¡°Que recibamos el Sovaldi responde a una cuesti¨®n pol¨ªtica, no m¨¦dica¡±

Hace justo un a?o, Jes¨²s Gin¨¦, vecino de Legazpi, recibi¨® una de las mejores noticias de sus ¨²ltimos 20 a?os de vida. ¡°Te vas a curar¡±, le dijo uno de sus m¨¦dicos, ¡°vas a tomar un medicamento y te vas a curar¡±. Las palabras todav¨ªa resuenan en la cabeza de Gin¨¦, al que le diagnosticaron hepatitis C a principios de los 90. El enero pasado sus m¨¦dicos le hablaron de un nuevo tratamiento, Sovaldi, con un efectividad de cura de un 90%, pero caro, con un coste, seg¨²n las asociaciones de afectados, de unos 60.000 euros por paciente. Los especialistas le dijeron que por su estado de salud, ¡°a punto de otra cirrosis¡±, ¨¦l iba a ser una de las personas a la que se lo iban a recetar.

Pero los dos meses entre la consulta en la que le prometieron una nueva vida y la siguiente pasaron sin recibir el medicamento. Tampoco lleg¨® en verano, ni en oto?o, y ahora, un a?o m¨¢s tarde, sigue sin llegar.

La historia de Gin¨¦ est¨¢ repleta de idas y venidas a un hospital, en concreto al de Cruces, donde le tratan desde que sus m¨¦dicos en 2007 le dijeron que su ¡°h¨ªgado iba camino de la cirrosis¡±. Necesitaba un transplante. Gin¨¦ consigui¨® un nuevo h¨ªgado en 2008, antes se tuvo que tratar dos veces de unos polipos que hab¨ªan alcanzado tal tama?o que en esas condiciones era inviable someterse a la operaci¨®n. Pero, a finales de 2013, la amenaza de otra cirrosis volvi¨® a planear sobre la ya delicada salud de Gin¨¦. ¡°Cada vez que iba a Cruces me dec¨ªan que el h¨ªgado estaba peor¡±, rcuerda.

A Gin¨¦ no le tiembla la voz mientras relata su historia. Reconoce que ha llorado mucho y que le tiene miedo a la noche, se ha ca¨ªdo y se ha levantado ya muchas veces, en sus propias palabras. ¡°Ya ves, por el d¨ªa, soy un culo inquieto, pero por la noche estoy solo, aunque este mi mujer al lado, estoy solo¡±. Recorrer unos cuantos metros por el centro de Legazpi con ¨¦l supone pararse cada pocos metros, todo el mundo le conoce ¡ª¡°somos 8.500 vecinos y tuve un bar que cerr¨¦ antes del transplante¡±¡ª, y todos saben lo que le pasa y le preguntan.

Gin¨¦ defiende que la ¨²nica opci¨®n que le queda para defender su vida es la de protestar y no rendirse, la de atender cualquier llamada de un medio de comunicaci¨®n.

Gin¨¦ tuvo una entrevista con un alto cargo del Departamento de Salud. ¡°Me dijo que me ten¨ªan que evaluar y que me quedara tranquilo porque todo el mundo lo iba a recbir. Luego habl¨¦ con mis m¨¦dicos, que forman parte de la comisi¨®n de expertos, y me dijeron que yo ya estaba evaluado desde hace tiempo¡±, explica. Gin¨¦ denuncia que el que los enfermos de hepatitis C reciban o no el Sovaldi responde a una ¡°simple cuesti¨®n pol¨ªtica, no m¨¦dica. Muy poca gente lo est¨¢ recibiendo y no podemos esperar. ?Tengo que acabar en una silla de ruedas para que me lo den?¡±.

Salud, que prev¨¦ que en 2015 entre unas 400 y 600 personas enfermas de hepatitis C ser¨¢n tratadas en la comunidad, argumenta que, como ya relat¨® el consejero Jon Darp¨®n en noviembre, ¡°en Euskadi se trata la hepatitis C como cualquier otra enfermedad y seg¨²n el criterio m¨¦dico que determinan los especialistas de digestivo y de enfermedades infecciosas, junto a una Comisi¨®n multidisciplinar de expertos de los hospitales¡±.

La Comisi¨®n, prosigue la respuesta del Departamento, creada tras la aprobaci¨®n del nuevo medicamento por parte del Ministerio de Sanidad analiza cada caso y en funci¨®n de las conclusiones obtenidas determina el medicamento y tratamiento que debe recibir cada persona.

Gin¨¦ particip¨® este s¨¢bado en la manifestaci¨®n celebrada en Madrid en la que los afectados, que finalizaron la marcha en La Moncola, entregaron una carta al Gobierno exigiendo el tratamiento. Ma?ana tiene que ir al m¨¦dico. ¡°Tengo la sangre tan sucia que ha afectado a la m¨¦dula. Tal vez necesite un transplante, o quimio, no s¨¦¡±.