¡°La burbuja inmobiliaria fue un planteamiento err¨®neo¡±
¡°Llevamos m¨¢s casos de corrupci¨®n que la fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n¡±, afirma Antonio Vercher, fiscal de Medio Ambiente
Antonio Vercher, nacido en Tavernes de la Valldigna en 1954 y formado en las universidades de Valencia, Harvard y Cambridge es fiscal de sala del Tribunal Supremo y coordinador de Medio Ambiente y Urbanismo desde la creaci¨®n de esta figura en el a?o 2006. Miembro de la Uni¨®n Progresista de Fiscales, fue invitado esta semana por la Asociaci¨®n Valenciana de Juristas Dem¨®cratas a dar una conferencia sobre delincuencia urban¨ªstica.
Pregunta. Visto con perspectiva, ?qu¨¦ supuso la burbuja inmobiliaria para el medio ambiente?
Respuesta. Fue un planteamiento econ¨®mico absolutamente err¨®neo. De pronto nos dimos cuenta de que el Producto Interior Bruto de Espa?a estaba b¨¢sicamente centrado en la construcci¨®n. Supuso extralimitaciones de todo tipo. Como la econom¨ªa giraba en torno a la construcci¨®n y el turismo, daba la sensaci¨®n de que no ten¨ªa que haber control, y que todo lo que se hiciera en ese contexto era positivo porque formaba parte del desarrollo del pa¨ªs, del bienestar. Ah¨ª erramos. Y, de hecho, si la fiscal¨ªa [de Medio Ambiente y Urbanismo] existe en parte importante se debe a la burbuja inmobiliaria.
P. ?Cree que hubo un detonante concreto para ello?
La crisis no ha venido mal, nos ha hecho replantear muchas cosas
R. La operaci¨®n Malaya [sobre el urbanismo en Marbella] y la operaci¨®n Ballena Blanca [sobre el blanqueo en la misma ciudad malague?a], donde se observa que hay lavado de dinero a trav¨¦s de construcciones ilegales, influyeron en que las autoridades, con la aquiescencia de los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n, decidieran crear la fiscal¨ªa en 2006.
P. ?La crisis ha beneficiado al medio ambiente, al rebajar la presi¨®n sobre el territorio, o ha sido perjudicial, al pasar a un segundo plano frente a los problemas econ¨®micos?
R. Intento ser siempre positivo, y tengo la impresi¨®n de que la crisis no ha venido mal porque, en general, ha servido como una toma de conciencia en much¨ªsimos ¨¢mbitos. Nos ha obligado a repensar, a meditar, a analizar y a tomar decisiones en relaci¨®n con aspectos que viv¨ªamos desde una perspectiva excesivamente tranquila. Despu¨¦s de verle los dientes al lobo hemos tenido que replantearnos muchos temas, entre ellos el ambiental.
P. ?Cu¨¢ntas condenas se han producido por lo que se dio en llamar en la ¨¦poca del boom el urbanismo salvaje?
R. El a?o pasado se dictaron 882 sentencias condenatorias y, a su vez, 298 absolutorias. Redondeando, 900 condenatorias y 300 absolutorias de un total de 1.200 resoluciones judiciales. Una proporci¨®n que se viene manteniendo b¨¢sicamente desde 2006.
P. ?Cu¨¢ntas urbanizaciones ilegales se han derribado?
R. El a?o pasado fue el primero en el que pedimos a los fiscales que nos dijeran el n¨²mero de demoliciones de las que ten¨ªan noticia. Muchos fiscales comentaron que este aspecto no lo han controlado, pero que iban a empezar a hacerlo. Aun as¨ª, el a?o pasado logramos controlar 86 demoliciones de edificaciones ilegales. Yo calculo a ojo de buen cubero que se debieron demoler unos 150 edificios y urbanizaciones ilegales el a?o pasado.
P. ?Hablamos de edificios individuales o de urbanizaciones m¨¢s amplias?
P. Hablamos de todo.
P. En la Comunidad Valenciana se han destapado grandes casos de corrupci¨®n en los ¨²ltimos a?os y, sin embargo, hay muy pocos, quiz¨¢ solo Brugal, centrados en el urbanismo y el medio ambiente, pese al gran desarrollo inmobiliario en el territorio. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R. Hay dos normas penales en materia de urbanismo. Una es la de ordenaci¨®n del territorio, urbanismo propiamente dicho. La otra es la prevaricaci¨®n, que en s¨ª misma es corrupci¨®n, se lea como se quiera leer. A veces es solo prevaricaci¨®n, y otras va acompa?ada de cohecho, malversaci¨®n¡ Una de las ¨²ltimas sentencias del Tribunal Supremo, de octubre de 2014, confirma una condena de la Audiencia de Valladolid contra el alcalde de un municipio (Arroyo de la Encomienda), el arquitecto municipal y un empresario por prevaricaci¨®n y cohecho. Clar¨ªsimamente un caso de corrupci¨®n.
P. ?C¨®mo se reparten el trabajo con Anticorrupci¨®n?
R. Nosotros llevamos muchos m¨¢s casos de corrupci¨®n que la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. ?ste solamente interviene cuando hay una trama organizada, una alta autoridad y, adem¨¢s, cuando es alguno de los delitos considerados como de corrupci¨®n. Si falla alguno de estos tres elementos, que en la pr¨¢ctica no es f¨¢cil que se den juntos, viene a la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente. Si, por ejemplo, afecta a un director general pero no hay trama, es de la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente.
P. Pero en la Comunidad Valenciana, aunque tuviera que llevarla la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, hay pocas causas grandes ligadas a ese urbanismo desaforado.
R. Es que tramas hay pocas.
P. En 1988 lamentaba que en la Audiencia Provincial de Valencia, donde usted trabajaba, solo se estaba tramitando un caso por delitos relacionados con el medio ambiente. ?Cu¨¢ntas se tramitan ahora?
R. El a?o pasado se formularon 1.196 escritos de acusaci¨®n en esta fiscal¨ªa a nivel de toda Espa?a. De ellos, en Valencia hay muchos y se est¨¢ consiguiendo una cantidad importante de sentencias condenatorias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.