El glamur del PSU
Muriel Casals, hija de republicano exiliado, preside ?mnium Cultural, una de las tres entidades civiles sobre las que pivota la efervescencia independentista
Muriel Casals podr¨ªa haber sido una de aquellas damas francesas del XVIII que reun¨ªan en sus elegantes salones a intelectuales y pol¨ªticos para discutir de la revoluci¨®n, como Madame Roland, la musa de los girondins con quienes comparti¨® su tr¨¢gico final. De peque?a so?aba con esta probabilidad; la vida le ha llevado a ser la presidenta de ?mnium Cultural, una entidad heredera de los patricios catalanes que sab¨ªan aprovechar los resquicios del franquismo para preservar la cultura catalana, comprometida hoy con el movimiento independentista. ¡°Hab¨ªamos vivido para salvar las palabras y ahora queremos acceder al pleno dominio de la tierra; para salvar la lengua hay que salvar el pa¨ªs¡±, afirma parafraseando Espriu.
Mucho antes de refundar ?mnium, milit¨® en el PSUC; ingres¨® a tiempo para participar en el debate sobre el papel de la vanguardia de la clase trabajadora ante la cuesti¨®n nacional. Ella era de Josep Termes y la mayor¨ªa, de Jordi Sol¨¦ Tura. Vivi¨® su larga etapa en el PSU ¡ªas¨ª lo llama ella, sin la C final, como todos los camaradas que vivieron el glamur del compromiso hist¨®rico¡ª en un discreto segundo plano, pecando de pensamiento contra la doctrina oficial: ¡°cuando me enrabietaba, pensaba en hacerme del PSAN¡±. Alguna vez, incluso de obra; en 1982 no vot¨® al Guti como candidato al Senado para apoyar a T¨ªsner, de Nacionalistes d'Esquerres. Su militancia sentimental, como la define, en el comunismo y el eurocomunismo se prolong¨® hasta despu¨¦s de la creaci¨®n d'Iniciativa per Catalunya, y fue algunos a?os consejera de CCRTV.
Ella era de Josep Termes y la mayor¨ªa, de Jordi Sol¨¦ Tura
Casals naci¨® en Avi?¨®n, en la Provenza (Francia), hija de padre republicano y cat¨®lico, y de madre francesa, que al poco de nacer ella, pusieron fin al exilio para trasladarse a Sabadell. ¡°Mi padre era un derrotado, pero no un vencido; fui educada como separatista, a¨²n sabiendo que era un imposible¡±. En las celebraciones familiares, en vez de brindar por Catalu?a, lo hac¨ªan por ¡°Valencia y su hermana mayor¡±; el d¨ªa de la primera comuni¨®n, se dieron el lujo de hacer las estampitas en catal¨¢n. Ahora cree que la independencia no s¨®lo es posible, sino que es ¡°la ¨²nica forma de salvar el pa¨ªs¡±.
Le cuesta entender el ¡°milagro de la anormalidad¡±, la conducta general de la sociedad catalana durante tantos a?os: ¡°?C¨®mo todo un pueblo ha podido tardar tanto en racionalizar pol¨ªticamente el independentismo psicol¨®gico, el soberanismo latente y el sentimiento patri¨®tico en el que una cierta mayor¨ªa hemos vivido siempre?¡±. Tanta resignaci¨®n explicar¨ªa, a su juicio, que al despertar la efervescencia soberanista algunos ¡°nos consideren un pueblo extravagante, justamente por querer ser normales, por querer instituciones estatales propias, una democracia m¨¢s pr¨®xima y participativa, por aspirar a reinventarnos¡±.
En 2010, decidi¨® dejar atr¨¢s su predisposici¨®n a la segunda l¨ªnea para ocupar la presidencia de ?mnium, justo en el momento que la entidad hac¨ªa de paraguas para los promotores de la manifestaci¨®n contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. ¡°A veces, la gente corre m¨¢s deprisa que la historia¡±, dice para explicar la transformaci¨®n de la plataforma cultural en entidad soberanista. En la celebraci¨®n del 50 aniversario anunci¨® las intenciones: ¡°Las relaciones con Espa?a no funcionan, la crisis aprieta y la lengua debe afrontar agresiones que cre¨ªamos superadas. Los partidos y las instituciones reclaman ayuda, incluso el liderazgo de la sociedad civil¡el autonomismo ha muerto, en cuatro a?os debemos tener una independencia fiscal, cultural, y haber ejercido el derecho a decidir¡±.
