La inexplicable alianza del bipartidismo
La autora sostiene que el PP ha logrado "atrapar al socialismo espa?ol en un maquiav¨¦lico juego pol¨ªtico"
El vertiginoso ritmo de la pol¨ªtica tiene la capacidad de sepultar la actualidad un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, logrando que pasen casi desapercibidos asuntos de una enorme trascendencia. Es lo que ha ocurrido con la firma del llamado Pacto contra el terrorismo yihadista, firmado por PP y PSOE.
Un acuerdo firmado sin apenas reflexi¨®n o debate sobre las consecuencias del mismo ¡ªapostar¨ªa a que no lo han le¨ªdo muchos de los que lo han defendido p¨²blicamente¡ª, aprovechando la trist¨ªsima coyuntura de los atentados de Paris. Una vez m¨¢s, el contexto se convierte en el pretexto para justificar lo injustificable, al menos desde una mirada socialista.
Es una jugada maestra para el PP, pero es dif¨ªcil entender que el PSOE se preste a apuntalar como lo ha hecho la ideolog¨ªa y la estrategia de la derecha. Porque si verdaderamente el texto del acuerdo fuera el que se?ala el titulo del mismo (¡°afianzar la unidad en defensa de las libertades y en la lucha contra el terrorismo¡±), podr¨ªa entenderse la b¨²squeda de un com¨²n denominador m¨¢s all¨¢ de diferencias ideol¨®gicas. Podr¨ªa comprenderse, o al menos explicarse, una unidad de acci¨®n ante la barbarie que, analizando en profundidad las causas que lo originan, fuese capaz de apuntalar una estrategia global, y no solo punitiva, con la que hacer frente a la amenaza del terrorismo. Lo que no alcanzo a comprender es la firma com¨²n de un texto vac¨ªo, plagado de ret¨®rica y cuyo ¨²nico objetivo es sacar adelante la modificaci¨®n del C¨®digo Penal para endurecer las penas y ampliar los supuestos de las practicas terroristas, logrando as¨ª lo que ha venido siendo el ansiado y permanente se?uelo del PP hacia sus sectores m¨¢s conservadores: la prisi¨®n permanente revisable, es decir, una cadena perpetua encubierta.
Contra la opini¨®n de expertos en materia penal, y en contra, a su vez, de todas las fuerzas parlamentarias, el PP se ha salido con la suya gracias a la inestimable colaboraci¨®n de un PSOE que firma un pacto y lo niega a la vez. En un inusitado ejercicio de prestidigitaci¨®n pol¨ªtica declara su voluntad de recurrir la cadena perpetua encubierta y lo hace mientras la est¨¢ suscribiendo. Inexplicable.
El pacto contra el yihadismo opta por una medida tan excepcional como la cadena perpetua encubierta
Llama, adem¨¢s, la atenci¨®n la superficialidad del documento y su propia presentaci¨®n publica. Quienes lo suscriben no tienen rubor en apelar, como digno precedente del mismo, al Pacto de Ajuria Enea, como si nadie recordase que este hablaba de ¡°la validez de las v¨ªas de reinserci¨®n¡± y de ¡°la derogaci¨®n de la legislaci¨®n especial contra el terrorismo¡± en su lucha contra ¨¦l, y lo hac¨ªa desde una unidad sin precedente de los partidos pol¨ªticos vascos, algo que contrasta n¨ªtidamente con la soledad de este pacto.
El pacto contra el yihadismo opta por una medida tan excepcional como poca disuasoria ante el fanatismo terrorista como es la cadena perpetua encubierta, obviando cualquier otra medida real y homologable de lucha contra el terrorismo especialmente de car¨¢cter preventivo. Que un asunto tan serio se despache de modo tan propagand¨ªstico perjudica la batalla imprescindible de lucha contra el terrorismo fan¨¢tico. Que la izquierda se preste a suscribir las terapias represivas y nada m¨¢s, solo alimenta la idea de que ya no hay distancia ente la izquierda y la derecha por haber sucumbida aquella a las tesis conservadoras, tambi¨¦n en materia tan sensible a las libertades como la lucha contra el terrorismo.
Los nuevos conflictos terroristas, las nuevas zonas calientes del mismo lo han convertido en un fen¨®meno escurridizo a las viejas formas de combatirlo. En nombre de la llamada lealtad de Estado se es desleal con el papel propio y natural que se le reclama a la izquierda. Una izquierda que abraza en este caso los planteamientos simplistas de la derecha y consiente que se instalen como inmutables en la opini¨®n publica principios que no obedecen a las reivindicaciones autenticas del progresismo.
El PP ha logrado atrapar al socialismo espa?ol en un maquiav¨¦lico juego pol¨ªtico, que achica peligrosamente su espacio en lo que ha sido una lamentable utilizaci¨®n de la tragedia como justificaci¨®n. Si a eso le a?adimos, que ha descubierto el autoritarismo como forma moderna de liderazgo y as¨ª remontar las encuestas, verdaderamente se convierte en uno de los proyectos m¨¢s desilusionantes del presente. Cualquier tiempo pasado fue mejor.
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