Imputan a una estudiante de 22 a?os por acoso en un centro de adultos

Un informe de Unicef revelaba a finales del a?o pasado que uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 a?os es, o ha sido, v¨ªctima del acoso escolar. Pero la lacra del bullying no es solo cosa de ni?os. As¨ª se desprende de una actuaci¨®n llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra en un centro de formaci¨®n de adultos en Tarragona, que se ha saldado con la imputaci¨®n penal de una mujer de 22 a?os por tratos vejatorios y humillantes a, al menos, cuatro compa?eros del aula. La imputada se mofaba cruelmente de algunos alumnos de la clase y los ridiculizaba por motivos de su edad, raza o condici¨®n sexual.

Agentes de los Mossos adscritos a la Oficina de relaciones con la comunidad abrieron una investigaci¨®n el pasado mes de octubre para tratar de aclarar los presuntos episodios de acoso que se estaban dando en la escuela Joan XXIII, un centro de titularidad diocesana que depende del arzobispado de Tarragona y que, seg¨²n consta en su p¨¢gina web, imparte formaci¨®n acad¨¦mica des de la etapa preescolar hasta el bachillerato. En concreto, los hechos que motivaron la intervenci¨®n policial ven¨ªan alterando la rutina escolar de un aula de formaci¨®n profesional donde se cursa un ciclo formativo en comercio. Hay unos 25 alumnos inscritos en el ciclo, pero el personal docente del centro detect¨® el comportamiento agresivo y prepotente de la que ha sido descrita como "l¨ªder" de la clase. Despu¨¦s de algunas advertencias con resultado est¨¦ril, se decidi¨® acudir a los Mossos para que determinaran si la actuaci¨®n de la joven era representativa de alg¨²n tipo de il¨ªcito penal. "La mediaci¨®n no funcion¨®" se reconoce des del centro.

Tres meses de diligencias policiales se han cerrado con la imputaci¨®n de la conflictiva alumna, que tiene 22 a?os, nacionalidad espa?ola y reside en Tarragona, por delitos continuados contra la libertad humana, incitaci¨®n al odio racial y contra la libertad y orientaci¨®n sexual. De igual forma, deber¨¢ responder por conductas geront¨®fobas por raz¨®n de edad ya que, seg¨²n la polic¨ªa, la estudiante denunciada infling¨ªa despiadadas humillaciones en el trato a algunos de los compa?eros de edad m¨¢s avanzada.

La polic¨ªa describe los desprecios como un hecho "habitual y continuado" y pone de relieve que la "los episodios de violencia verbal y trato vejatorio" solo buscaban "humillar por motivo de etnia, orientaci¨®n sexual, lugar de procedencia y edad".

La investigaci¨®n concluy¨® que las v¨ªctimas del acoso, que acud¨ªan a la escuela de adultos con intenci¨®n de obtener un aprendizaje y una formaci¨®n, manifestaban un sentimiento de angustia creciente "por la gratuidad de los ataques verbales sufridos" y que, a las ofensas, insultos y provocaciones, se les sumaban amenazas y coacciones.

La actuaci¨®n policial deriv¨® en el traslado de las actuaciones a sede judicial y ahora la imputada, que no cuenta con antecedentes, deber¨¢ responder por los hechos ante la autoridad competente.

Des del Joan XXIII se habla de "caso resuelto" y se indica que la alumna ya no forma parte del centro porqu¨¦ "la convivencia era imposible". No obstante, se matiza que "nosotros no la hemos expulsado", sino que fue el departamento de Educaci¨®n qui¨¦n la traslad¨® a otra escuela.