La nueva casa de los ¡®Traficantes¡¯
La librer¨ªa asociativa vinculada a los movimientos sociales abre nueva sede
Llevan 20 a?os traficando con libros, con ideas, con debates y, claro est¨¢, con sue?os. Empezaron con un puesto entre la variopinta fauna izquierdista que se congrega los domingos de rastro en Tirso de Molina; luego se mudaron a un piso en la calle de Hortaleza en el que pasaron nueve a?os; su ¨²ltima sede estaba algo escondida al final de un pasaje en la calle de Embajadores, lo que les daba cierto aire de sociedad secreta o taberna de conspiradores. Ahora, la librer¨ªa asociativa Traficantes de Sue?os ha abierto sus escaparates a la calle, en Duque de Alba, 13. ¡°El local se nos quedaba peque?o y busc¨¢bamos un contacto m¨¢s directo con la calle, y esta es muy transitada¡±, dice Beatriz Garc¨ªa, miembro del colectivo. Curiosamente han acabado muy cerca de donde empezaron plantando su tenderete original y a la vista del paseante. El c¨ªrculo se cierra.
Aqu¨ª no hay patr¨®n, mandan los marineros: lo que era un proyecto activista y voluntario se convirti¨® en un proyecto de autoempleo, sin ¨¢nimo de lucro, en el que trabajan 13 personas y que se organiza de manera asamblearia y dividido en diferentes secciones. Porque esto es algo m¨¢s que una librer¨ªa: es editorial, estudio de dise?o, distribuidora y alberga el proyecto Nociones Comunes que ofrece cursos y seminarios de autoformaci¨®n. ¡°Son cursos sobre la crisis, la Uni¨®n Europea, el feminismo, la pol¨ªtica y las redes sociales, etc¨¦tera¡±, explica Garc¨ªa, ¡°tem¨¢ticas de inter¨¦s para los ciudadanos y a los que la ense?anza formal no llega¡±. Lo que hila todas estas facetas es el pensamiento cr¨ªtico y su vinculaci¨®n con los movimientos sociales.
El 15-M marc¨® un antes y un desp¨²es; ahora tenemos un p¨²blico m¨¢s amplio
Su nuevo espacio antes estaba ocupado por la sastrer¨ªa La Universal (a¨²n se conserva el r¨®tulo que ahora dir¨ªamos vintage) y, posteriormente, por una fotocopister¨ªa, aunque llevaba cuatro a?os cerrado. Es un local amplio con dos pisos, techos altos y suelo de madera, donde tienen espacio para todo y una terraza donde colocar¨¢n mesitas y probablemente una m¨¢quina de caf¨¦ (no es su idea que esto sea un caf¨¦-librer¨ªa). Con el aumento de metros cuadrados ahora hay espacio para m¨¢s libros, como infantiles y novelas gr¨¢ficas. Aunque las tem¨¢ticas principales de la librer¨ªa son los ensayos pol¨ªticos, los vinculados con los movimientos sociales y la literatura ¡°de otros mundos¡±.
Desde el estallido de la crisis y la erupci¨®n del 15-M vivimos buenos tiempos para este tipo de textos. ¡°La gente busca respuestas, quiere saber qu¨¦ son los mercados financieros, qu¨¦ es la prima de riesgo, por qu¨¦ se ha derrumbado todo alrededor y qu¨¦ alternativas existen¡±, dice Garc¨ªa. Algunos de los t¨ªtulos que recomiendan los editan ellos mismos: Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo, de David Harvey, Subversi¨®n feminista de la econom¨ªa, de Amaia P¨¦rez Orozo, o La apuesta municipalista, del Observatorio Metropolitano, un colectivo que publica textos cr¨ªticos y trata de generar debate, del que son parte varios de los trabajadores y que tiene aqu¨ª su sede. Aparte de los ensayos, tambi¨¦n aqu¨ª la narrativa y otros g¨¦neros tienen alto contenido social. En este sentido, algunas recomendaciones son Cartas de una pionera (Hoja de Lata), de Ellinore Pruitt Stewart, El karma de vivir al norte (Sexto Piso), de Carlos Vel¨¢zquez, o el c¨®mic Degenerado (Dibbuks), de Chlo¨¦ Cruchaudet .
¡°El 15-M marc¨® un antes muy despu¨¦s¡±, dice Garc¨ªa; ¡°antes ten¨ªamos un p¨²blico juvenil y muy lector que estaba muy implicado en los movimientos sociales. Ahora el p¨²blico es mucho m¨¢s amplio y de todas las edades¡±. M¨¢s que la crisis del libro en particular, a Garc¨ªa le preocupa la crisis general: ¡°Esta es la que corta el consumo, y creo que esto influye m¨¢s que los nuevos modos de tecnolog¨ªa y las nuevas tecnolog¨ªas. Siempre ha habido bibliotecas p¨²blicas y se han seguido vendiendo libros. Pero es imposible saber qu¨¦ peso tiene cada causa en la p¨¦rdida de ventas hasta que no se recupere la econom¨ªa, que es lo que hay que perseguir¡±.
Es inevitable preguntar por Podemos. ¡°Como colectivo no tenemos ninguna vinculaci¨®n con ellos¡±, dice Garc¨ªa, ¡°pero muchos de sus miembros activos, como participantes en movimientos sociales durante muchos a?os, han frecuentado la librer¨ªa para comprar libros o participar en debates y otras actividades¡±.
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