Algo parecido a una adaptaci¨®n
¡®M¨¢s apellidos vascos¡¯ es una obra inspirada en el ¨¦xito ¡®Ocho apellidos vascos¡¯
El presidente del Gobierno y el lehendakari se van a reunir en el teatro Marquina, as¨ª que las medidas de seguridad son muy fuertes. Tanto, que una polic¨ªa nacional y un miembro de la Ertzaintza, la polic¨ªa auton¨®mica vasca, se enamoran.
Esta es la trama que vertebra M¨¢s apellidos vascos, una obra inspirada en el taquillazo Ocho apellidos vascos pero que no es una mera adaptaci¨®n, ni una segunda parte. Alrededor de esa historia de amor se entrelazan otros sketches independientes que tratan con humor temas como los chefs vascos, los patios de las ikastolas, c¨®mo cambian las relaciones de pareja en el norte o en el sur de la Pen¨ªnsula o c¨®mo ser¨ªa una kale borroka andaluza. Nuevas historias que siguen el mismo hilo que el filme y que produce Lazona, la misma productora que la pel¨ªcula.
Son nuevas tramas para aprovechar el enorme tir¨®n de la pel¨ªcula original
¡°Es una respuesta al gran ¨¦xito popular de la pel¨ªcula¡±, explica el director, Gabriel Olivares. ¡°Comparte la marca, el esp¨ªritu, el humor auton¨®mico vasco y andaluz a partir del clich¨¦ o de los t¨®picos y la comedia rom¨¢ntica de la trama central... Pero hemos creado una comedia genuina y original¡±.
La obra, que se puede ver en el Marquina a partir del jueves 15, nace de los textos de Diego San Jos¨¦ ¡ªguionista de la pel¨ªcula junto con Borja Cobeaga¡ª, Roberto Santiago y Pablo Alm¨¢rcegui.
Quiere el director que sea una forma de acercar al teatro a un p¨²blico que no lo frecuenta, pero que fue parte de los casi 10 millones de personas que se dejaron en taquilla m¨¢s de 56 millones de euros en plena debacle cinematogr¨¢fica: ¡°Hay que aprovechar esas sinergias¡±, dice Olivares, ¡°por eso he hecho un espect¨¢culo profundamente teatral, inspir¨¢ndome en lo mejor del teatro popular espa?ol de toda la vida: la revista, el teatro de barraca o de variedades. Eso s¨ª, estiliz¨¢ndolo y haci¨¦ndolo contempor¨¢neo¡±.
Los cuatro actores (Leandro Rivera, Rebeca Valls, Cecilia Solaguren y Carlos Heredia) interpretan a m¨¢s de 30 personajes en un guion que hace numerosos gui?os a la pel¨ªcula y que reincide en el asunto de los t¨®picos auton¨®micos.
Las adaptaciones de pel¨ªculas al musical y viceversa son comunes ¨²ltimamente (v¨¦ase El rey le¨®n, Priscilla reina del desierto, Mamma m¨ªa o Cabaret). Lo que no es tan com¨²n es ver adaptaciones al teatro convencional ¡ªaunque esta no sea exactamente una adaptaci¨®n¡ª. ¡°Sobre todo con tan poco tiempo de por medio¡±, dice el director. ¡°Ni siquiera han hecho la secuela cinematogr¨¢fica y ya tenemos esto en los escenarios¡±.
Olivares es un exitoso director de teatro comercial (t¨¦rmino que no ve peyorativo) que suele tener varias obras en cartel (ha hecho Burundanga, Ser pap¨¢, Ver¨®nica, El nombre, La caja, etc¨¦tera) y que tambi¨¦n est¨¢ muy interesado en la faceta m¨¢s experimental del teatro, a trav¨¦s de su proyecto El Rel¨® TeatroLab. En abril estrena en el Fern¨¢n G¨®mez Centro Cultural de la Villa Our Town, siguiendo el texto de Thornton Wilder. ¡°Son diferentes en la producci¨®n: el teatro comercial se monta en unas pocas semanas, mientras que el experimental se hace m¨¢s poco a poco. Tambi¨¦n son diferentes en que el comercial es m¨¢s como la televisi¨®n o el cine, deja menos espacio a la imaginaci¨®n del espectador, te lo da m¨¢s hecho, mientras que el alternativo utiliza m¨¢s la met¨¢fora¡±.
Tras el ¨¦xito brutal de Ocho apellidos vascos, ?no asusta competir desde los escenarios? ¡°Son escalas muy diferentes¡±, responde Olivares. ¡°Mientras el cine se mide por millones, el teatro se mide en miles. Pero yo debo de ser un inconsciente, porque no he sentido ninguna presi¨®n, solo alegr¨ªa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.