El te¨®logo de la independencia

Oriol Junqueras cay¨® del cielo para salvar a ERC del infierno electoral y para rescatar al discurso soberanista del limbo de los justos. Hasta ahora se ha demostrado un pol¨ªtico de ¨¦xito electoral. Socio de CDC para ganar la independencia y rival de Artur Mas para liderar la larga marcha, ha cosechado algunos disgustos por su inexperiencia en el regate corto de la pol¨ªtica. No consigui¨® una pregunta simple para la consulta non nata, ni tampoco sustituir el proceso participativo del 9-N por unas plebiscitarias, pero sorte¨® la desgracia al estilo Tarradellas. ¡°Nunca hab¨ªamos estado tan contentos como ahora porqu¨¦ nunca hab¨ªamos llegado tan lejos, ni tantos, ni tan juntos, nunca nos hab¨ªamos ayudado tanto entre todos¡±; dicho esto, anunci¨® un plan de ruta totalmente diferente del propuesto por el presidente de la Generalitat una semana antes.

El presidente de ERC es un admirador de Descartes, de su duda met¨®dica y del racionalismo franc¨¦s. Adora sus dudas, por ser fuente de conocimiento. Ha buscado la certeza de la fe, sin demasiada suerte, seg¨²n ha confesado. ¡°Yo no soy un cristiano que hace pol¨ªtica, soy un pol¨ªtico que, adem¨¢s, es cristiano¡±. Su cristianismo deriva de su creencia en los valores universales, compartidos por las grandes culturas del mundo, aunque con nombres diferentes. ¡°La revoluci¨®n francesa los llam¨® libertad, igualdad y fraternidad; el cristianismo, libre arbitrio, igualdad de todos los hijos de Dios y la caritas, entendida como sin¨®nimo del amor. Eso es lo que me mueve cuando hago de padre de familia, de alcalde o de diputado¡±.

Historiador de formaci¨®n italiana, ha podido bucear en los archivos secretos del Vaticano. La ¨²nica lecci¨®n que puede compartir de esta experiencia es que ¡°la verdad es imprescindible, no se puede construir nada duradero sobre la mentira¡±. Su lenguaje es poco habitual en la pol¨ªtica. ¡°Mi objetivo no es ganar, si no hacer el bien, si para hacer el bien debo ganar, ganar¨¦¡±; sabe que sorprende hablando as¨ª: ¡°S¨ª, ya s¨¦ que muchos no me creen, pero es verdad: estoy convencido de que se puede hacer pol¨ªtica y construir amor a nuestro alrededor. Mis principios son m¨¢s importantes para m¨ª que la pol¨ªtica¡±. Junqueras descubri¨® el fundamento de la vida social en la Imitiatio Christis de Tom¨¢s de Kempis y su gu¨ªa para traducir el pensamiento en acci¨®n es la de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. ¡°Me siento heredero de este movimiento y de sus referentes, Joan Sobrino, Leonardo Boff, las gentes de la Universidad Centroamericana¡±.

En su familia no se hab¨ªa militado nunca en pol¨ªtica, aunque coincid¨ªan gentes partidarias del carlismo, del republicanismo y de la CNT. ¡°Cuando la gente simultaneaba las tres grandes tradiciones catalanas, la cat¨®lica, la republicana y la obrerista, el pa¨ªs tuvo fuerzas para hacer grandes cambios. Ahora nos puede parecer incompatible, porqu¨¦ pretendemos simplificar la realidad para que se parezca a lo que queremos que sea¡±. Tal vez para enfrentar esta complejidad, su autodefinici¨®n pol¨ªtica no se circunscribe a una sola ideolog¨ªa, sino a un compendio del pensamiento pol¨ªtico moderno: pol¨ªticamente liberal ¡°como casi todos en el Parlament¡±, socialdem¨®crata en materia econ¨®mica ¡°como toda la Europa occidental¡± y de vocaci¨®n social ¡°como el Santo Padre o los comunistas¡±.

