¡°Yo hago arte comercial¡±

Cuando la gente ve¨ªa el cartel de la pel¨ªcula Todo sobre mi madre,de Pedro Almod¨®var elogiaban el trabajo de Oscar Marin¨¦ (Madrid, 1951). ¡°Qu¨¦ buen dise?o gr¨¢fico¡¯, me dec¨ªan. Pero en realidad era una ilustraci¨®n¡±, explica el dise?ador, poniendo de relieve las difusas fronteras que separan las disciplinas art¨ªsticas y artesanales.

No ser¨ªa extra?o ver uno de los letreros o de los r¨®tulos luminosos que Marin¨¦ ha ideado para el Matadero de Madrid en una galer¨ªa de arte o en una edici¨®n de Arco. Su lectura ser¨ªa diferente a la de un visitante que se gu¨ªa por la se?al¨ªtica para encontrar la cantina del complejo cultural. Como diferente es la interpretaci¨®n de las sugerentes palabras pintadas que ahora ha colgado Marin¨¦ de las paredes de la galer¨ªa madrile?a de La caja negra.

Las palabras remiten a la m¨²sica, del cine, de la literatura, de los r¨®tulos al borde de una carretera o en la entrada de un local nocturno; refieren una cultura urbana, muy visual, muy anglosajona, en la que las letras, la tipograf¨ªa, son indisociables al hecho art¨ªstico. La combinaci¨®n entre ellas en la exposici¨®n Painted words permite un juego que va m¨¢s all¨¢ de lo obvio. ¡°Tiene mucho de juego, de Trivial pursuit, incluso de banda sonora para un on¨ªrico recorrido por un paisaje nocturno de ne¨®n urbano¡±, escribe en el cat¨¢logo el periodista Diego A. Manrique.

¡°Toda esa cultura es un poco la s¨ªntesis de cientos de discos o¨ªdos, pel¨ªculas vistas, kil¨®metros viajados... estas palabras pintadas son el reconocimiento a esa cultura. He recorrido casi 100 pa¨ªses buscando la vida en un momento que no hab¨ªa internet. Una canci¨®n te llevaba a Marrakech, otra a China¡­ Era el compromiso con un mundo cultural. No es solo el t¨ªtulo de una canci¨®n sino toda una vida. Es algo que te hace vibrar. De modo que hacer una palabra, un objeto, o una frase, es un acto de amor que tienes dentro¡±, apunta el Premio Nacional de Dise?o 2010 y creador de la caja de zapatos de la marca Camper que se exhibi¨® en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa de Madrid y de otros muchos conocidos dise?os.

¡°Hay algo generacional, de los ochenta, de carteler¨ªa de locales, de poetas minimalistas, de mucho pop. Tiene que ver con el trabajo que se hac¨ªa tambi¨¦n en la Factory de Warhol, de esa cultura que no es ni alta ni baja¡±, interviene el galerista Fernando Cordero. ¡°Bueno, es que empec¨¦ como pintor, como artista urbano en Nueva York, Compart¨ª colecci¨®n con Warhol y Haring, que ven¨ªan del dise?o gr¨¢fico. Mi gr¨¢fica est¨¢ pintada en esta exposici¨®n. Yo hago arte comercial¡±, admite Marin¨¦. Sus palabras y frases est¨¢n en ingl¨¦s porque no deja de ser un homenaje a la cultura que ha mamado y tambi¨¦n a su tradici¨®n gr¨¢fica. ¡°Llama la atenci¨®n en los pa¨ªses anglosajones c¨®mo est¨¢ todo rotulado. Desde las pel¨ªculas del oeste, en las que ve¨ªas siempre ese enorme cartel de ¡®Saloon¡¯. Todos los comercios tienen su gr¨¢fica y no digamos los productos. En Espa?a no hay esa cultura visual. Tampoco esa tradici¨®n industrial y comercial. Aunque ahora hay miles de chavales, tal vez demasiados, estudiando dise?o, que van a cambiarlo todo. Viene una hornada muy bien preparada y que acabar¨¢ con la condena a la segunda divisi¨®n de las artes visuales en Espa?a. Entonces el debate ser¨¢ la calidad, la excelencia¡±.

Painted word. Galer¨ªa La Caja Negra. Hasta el de 15 de febrero.