Padres en busca de la mejor educaci¨®n para sus hijos

Empieza para muchos padres una semana dura. ¡°Un infierno¡±, aseguran otros. Lo de escoger colegio se les hace cuesta arriba. ¡°Hemos pasado de que los ni?os pod¨ªan ir a cualquier cole a hacer de todo esto un drama. Se supone que la decisi¨®n es tuya y por tanto, si te equivocas el error tambi¨¦n es tuyo¡±, dice Lola Mart¨ªnez, profesora de Secundaria que busca un instituto para su hija.

Pepa Entrena y Santiago Abeij¨®n, ella economista y ¨¦l abogado, tambi¨¦n buscan instituto para su hija de 11 a?os. Se debaten entre uno de los ¡°de toda la vida¡±, ¡°grande y masificado¡± y otro muy peque?o con un proyecto que es ¡°casi un experimento pedag¨®gico¡±.

Lola cree que al final las diferencias entre unos centros y otros son m¨¢s peque?as de lo que los padres creen. ¡°La presi¨®n proviene de que si te equivocas parece que el error es tuyo¡±, insiste.

Pepa y Santi tienen al menos un criterio claro para decidir. Su hija no est¨¢ pasando por un buen momento. As¨ª que para ellos es prioritario que la ni?a mantenga a sus amigos all¨¢ donde vaya. ¡°Probablemente en otras circunstancias hubi¨¦ramos dado menos peso a esa opci¨®n. Ahora estamos intentando aunar criterios con los otros padres para ver si pueden entrar todos en bloque al mismo centro¡±, explica Santiago.

La periodista Andrea Arabia ha escogido un colegio p¨²blico de su barrio para sus dos hijos matriculados en Educaci¨®n Infantil. Lo mismo han hecho Luc¨ªa Rujas, joyera, e Ismael Bernardos, empresario. Para ellos era esencial que el colegio estuviera en su barrio. Un criterio, el de proximidad, que desde el a?o pasado dej¨® de puntuar a favor para escoger colegio en Madrid. ¡°En nuestro caso prim¨® el barrio, la cercan¨ªa, la calidad de vida de la ni?a y la nuestra. El colegio es el mundo de los ni?os y si sus amigos del cole son tambi¨¦n los del barrio su vida es m¨¢s c¨®moda. Yo no quer¨ªa que mi hija con tres a?os cogiera un autob¨²s y se cruzara Madrid a las ocho de la ma?ana cada d¨ªa de su vida¡±, razona Luc¨ªa. Su pareja, Ismael, la apoya: ¡°Yo lo he vivido as¨ª, he sido feliz en el colegio y la ¨²nica vez que dej¨¦ de serlo fue cuando me llevaron a uno fuera de mi zona porque eso supuso quedarme sin amigos¡±.

EN EL BARRIO

Desde la FAPA (Federaci¨®n de asociaciones de padres y madres) Francisco Giner de los R¨ªos tambi¨¦n defienden el colegio de barrio. ¡°La vida ciudadana debe contar con este espacio de formaci¨®n y encuentro, que trasciende el mero hecho acad¨¦mico de transmisi¨®n de conocimientos. Y el curr¨ªculo debe ser igual para todos. Ello nos llevar¨ªa a la elecci¨®n m¨¢s sensata: elegir el centro educativo del barrio, el m¨¢s cercano al domicilio, aquel en que el ni?o se va a encontrar con sus vecinos y amigos. Un centro que no separe alumnos biling¨¹es de no biling¨¹es, tecnol¨®gicos de no tecnol¨®gicos, etc¨¦tera¡±, expone la vocal de su junta directiva, Isabel Blanco Cambronero.

El criterio de proximidad dej¨® de puntuar el a?o pasado

Pocas certezas se encuentran en los padres que buscan colegio. Excepto aquellos que se deciden por el centro al que ya ha ido uno de sus hijos o ellos mismos, o los que toman como ¨²nico criterio la ense?anza de lenguas, algunas ex¨®ticas y pretendidamente necesarias como el chino mandar¨ªn, o las horas de tecnolog¨ªa y programaci¨®n.

Los profesores de la UOC Guillermo Bautista y Beni G¨®mez-Z¨²?iga han estudiado muy bien el proceso de elecci¨®n colegio. Han identificado los pecados veniales y capitales de los padres y con sus hallazgos han elaborado un dec¨¢logo de consejos. ¡°Tener m¨¢s ordenadores, dar ingl¨¦s desde muy peque?os o llevar un uniforme bonito no es garant¨ªa de nada desde el punto de vista pedag¨®gico¡±, aseguran.

