El arquitecto que sue?a m¨²sica
¡®Los defectos¡¯ convierten a ?lex Mat¨ªa en promesa de los nuevos trovadores con miras electr¨®nicas mientras ultima su proyecto de fin de carrera
![Álex Matía](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Y4VRCBNTOBSZWMM5C5M4Y3I6MU.jpg?auth=d69242319fedf153548217100b5555540419d006cd00216c4104056359b7cf79&width=414)
El moreno ?lex Mat¨ªa es madrile?o de Chamber¨ª, tiene 24 a?os, barba bien perfilada y mirada intensa. Ultima en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid un apasionante proyecto de fin de carrera, la reforma del entorno de la plaza de Las Ventas. Pero lo que quiz¨¢ desconozca hasta su director de c¨¢tedra, Jos¨¦ Ignacio Linazasoro, es que Mat¨ªa sue?a con un futuro alternativo a los planos y el urbanismo: le gustar¨ªa ganarse la vida escribiendo canciones.
La culpa la tuvieron en primera instancia sus padres, que con siete a?os le matricularon en la Escuela Popular de M¨²sica y Danza. El ni?o escuchaba en casa a los Beatles, Carlos Cano o Martirio (¡°?anda que no me llev¨® a?os comprender su iron¨ªa!¡±), pero los profesores le inocularon otros dulces venenos: Led Zeppelin, Santana, John Mayall, Eric Clapton. El chaval fue evolucionando de la guitarra ac¨²stica a la el¨¦ctrica. Y a los 15 acert¨® a garabatear su primera canci¨®n, que todav¨ªa atesora en la funda de su instrumento. Letra y acordes. ¡°Alguna vez la veo y me divierto toc¨¢ndola. No le llegu¨¦ a poner t¨ªtulo, pero ten¨ªa un rollo reivindicativo, entre Porretas o Platero y T¨²¡¡±.
Mat¨ªa ha perfeccionado desde entonces sus habilidades compositoras, y la mejor prueba de ello la constituyen los 10 t¨ªtulos que integran Los defectos, debut alentador y valeroso que acaba de ver la luz de manera completamente autogestionada. Tras alg¨²n tiempo al frente de una banda, B¨¢sico Permanente, que no lleg¨® a cuajar, ?lex se encerr¨® en su cuarto con la guitarra y el ordenador para alumbrar una colecci¨®n de canciones descarnadas, fr¨¢giles, sinceras, a veces supurantes. Cr¨®nicas de ¡°dos o tres¡± relaciones que se fueron a pique, recuentos de heridas y alguna que otra reincidencia. Frases doloridas, como ¡°Sentir las cosquillas de tu risa amarga¡± o ¡°No te voy a insinuar todos mis complejos¡±.
Un severo striptease emocional, incluso aunque su autor admite que estuvo revisando y corrigiendo las letras hasta el ¨²ltimo d¨ªa. ¡°Claro que el disco es, en cierta manera, un autorretrato¡±, se sincera mientras remueve el caf¨¦ en la Plaza de las Comendadoras, donde pasa horas escribiendo. ¡°Y claro que me quedan algunos complejos. ?Qui¨¦n no los tiene?¡±. Los defectos es, en ese sentido, un disco valiente hasta en su t¨ªtulo, que huye de cualquier autocomplacencia.
¡°Me considero bastante reflexivo, quise aludir a todos esos defectos con que te encuentras cuando miras en tus recovecos. Soy, supongo, un hombre atormentado y no muy estable¡±. Pero la formulaci¨®n sonora de todo este entramado argumental revela a un creador ya maduro, entre el rock, la canci¨®n de autor y unas briznas de electr¨®nica, que acaso conozca con detalle las discograf¨ªas de Vetusta Morla, Bon Iver, Carla Morrison, Eladio y los Seres Queridos o el cantautor argentino Lisandro Aristimu?o.
¡°Me interesa mucho la conexi¨®n latinoamericana, y soy de los que piensan que la m¨²sica en castellano se encuentra en el momento perfecto para lograr una mayor repercusi¨®n. Empec¨¦ empap¨¢ndome a los grandes cantautores de aqu¨ª, desde Quique Gonz¨¢lez a Luis Ramiro o Marwan; me interesan nuevas bandas tan importantes como Izal o Le¨®n Benavente; y en Am¨¦rica urge descubrir a Zo¨¦, Francisca Valenzuela, Gepe. El nuevo indie hispano no tiene nada de postureo: all¨ª hay b¨²squeda, cambio, amor por la ra¨ªz¡±.
Y compromiso, claro. ?lex no es ajeno a las incertidumbres que acechan en este pa¨ªs a casi cualquier veintea?ero y tambi¨¦n desliza en sus textos, sutilmente, alusiones a ese paisaje social que mueve al desaliento, pero tambi¨¦n a la subversi¨®n.
¡°La burbuja de corrupci¨®n y mentiras en que nos hemos visto envueltos me pone de muy mala hostia. Todos los ¨¢mbitos parecen estar manchados. Incluso en la SGAE, que deber¨ªa estar para ayudarnos, hemos conocido el caso de ese dirigente que se gast¨® 40.000 euros en prost¨ªbulos. Ha llegado el momento de realizar una cr¨ªtica social severa de cuanto nos rodea¡±.
De todo ello trata tambi¨¦n, en el fondo, Los defectos. A partir de un diagn¨®stico poco favorable de los fracasos afectivos y los colectivos, ?lex propone ¡°un ejercicio de b¨²squeda y ruptura¡±. Y conf¨ªa en que la gente ¡°conceda una oportunidad¡± a ese repertorio ya disponible en las plataformas digitales o, en el caso de la excelente Fuego, en un v¨ªdeo ac¨²stico grabado en una sola toma en el parque de las Siete Tetas.
La primavera asoma en el horizonte con una gira ac¨²stica por toda Espa?a y una presentaci¨®n con banda en Madrid, el 5 de junio en Clamores. Mientras tanto, habr¨¢ tiempo para que la rehabilitaci¨®n de los alrededores de la plaza de Las Ventas, con un parque lineal y la conexi¨®n con las viejas cocheras del metro, acabe de coger forma. El catedr¨¢tico Jos¨¦ Ignacio Linazasoro tendr¨¢ en eso la ¨²ltima palabra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.