Algunos nos consideran un pueblo extravagante por querer ser normales, por querer instituciones estatales propias
En oto?o de 2012, en un acto celebrado en Santa Coloma de Gramenet, desaparecieron los adjetivos contemporizadores del concepto de la independencia: ¡°La plena realizaci¨®n del proyecto de los fundadores no es posible permaneciendo dentro de Espa?a¡±. El miedo, su explicaci¨®n para tantos a?os de anormalidad, se esfum¨® en la gran manifestaci¨®n de aquel Onze de Setembre. ¡°La cuerda que nos daba la Constituci¨®n result¨® ser muchos m¨¢s corta de lo que pens¨¢bamos, por eso hemos decido cortarla¡±, as¨ª se expresaba en aquellos meses. En el Concert per la Llibertat del Camp Nou habl¨® de un sue?o, pero a diferencia de Luther King, este no est¨¢ en el objetivo sino en el camino, en la fuerza del movimiento colectivo, la de aquellos que ¡°hacen normal querer un pa¨ªs normal¡±, seg¨²n reza su p¨¢gina de Facebook.
?mnium no se ha convertido formalmente en una organizaci¨®n independentista, a¨²n as¨ª, su presidenta cree que cuando llegue el momento del refer¨¦ndum pedir¨¢n el s¨ª, como lo hicieron en el proceso de participaci¨®n del 9-N. ¡°Est¨¢ pendiente comprobar la solidez del movimiento en las urnas. Aqu¨ª se ha desencadenado un deseo colectivo que no es una quimera; nosotros hemos asumido un compromiso ante nuestros socios y la sociedad para hacerlo posible¡±. La entidad super¨® una peque?a fuga inicial de asociados que se pasaron a la ANC por considerar moderada la posici¨®n ante la euforia soberanista. Ahora, supera los 46.000 socios, casi el doble de los que ten¨ªa hace un par de a?os. Sin embargo, est¨¢ convencida que la etapa al servicio de la independencia es coyuntural, transitoria: ¡°Al d¨ªa siguiente de la constituci¨®n del nuevo estado seguir¨¢ habiendo catalanes que necesitar¨¢n ayuda para acceder al uso pleno de la lengua, como hoy¡±.
La cuerda que nos daba la Constituci¨®n result¨® ser muchos m¨¢s corta de lo que pens¨¢bamos, por eso hemos decido cortarla
La presidenta de ?mnium es de conversaci¨®n pausada; habla suave y escucha al mismo tiempo, como quien est¨¢ pendiente de responder una pregunta que interrumpa su exposici¨®n, como la profesora de An¨¢lisis Econ¨®mico que fue y a la que no le sorprende el liderazgo de la sociedad civil. ¡°?No dec¨ªamos que la gente se agrupar¨ªa por intereses concretos? Pues ahora el combate concreto es el del derecho a decidir, pero el derecho, no tanto, a¨²n, la independencia¡±. Considera el protagonismo ciudadano un fen¨®meno habitual en circunstancias de conmoci¨®n pol¨ªtica como la presente. ¡°Marca la agenda p¨²blica, allana caminos de progreso y bienestar, se compromete a fondo en la construcci¨®n de una identidad compleja pero cohesionada¡±, as¨ª defini¨® el papel de la sociedad civil en aquella celebraci¨®n de aniversario.
Los partidos deben ser muy conscientes de las expectativas generadas, dijo en el Camp Nou, sin embargo, ha expresado siempre una clara prevenci¨®n a ocupar el espacio de la pol¨ªtica. ¡°?Alerta con la parapol¨ªtica! No me gusta dar lecciones a los pol¨ªticos y creo que las entidades de la sociedad civil no deben suplantar a los partidos. Nosotros no podemos resolver los problemas pol¨ªticos del pa¨ªs; las voces que nos lo piden me producen v¨¦rtigo¡±.
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