¡°Quiz¨¢s el mayor error de los padres es no poner la atenci¨®n en lo realmente m¨¢s importante. Normalmente, intentan obtener la m¨¢xima informaci¨®n de las posibles escuelas para sus hijos, pero deben tener en cuenta que no toda es igual de relevante. Por ejemplo, un modern¨ªsimo gimnasio, hacer Science en ingl¨¦s, o trabajar con tabletas no son garant¨ªa de la calidad pedag¨®gica de la escuela¡±, opina Bautista. ¡°Otro error frecuente es fijarnos solamente en tercero de Primaria o en 1? de la ESO, como si nuestro hijo solo fuera a estar un primer a?o. El centro hay que considerarlo globalmente y, sobre todo, fijar la atenci¨®n en su proyecto educativo y c¨®mo se desarrolla. Otras veces nos dejamos influir excesivamente por la decisi¨®n u opini¨®n de otras familias, sin tener en cuenta que cada familia tiene sus valores, y que una escuela puede ser muy adecuada para un ni?o, pero no para otro¡±, explica G¨®mez-Z¨²?iga.

Isabel Blanco Cambronero cree que muchos padres basan su elecci¨®n en programas espec¨ªficos, como el biling¨¹e o las calificaciones en las pruebas externas. ¡°A veces eligen sin conocer los claroscuros de dichos programas, ni la validez de dichas pruebas¡±. Desde la FAPA aseguran que, aunque los padres cuentan con informaci¨®n para tomar una buena decisi¨®n, ¡°no la conocen, no la utilizan o no saben c¨®mo acceder a ella¡±.

Andrea Arabia recuerda la sensaci¨®n de ¡°desamparo¡± que la acompa?aba a todas partes cuando buscaba cole para su hijo Jorge. ¡°El que quer¨ªa no me lo dieron porque el punto extra que daba el centro [cada colegio se reserva un criterio para puntuar a favor] era para los hijos de funcionarios. En otros, el punto extra lo daba el biling¨¹ismo, ?y estamos hablando de ni?os de tres a?os! Cuando tienes que elegir crees que tu decisi¨®n es crucial, luego aprendes que la base de la educaci¨®n sigue estando en casa¡±. Aun as¨ª, Andrea considera que la elecci¨®n no es libre.

Los expertos recomiendan escuchar a los menores

El profesor Guillermo Bautista cree que hay una libertad constre?ida. ¡°Las familias pueden escoger entre un grupo limitado de centros qu¨¦ escuela prefieren en primer t¨¦rmino. La elecci¨®n depende de factores como la proximidad, el precio o el nivel socio-econ¨®mico de la familia, la distribuci¨®n del mapa escolar en el municipio y las restricciones que cada normativa municipal tiene al respecto¡±.

Bautista piensa que los padres se agobian a la hora de elegir porque ¡°no son expertos en el ¨¢mbito de la educaci¨®n escolar¡±. ¡°Adem¨¢s, piensan que est¨¢n determinando el futuro de sus hijos, y eso no es del todo cierto¡±, a?ade. Beni G¨®mez-Z¨²?iga considera que convendr¨ªa tom¨¢rselo todo con una actitud m¨¢s positiva. ¡°Hay que pensar que cada centro tiene cosas buenas que ofrecer y que en el futuro las familias ser¨¢n parte de la comunidad escolar y podr¨¢n exigir, criticar y participar en el proyecto educativo para que el desarrollo integral de los ni?os sea el mejor posible¡±.

CUESTI?N DE SUERTE

Thalita Napoli decidi¨® llevar a sus hijos de 11 y 8 a?os al colegio Estilo. ¡°Buscaba un centro que respetara al m¨¢ximo la infancia de mis ni?os y su individualidad, y que fuera peque?o. Adem¨¢s, era un colegio sin religi¨®n con una parte l¨²dica muy importante: teatro, clases de pintura, poes¨ªa¡­ Y todo eso me chifl¨®. Tampoco me quedaba lejos de casa. Creo que el colegio debe tener la misma filosof¨ªa que tienes en casa, no debe haber un corte muy radical entre un sitio y otro. Pero al final a la hora de decidir influyen muchas cosas, incluso la manera en que te atienden al tel¨¦fono¡±, reconoce.

