Endiablado baile

Brillante, hipn¨®tico, bello y electrizante result¨® el baile del Semperoper Ballet en Una velada con William Forsythe,en el Gran Teatro del Liceo, la noche del viernes. El espect¨¢culo clav¨® en la butaca al p¨²blico, desde el minuto uno, embriagado por la fluidez y riqueza de las frases coreogr¨¢ficas y el seductor juego esc¨¦nico con que este artista sella sus obras.

El genial creador ¡ªque tranquilidad da utilizar el adjetivo genial cuando se habla de Forsythe¡ª somete la retina del espectador a una actividad constante, ¨¦sta no sabe d¨®nde fijar la atenci¨®n ante el c¨²mulo de situaciones y sensaciones que ocurren en el escenario. Por ejemplo, si uno observa el apabullante trabajo coral, puede escap¨¢rsele el baile de una pareja situada en la esquina del escenario, o simplemente el baile de puntas de otra int¨¦rprete situada en el otro extremo del escenario. Esa habilidad para absorber la atenci¨®n del p¨²blico hasta agotarlo reside en el endiablado baile que idea Forsythe, quien utiliza el vocabulario de la danza cl¨¢sica para distorsionarlo y manipularlo hasta conseguir un nuevo lenguaje. Un lenguaje sincopado y arquitect¨®nico que se baila a gran velocidad. En sus manos los attitudes, los d¨¦velopp¨¦s y los grand jet¨¦s se revolucionan para tomar una nueva dimensi¨®n, al igual que el bello y expresivo movimiento de brazos de las bailarinas.

De las tres piezas que el Semperoper Ballet ha presentado en el Liceo la m¨¢s aplaudida fue Enemy In The Figure, con la que finaliz¨® el programa. Esta pieza forma parte del tr¨ªptico Limb's Theorem, un trabajo que Forsythe cre¨® en 1990 y a pesar del tiempo transcurrido contin¨²a teniendo la misma contemporaneidad y versatilidad gestual que el d¨ªa de su estreno. La escenograf¨ªa es un gran muro de forma ondulada, obra del propio Forsythe. La pieza est¨¢ interpretada por once bailarines cuyos cuerpos se retuercen en una danza infernal al ritmo de la m¨²sica electr¨®nica de Thom Willems, colaborador habitual del core¨®grafo. El juego con un foco de luz que se desplaza por el escenario crea un tenebroso y perturbador ambiente. Los bailarines se convierten en animales, que se acercan a la luz para morir atrapados en ella.

El core¨®grafo somete la retina del espectador a una actividad constante

La velada hab¨ªa comenzado con In The Middle, Somewhat Elevated (1987), una pieza ya cl¨¢sica en el repertorio de este autor. Se trata de un trabajo para nueve int¨¦rpretes de corte abstracto, que potencia el trabajo de los solos, d¨²os y tr¨ªos, adem¨¢s del coral. La reiterativa y met¨¢lica m¨²sica de Thom Willems es la mejor aliada de esta obra.

Tambi¨¦n fue muy aplaudida Neue Suite, una serie de diez pasos a dos creados especialmente para el Semperoper Ballet con m¨²sicas de H?ndel, Berio, Willems y Bach, que Forsythe estren¨® entre 1977 y 1990.

Entre los excelentes bailarines de esta Compa?¨ªa hemos de destacar la presencia de tres espa?oles, la catalana Sonia Vinograd, la murciana Raquel Mart¨ªnez y el vasco Jon Vallejo.