Se impone lo ¡®vintage¡¯, con Vinila y Los Cubero

Una suerte de est¨¦tica vintage, abunda en las ofertas musicales de este fin de semana, aunque desde distintas miradas. Por un lado la m¨¢s burlesque de Vinila Von Bismark, y por otro, la m¨¢s rural y campesina de Los Hermanos Cubero. Est¨¢s dos propuestas, junto a la de Casey Driessen, convierten a Madrid en una ciudad que tambi¨¦n escucha m¨²sica original y divertida.

De nombre civil Irene L¨®pez Ma?as, Vinila Von Bismark aporta la exuberancia de las antiguas pin ups con un toque de rockabilly, swing y glamour. Con su delicada piel llena de tatuajes, y su voz sensual y provocadora, a sus 29 a?os se ha convertido en un personaje vistoso que ilumina portadas de revistas y carteles de grandes musicales, pero que hace discos hermosos como el reciente A place with no name, donde el rock and roll de los 50 se da la mano con los ecos mediterr¨¢neos y ¨¢rabes.

Los alcarre?os Quique y Roberto Ruiz Cubero, conocidos como Los Hermanos Cubero, le dan al folclore castellano de toda la vida un giro inesperado al arrimarlo al bluegrass norteamericano de los a?os treinta del siglo pasado. Seguidillas, rondas, romances, jotas, mazurcas y valses, revisitados de la tradici¨®n, inspirados en ella o de composici¨®n propia, suenan diferentes con ese toque rural yanqui. Como si Agapito Marazuela brindara con Bill Monroe a base de buen chinch¨®n y buen bourbon.

El bluegrass tampoco tiene secretos para Casey Driessen, el virtuoso violinista que sin tener a¨²n 40 a?os, es todo un referente de ese instrumento. Ya estuvo el pasado verano en Madrid dejando at¨®nita a la parroquia del Populart con esa forma peculiar de tocar el viol¨ªn que agarra a veces como guitarra, o bajo y juega con sus cuerdas y arco y lo convierte en un juguete caprichoso con el que crear arte y diversi¨®n. A este raro artista estadounidense, que hace folk, bluegrass o canta, se le disputan artistas como Bela Fleck o Steve Earley. .

La sencillez es tambi¨¦n el punto de partida de Club del R¨ªo, un grupo emergente madrile?o que ya empieza a cosechar ¨¦xito. Del pop indie a la simplicidad, Club del R¨ªo aglutina a j¨®venes amigos que comparten hasta la vivienda en una suerte de comuna creativa donde la m¨²sica en una m¨¢s, acaso la m¨¢s importante pero no la ¨²nica, de sus actividades art¨ªsticas.

En el fr¨ªo serrano de la sierra, se celebran las fiestas de San Blas, patr¨®n de Valdemorillo. Esta noche se agradecer¨¢ que dos formaciones veteranas del rock espa?ol, pongan calor a la verbena. Se trata de Burning, con 40 a?os ya a sus espaldas aunque de su formaci¨®n inicial solo quede Johnny Cifuentes y el esp¨ªritu intacto; y de La Frontera, surgidos en el Madrid de los ochenta para dar ese toque western al rock de la movida.

El rock metalero vuelve a venir de Suecia, con Amon Amarth; y el rock adulto de Estados Unidos, con Robert Teppert, que si no fuera por qu¨¦ su canci¨®n No easy way out se incluy¨® en una de las pelis de Rocky, nunca habr¨ªa pasado a la historia. La comercialidad de la triunfita Vega, la fiereza de los navarros Berry Txarrak o la transgresi¨®n de Subversiva son otras propuestas para estos d¨ªas de fr¨ªo.