¡°Mi objetivo es hacer

Junqueras alcanz¨® su certeza independentista desde sus principios universales: ¡°Creo que es la expresi¨®n cercana y concreta del sentido de la libertad, la justicia y la igualdad entre todos los pueblos, porqu¨¦ los valores asignados por el liberalismo y el cristianismo al individuo, tambi¨¦n ha sido asignados a la colectividad¡±. En este punto no tiene ninguna duda: ¡°si la libertad es un bien y la libertad de los pueblos, tambi¨¦n, ¨¦sta debe preservarse¡±. Tampoco vacila ante la confrontaci¨®n conceptual de democracia y legalidad, el campo de juego del Proceso, tal como est¨¢ planteado. Esta disyuntiva la da por resuelta desde el siglo de Pericles: ¡°Atenas intenta construir un modelo con la esperanza de que sea la democracia la que defina las leyes y no al rev¨¦s; pero sigue habiendo gente que a¨²n no lo acepta¡±.

Su nombre se instal¨® en la cr¨®nica pol¨ªtica a primeros de 2009. Por entonces, era concejal independiente por ERC en Sant Vicen? dels Horts (Baix Llobregat) y los republicanos malviv¨ªan el final del tripartito, esperando la debacle electoral. Consigui¨® salvar los muebles y salir elegido eurodiputado; dos a?os despu¨¦s, en 2011, gan¨® la alcald¨ªa e ingres¨® como militante; cuatro meses m¨¢s tarde, fue aclamado como presidente de Esquerra.

Su carrera ha sido fulgurante y su oratoria, una novedad. Su discurso es de una aparente candidez did¨¢ctica, cargada de iron¨ªa; formulado con muchas oraciones derivadas para no perderse ning¨²n matiz; adornado de silencios teatrales y dejando traslucir su cristianismo de ra¨ªces universales. ¡°Mi trabajo no es agradar, ni generar grandes consensos sino explicar cosas ¨²tiles". Es capaz de descolocar a la parroquia m¨¢s integrista al defender el castellano como idioma oficial en la futura rep¨²blica catalana, de emocionarse hasta las l¨¢grimas para suplicar al presidente Mas la convocatoria de unas plebiscitarias o de amenazar con colapsar Barcelona durante tres d¨ªas para reclamar el derecho a votar.

Los detalles de la pol¨ªtica, la negociaci¨®n permanente, le incomodan. ¡°Desgraciadamente, en este pa¨ªs, hay mucha gente que lleva muchos a?os dedicada a la pol¨ªtica, con muchos intereses creados; se sienten m¨¢s c¨®modos dedicando tiempo y esfuerzos a las cosas menos relevantes que no a las importantes¡±. La idea de la renovaci¨®n pol¨ªtica es uno de los escollos habituales de su relaci¨®n con CiU. El otro, la regeneraci¨®n: ¡°marcados por la corrupci¨®n, no saldremos adelante; es una barbaridad querer construir un edificio nuevo sobre unos fundamentos podridos¡±.

En su familia no hab¨ªa

El presidente de ERC siempre ha visto la independencia como una urgencia. No tanto porque tenga prisa si no porqu¨¦ est¨¢ ¡°cansado de aguardar tantos siglos¡±. No espera nada del Estado espa?ol, salvo que siga funcionando ¡°como f¨¢brica de independentistas¡±; por eso cree vana e infundada la opci¨®n del pacto: ¡°Es irracional pensar que alguien que no ha cambiado nunca de posici¨®n lo pueda hacer en un sentido que nunca se ha dado¡±. Esta seguridad cient¨ªfica le lleva a afirmar que ¡°todos somos concientes que nuestra presi¨®n deber¨¢ expresarse no solo a trav¨¦s del derecho al voto, debemos de estar dispuestos a utilizar todos nuestros derechos democr¨¢ticos, o no nos saldremos con la nuestra. Yo har¨¦ todo lo posible para convencer a la sociedad para que desobedezca, estoy convencido de que as¨ª ser¨¢, pero eso deben decidirlo los catalanes¡±.