Hoy da ¡®misa¡¯ la se?ora Carmen
La falta de curas y la ancianidad del clero empujan a un sacerdote con ocho parroquias del norte de Lugo a reclutar fieles que lo sustituyan en el altar
El domingo a las once, 13 vecinos de la aldea de Frexulfe van a la parroquia para escuchar la homil¨ªa de la se?ora Carmen Mandi¨¢. Son pocos y entre todos triplican con creces la edad del templo barroco, pero nunca faltan a la cita. La mujer que suple al cura no lleva sotana ni pas¨® por el seminario, y sin embargo la escuchan con el mismo respeto que al sacerdote. Luego, cuando toca comulgar, forman fila y van llegando al altar, donde la vecina de 65 a?os les pone, si puede, la hostia en la mano, algo que antes de la era Carmen no se estilaba en la parroquia. El religioso titular de esta iglesia del municipio de O Valadouro, en el norte de Lugo, Jos¨¦ Antonio Llenderrozos, le dio esa soluci¨®n tan habitual en otras partes porque a ella le causaba impresi¨®n met¨¦rsela a la gente en la boca. Tem¨ªa que acabase ¡°en el suelo¡±: ¡°Yo es que soy una mujer antigua, de las que aprendimos que todo era pecado... Hasta que te quedasen unas miguitas en el labio¡±, justifica la sacerdotisa.
En San Pedro de Mor, otra parroquia vecina del mismo valle que forma el r¨ªo Ouro, aunque ya en el ayuntamiento de Alfoz, el que sustituye a id¨¦ntico cura es un actor aficionado, Antonio Jes¨²s Lorenzo, alias Cach¨ªn, que tiene 38 a?os y es la tercera pata de Tr¨ªpode, un grupo c¨®mico muy aplaudido en la comarca del que tambi¨¦n forma parte el edil de Cultura. ¡°Igual nos haces re¨ªr que nos haces rezar¡±, le dice una de sus feligresas. El otro d¨ªa, despu¨¦s de presidir el oficio dominical en San Pedro, Cach¨ªn se enfund¨® un disfraz de palomita de ma¨ªz para el desfile de Carnaval.
Despu¨¦s de Semana Santa, Cach¨ªn cumplir¨¢ un a?o haciendo las veces del cura. A Carmen ya se le han pasado dos sin darse cuenta desde que, un d¨ªa en misa, delante de todos y por sorpresa, el p¨¢rroco le anunci¨® que la hab¨ªa elegido para aligerarle el trabajo: ¡°Me lo solt¨® de golpe¡±, recuerda, ¡°y yo me negu¨¦. Le dije ¡®hay gente m¨¢s capacitada¡¯, pero ¨¦l insisti¨®, ¡®quiero que lo hagas t¨²¡¯. Entonces me entreg¨® un libro, y por ¨¦l me voy guiando¡±, cuenta. El ejemplar de tapas anaranjadas se titula Celebraci¨®n de la palabra en ausencia de presb¨ªtero. Cach¨ªn tambi¨¦n lo tiene. ¡°Celebran la palabra¡± domingo s¨ª, domingo no, altern¨¢ndose con el p¨¢rroco. La diferencia con una aut¨¦ntica misa est¨¢ en que no hay un cura que bendiga el pan y el vino, ni confiese y absuelva pecados. Ellos dirigen las oraciones, leen la homil¨ªa que les pasa el religioso y reparten las obleas que este les deja en el sagrario. Lo de confesar no hace falta: ¡°Aqu¨ª, por pocos y viejos, somos todos santos¡±, bromea la oficiante de Santa Olalla de Frexulfe.
¡°Igual nos haces rezar que nos haces re¨ªr¡±, le dice una feligresa al c¨®mico que sube al altar de San Pedro de Mor
¡°Don Jos¨¦ Antonio es un cura-cura¡±, repite una y otra vez, entendi¨¦ndolo como un piropo, Mar¨ªa del Carmen Mandi¨¢, m¨¢s conocida dentro de la aldea como Carmen do Rego y fuera de ella como ¡°la mujer de Manolo de Ramona¡± (Manolo, su marido; Ramona, su suegra). ¡°Con los otros p¨¢rrocos no tuvimos suerte: uno dur¨® poco porque se cas¨® y el ¨²ltimo daba misas de 10 minutos, sin homil¨ªa; dec¨ªa que no ten¨ªa tiempo. Este, en cambio, es un cura-cura, pero vino ya mayor, y no puede atender ¨¦l solo las ocho parroquias que le tocan¡±. ¡°Nuestro p¨¢rroco tiene una serie de a?os¡±, confirma Cach¨ªn esquivando concretar la cifra, un ejemplo m¨¢s de la ancianidad galopante del clero.
Llenderrozos quiso extender la moda a otras de sus iglesias, pero no pesc¨® almas dispuestas. La idea la import¨® de una parroquia pr¨®xima, Ferreira do Valadouro, donde otro cura, Fernando Monterroso, delega en las cuatro monjas de la Virgen de los Dolores. Estas les ganan en fama a los seglares porque llevan m¨¢s a?os y cantan mucho. Carmen ni se lo plantea. Y Cach¨ªn se excusa con que sus agudos ¡°son berridos¡±. Aunque todo se andar¨¢, hasta ¡°personalizar¡± el serm¨®n: seg¨²n ¨¦l, suplantar al cura los domingos alternos ¡°es una cosa sencilla del todo¡±.
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