Los peritos discrepan sobre la bala que mat¨® al supuesto ladr¨®n de Getafe

Una bala se convirti¨® ayer en el centro de la pol¨¦mica durante la tercera sesi¨®n del juicio contra tres polic¨ªas municipales de Getafe que se sigue en la Audiencia Provincial. Los especialistas de Polic¨ªa Cient¨ªfica creen que, debido a la deformaci¨®n que presentaba el proyectil, este entr¨® casi directo en la cabeza de la ¨²nica v¨ªctima mortal del tiroteo. Un perito contratado por las defensas de los tres agentes mantiene que todos los disparos fueron a la parte baja del veh¨ªculo y que la bala mortal lo mat¨® tras rebotar contra alguna superficie.

El tiroteo por el que est¨¢n siendo juzgados los tres polic¨ªas locales se produjo la ma?ana del 21 de noviembre de 2011, despu¨¦s de una persecuci¨®n de 14 kil¨®metros en la calle de Ferrocarril de Getafe y la interceptaci¨®n en la confluencia de las calles de Canarias y de Vara del Rey, ya en el distrito madrile?o de Arganzuela. Se registr¨® entonces un tiroteo en el que result¨® mortalmente herido el copiloto de un Citro?n C-3, David Prieto Fandi?o, y herido grave el conductor, Roberto Garc¨ªa Castillo. El primero muri¨® a las 24 horas en el hospital 12 de Octubre.

La diferencia entre ambas trayectorias del proyectil, desde un punto de vista penal, puede resultar muy importante. Si fuera directa, podr¨ªa apreciarse una mayor intencionalidad de matar por parte de los autores de los disparos, en este caso, el polic¨ªa municipal Antonio Miguel G. Las defensas, por el contrario, mantienen que fue un rebote, tras chocar contra otra parte del veh¨ªculo, lo que podr¨ªa incluirse dentro de la leg¨ªtima defensa.

Los peritos bal¨ªsticos centraron gran parte de la tercera sesi¨®n del juicio. Los especialistas de Polic¨ªa Cient¨ªfica, perteneciente al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, mantuvieron que la bala pudo entrar por la luna trasera del veh¨ªculo y con una ligera trayectoria descendente. ¡°Las leves deformaciones que sufr¨ªa la bala nos hacen pensar que no choc¨® contra ning¨²n elemento m¨¢s¡±, relat¨® un especialista de la Polic¨ªa Nacional.

La bala entr¨® por la regi¨®n occipital izquierda de la cabeza y, tras chocar contra parte del cr¨¢neo, qued¨® alojada en el cerebelo. De hecho, esa parte contra la que choc¨® hizo que se hallaran restos de calcio y f¨®sforo en el proyectil, es decir, fractur¨® un hueso, de ah¨ª su leve deformidad, seg¨²n los dos forenses del Juzgado de Instrucci¨®n que hicieron la autopsia.

Las defensas plantearon, sin embargo, dudas razonables. Presentaron un amplio informe de un especialista en bal¨ªstica que asegur¨® que el proyectil que caus¨® la muerte ten¨ªa una trayectoria ascendente. El perito de parte mantuvo que entr¨® de abajo arriba y con una velocidad muy lenta respecto a la de salida de la pistola. ¡°Si hubiera entrado a gran velocidad, habr¨ªa esquirlas en el cr¨¢neo. De hecho, hab¨ªa perdido parte de sus componentes y de la masa de plomo¡±, relat¨® el especialista de las defensas con un gran despliegue de gr¨¢ficos y de fotograf¨ªas.

Este perito asegur¨® que hab¨ªa disparado varias veces proyectiles de la misma marca y caracter¨ªsticas contra varias lunetas traseras de C-3, el veh¨ªculo en el que iban las v¨ªctimas, y en ning¨²n caso quedaron deformados.

El forense Jos¨¦ Cabrera, contratado por las defensas, tambi¨¦n discrep¨® de las conclusiones de sus hom¨®logos del juzgado. En su opini¨®n, el proyectil entr¨® a una distancia media (m¨¢s de un metro y medio) y culeando tras haber perdido gran fuerza. Adem¨¢s, no present¨® una trayectoria recta. Seg¨²n su tesis, el recorrido que hizo en el cerebro no justifica la deformidad que presentaba la bala, pese a haber chocado con huesos de gran densidad.

Las discrepancias entre los especialistas fueron tales que no se pusieron de acuerdo ni sobre el punto desde el que dispararon los polic¨ªas. Mientras los especialistas de Polic¨ªa Cient¨ªfica hallaron gran parte de los 13 casquillos en la calle de Vara del Rey, por la que huyeron los ocupantes del C-3, el perito de las defensas mantuvo que el tiroteo se produjo cuando el conductor del veh¨ªculo, Roberto Garc¨ªa, pretend¨ªa huir y ech¨® marcha atr¨¢s en dos ocasiones en la calle de Canarias. Fue la pendiente de Vara del Rey y la irrupci¨®n en el lugar del crimen de los servicios asistenciales las que modificaron su situaci¨®n final.