Los fantasmas de los cines del pasado
David Miguel S¨¢nchez Fern¨¢ndez, apasionado por la arquitectura, rescata en su blog la memoria de los cines madrile?os desaparecidos
El primer cine de la Gran V¨ªa fue inaugurado hace 101 a?os, antes de que la calle estuviera acabada. El cine-teatro Gran V¨ªa, situado en la calle Jacometrezo, muy cerca de la actual Plaza del Callao, sustituy¨® a un barrac¨®n cinematogr¨¢fico de madera que funcionaba en el mismo solar desde 1904, y supuso la primera piedra para hacer de la Gran V¨ªa la avenida del celuloide: en su punto ¨¢lgido, la d¨¦cada de 1950, hab¨ªa 15 edificios consagrados a la exhibici¨®n de fimes.
Hoy s¨®lo quedan tres (hay 42 en toda la ciudad): Palacio de la Prensa, Callao y Capitol. ¡°Los locales de estreno, como los de la Gran V¨ªa, fueron los ¨²ltimos en caer, la desaparici¨®n comenz¨® con las salas de barrio y de la periferia. El desgaste ha sido abismal y ha barrido a la mayor¨ªa. Solo en Madrid capital durante los sesenta llegaron a funcionar cerca de 300¡±, dice David Miguel S¨¢nchez Fern¨¢ndez (Madrid, 1977), autor del blog ?D¨®nde est¨¢n los cines de Madrid? y de los libros Cines de barrio o Cines de Madrid.
Muchas majestuosas salas han acabado, gracias a la resurrecci¨®n de los musicales, convertidas en teatros (como el Rialto o el Lope de Vega), pero otras albergan restaurantes (Azul) o tiendas de ropa (Avenida, Imperial). Es el destino que, al parecer, le aguarda al Palacio de la M¨²sica, cerrado en 2008 y despu¨¦s comprado por Caja Madrid, que ejecut¨® importantes obras para convertirlo en auditorio musical. Pero el derrumbamiento de la caja de ahorros hizo que Bankia quiera deshacerse del edificio, que probablemente pasar¨ªa a una multinacional textil espa?ola si el Ayuntamiento permite el cambio de uso.
¡°Hoy el edificio no solo est¨¢ pr¨¢cticamente reformado, conservando y rescatando todos los detalles originales del proyecto, sino que ha sido ampliado con una nueva sala de espect¨¢culos en su azotea que debemos disfrutar todos los ciudadanos¡±, indica S¨¢nchez Fern¨¢ndez, a quien no convence el argumento del Ayuntamiento de que la tienda crear¨ªa puestos de trabajo: ¡°Un auditorio y una tienda podr¨ªan crear los mismos puestos de trabajo y beneficios. Creo que el problema no son los puestos de trabajo, sino el dinero, pero a estas alturas la mayor parte de la restauraci¨®n ya se ha llevado a cabo, y tan solo falta la iniciativa truncada de dotar a la capital con un magn¨ªfico auditorio en el centro hist¨®rico y perpetuar una de las pocas salas originales de la Gran V¨ªa madrile?a¡±.
Aunque en 2013 se calculaba que ese mismo a?o el Palacio de la M¨²sica podr¨ªa cambiar de due?o, eso a¨²n no ha ocurrido, tal vez por la presi¨®n social, cristalizada en una plataforma que pide su salvaci¨®n en Change.org (con m¨¢s de 80.000 firmas) y en los apoyos de personajes de la cultura como David Trueba o Santiago Segura.
Inaugurado en noviembre de 1926, el Palacio de la M¨²sica era una de las salas de cine con mayor capacidad de Europa (2.000 espectadores), y en su origen ten¨ªa un impresionante ¨®rgano de tubos, desparecido tras un incendio en 1932. Contaba con una sala de fiestas en el s¨®tano y lleg¨® a acoger hasta un ring para peleas de gallos en 1954.
S¨¢nchez Fern¨¢ndez, un apasionado de la arquitectura de locales de espect¨¢culos, no tiene dudas sobre la importancia del Palacio: ¡°Es el mejor auditorio que se construy¨® en toda la Espa?a de la ¨¦poca. Por su excelente ubicaci¨®n, por la calidad de los materiales y por el magn¨ªfico proyecto del arquitecto Secundino Zuazo Ugalde¡±.
El Palacio de la M¨²sica ha devenido en s¨ªmbolo de la ¨¦poca en que la Gran V¨ªa se consolid¨® como centro de ocio y comercio de la ciudad. Como el Palacio, la mayor¨ªa de cines de la arteria se construyeron en la segunda mitad de los veinte y la primera de los treinta, y eran polivalentes, lo que S¨¢nchez Fern¨¢ndez define en su libro Cines de Madrid como ¡°complejos de recreo¡±: as¨ª, el Rialto (1930), inspirado en salas neoyorquinas como el Roxy o su hom¨®nima, tuvo en su s¨®tano un sal¨®n de t¨¦ con orquesta, igual que el Callao (1926), que adem¨¢s ofrec¨ªa billares, un cine de verano en la azotea y una sala de fiestas, que con el nombre de Xenon funcion¨® hasta mediados de los noventa, anunciando las actuaciones de cantantes, humoristas y vedettes con unas grandes y llamativas siluetas pintadas que rivalizaban con las carteleras cinematogr¨¢ficas.
En su blog (cinesdemadrid.blogspot.com.es), S¨¢nchez Fern¨¢ndez no se ci?e a los cines de la Gran V¨ªa, y descubre la historia y las peculiaridades arquitect¨®nicas de salas de barrio como el Marvi (calle Cartagena) o el San Carlos, actual discoteca Kapital (calle Atocha), que en su d¨ªa cont¨® con unos exquisitos paneles pintados por el artista portugu¨¦s Almada Negreiros, hoy exhibidos en el Museo del Chiado lisboeta. ¡°Desde un primer momento la finalidad de mi blog y mis libros es la de proteger en la memoria la historia de estos locales, pues el patrimonio cultural de esta ciudad es de todos¡±.
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