han empezado a buscar otros medios de informaci¨®n. Pagan informes de encargo, que les explican lo que aqu¨ª se cuece y lo que aqu¨ª no se cuece. Es decir, informaci¨®n. Es decir, preguntas y respuestas que por aqu¨ª abajo no se formulan y que, por lo visto, uno se hace en New York en el trance de jugarse la pasta de una vieja de Iowa.
Exemplum de posibles preguntas que se hace un ejecutivo de inversiones en los USA: ?El R¨¦gimen del 78 es estable o tiene los d¨ªas contados? ?El recambio supondr¨¢ ruptura o continuidad? ?La crisis democr¨¢tica en el Sur de Europa, la continuidad, puede finalizar en conflicto social? ?Cu¨¢l es el l¨ªmite de las contra-reformas democr¨¢ticas y qu¨¦ m¨¢rgenes dejar¨¢n al consumo y al pago de deuda? ?Cu¨¢les son los datos reales, que no los oficiales ¡ªo, lo dicho, literarios¡ª, de la econom¨ªa espa?ola?
?El euro es un futurible en el Sur? ?La cosa indepe es palique/literatura, o tiene alguna voluntad pol¨ªtica? ?Qu¨¦ es Podemos? ?Puede llegar a gobernar? ?Eso supone un riesgo efectivo de impago de deuda o, tranquis, estamos ante otro PSOE de los 70's? ?Cu¨¢l es el margen real de la pol¨ªtica en un Estado deslocalizado pol¨ªticamente en la UE? ?Ese margen da para una ruptura y un cambio econ¨®mico? ?La Playmate de mayo est¨¢ operada?
S¨ª, son preguntas turbadoras. Y, salvo la ¨²ltima ¡ªs¨ª; la oper¨® un ebanista psic¨®pata¡ª, en verdad resulta dif¨ªcil intuir sus respuestas a trav¨¦s de los medios patrios. No s¨¦. Humm. Les paso dos met¨¢foras salchicheras que ilustran el caso de la cosa. Met¨¢fora A): del titular ¡°?rdago nacionalista de Mas¡±, tan repetido en diversas series, ?qu¨¦ palabros son, no ya pertinentes, sino comprensibles internacionalmente? ?Qu¨¦ diablos es un ¨®rdago en un mundo que ignora ¡ªsabiamente, por otra parte¡ª lo que es el tute, ese juego de catetos? ?Qu¨¦ es nacionalismo en un Estado vertebrado por uno de los nacionalismos m¨¢s asombrosos de Europa, y tal vez uno de los menos descritos? ?Qui¨¦n diablos es Mas? ?Es ese hombre no problem¨¢tico con quien entidades financieras internacionales est¨¢n haciendo el agosto con la venta de estructuras de Estado, o es un peligroso rupturista que crea estructuras de Estado como un poseso?
Met¨¢fora B): ?Para qu¨¦ sirve / de qu¨¦ inform¨® la entrevista a Pablo Iglesias en TVE? Me temo que s¨®lo de la incapacidad para la entrevista del entrevistador y de sus tertulianos, consagrados a informar al entrevistado sobre sus errores, as¨ª como a conminarle al arrepentimiento y a la reevangelizaci¨®n. Preguntar, en fin, al l¨ªder de un gran partido, que no ha podido ser descrito en los medios desde que asom¨® el hocico, ¡°?es usted comunista?¡±, no informa de nada salvo de que no estamos ante un producto informativo. Y har¨ªa re¨ªr ¡ªen New York¡ª, si no hiciera llorar ¡ªaqu¨ª; de miedo, mam¨¢¡ª.
Si bien en los ¨²ltimos 35 a?os la funci¨®n de los medios locales no ha sido tanto crear informaci¨®n como seleccionarla, interpretarla y ¡ªcomo cualquier otro producto cultural¡ª crear cohesi¨®n, la sensaci¨®n, para un banquero de New York y para aqu¨ª un charnego de barrio, es que ahora el fen¨®meno se ha pasado cuatro pueblos. Es decir, la informaci¨®n vertida no es v¨¢lida, no explica amplias parcelas de la realidad, en las que ya no opera la cohesi¨®n, sino cambios profundos y por describir, y un desinter¨¦s absoluto por mitos ya extra?os y que tienden a confirmar la pertinencia de las pol¨ªticas y agendas del Estado o del Estadillo ¡ªla Generalitat no es una ONG, en fin, y tiene medios donde practicar tambi¨¦n toda esta verticalidad informativa, incompresible en New York¡ª.
De hecho, ese es el gran fen¨®meno informativo y cultural local que, supongo, causa el asombro en New York: el Estado es la gran fuente informativa. Incluso ahora, con un Estado y un Estadillo incapaz de dar datos fiables. Cualquier dato estad¨ªstico ofrecido por una instituci¨®n tiende a ser hipot¨¦tico, cualquier dato sobre cuentas suizas de pol¨ªticos facilitado por el Estado carece de falibilidad, la realidad parece que no acompa?a sus ¨¦nfasis ¡ªparece ser que Barcelona no est¨¢ rodeada por una feroz guerrilla anarquista, como propuso a la Audiencia la Conselleria de Interior¡ª y, broche final, los discursos pol¨ªticos que emiten no se parecen ni coinciden con sus pol¨ªticas, ya sean esas pol¨ªticas la recuperaci¨®n, o el Proc¨¦s de las narices ¡ªcreo que, nominalmente, no hay otras pol¨ªticas en marcha¡ª.
Vamos, no existe control sobre lo que se dice y, mucho menos a¨²n, sobre lo que en verdad se hace. Algo dram¨¢tico cuando lo que se hace es un nuevo sistema pol¨ªtico y unas nuevas bases econ¨®micas. Muy duras. Y seriamente contestadas.
El descr¨¦dito pol¨ªtico del R¨¦gimen es, por razones culturales, tambi¨¦n un descr¨¦dito informativo de proporciones ¡ªliteralmente¡ª de la Bolsa de New York.
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