Thalita, que es brasile?a y lleva seis a?os viviendo en Madrid, intu¨ªa que era dif¨ªcil entrar en ese colegio. ¡°Creo que lo consegu¨ª porque tuve mucha suerte¡±. Algo parecido dice Andrea Arabia: ¡°Al final te tienes que buscar la vida y yo ahora estoy muy contenta, creo que he tenido mucha suerte¡±. Por su parte Ismael Bernardos opina que si pudiera elegir algo de un colegio ser¨ªa a los profesores: ¡°Pero eso es imposible. Es una cuesti¨®n de suerte¡±.

Suerte es una palabra que los padres mencionan todo el rato. Suerte con los profesores. Suerte con el colegio. Suerte con los padres de los amigos de sus hijos, que acaban siendo tambi¨¦n sus amigos. Al azar m¨¢s que a una decisi¨®n meditada atribuyen buena parte del m¨¦rito de haber encontrado un buen colegio para sus hijos.

¡°Las actuales condiciones de acceso a los centros educativos no est¨¢n dise?adas para facilitar la elecci¨®n de los padres sino la de los centros, que ahora pueden escoger el alumnado. La zona ¨²nica es una falacia [en 2012 Madrid elimin¨® la divisi¨®n por zonas y el criterio de cercan¨ªa dej¨® de puntuar] y la libertad de elecci¨®n de centro no existe¡±, explica rotunda Isabel Blanco.

En la FAPA Francisco Giner de los R¨ªos creen que una familia que solo tenga centros concertados en su barrio probablemente nunca va a elegir un centro p¨²blico lejano. ¡°Un municipio donde todos los colegios son biling¨¹es no permite, en realidad, el acceso a centros que no posean dicho programa. Un alumno no biling¨¹e podr¨ªa no tener plaza en un instituto biling¨¹e del que solo le separa una valla, por la prioridad en la admisi¨®n que se da a los alumnos biling¨¹es en dichos centros¡±. Adem¨¢s, su vocal, Isabel Blanco asegura que la eliminaci¨®n del criterio de cercan¨ªa solo ha beneficiado a ¡°los padres con recursos econ¨®micos suficientes que quieren acceder a un centro que antes les estaba vetado por estar lejos de su domicilio laboral o familiar¡±.

VOZ Y VOTO

Los padres que buscan instituto tienen a su favor la experiencia de haber andado ya una vez el camino de la b¨²squeda de colegio y la ventaja de conocer a sus hijos y saber en qu¨¦ tipo de ambiente encajar¨ªan mejor. Sin embargo, a la hora de elegir instituto, el ni?o ya tiene voz y voto en la decisi¨®n. ¡°Algunos quieren ir a un centro en concreto porque es biling¨¹e en alem¨¢n o porque pueden continuar all¨ª sus clases de conservatorio¡±, cuenta Pepa Entrena, que busca centro para su hija. ¡°El proceso es bastante diferente al de mirar colegio. Aunque cuando pienso que mi hija entra con 11 a?os al instituto que se parece mucho m¨¢s al mundo real que el colegio¡­ ?A m¨ª me sigue pareciendo muy peque?a!¡±.

?Se debe tener en cuenta la opini¨®n de los menores? Desde FAPA creen que s¨ª. ¡°Es evidente que hay que valorar su opini¨®n, lo no quiere decir que aceptemos sin m¨¢s su deseo¡±. En caso de que haya divergencias entre la elecci¨®n de los padres y el deseo de los ni?os habr¨ªa que tener al menos una conversaci¨®n. ¡°Deber¨ªamos exponerle nuestra opini¨®n, buscando que acepte y comprenda nuestros planteamientos. Pero bien podr¨ªa pasar que quienes cambiemos de opini¨®n seamos nosotros¡±, concede Isabel Blanco. El profesor Guillermo Bautista tambi¨¦n cree que hay que escuchar a los ni?os. ¡°Cuanto m¨¢s mayores m¨¢s solidez tendr¨¢ su opini¨®n. La elecci¨®n final deber¨ªa ser el resultado del di¨¢logo y ser tomada por los padres bajo sus criterios¡±.

Y en ello est¨¢n los padres, con no pocos quebraderos de cabeza. La profesora Lola Mart¨ªnez casi tiene que hacer una hoja de Excel para buscar instituto para su hija. Para ella es importante que vaya con su grupo de amigos. ¡°La entrada al instituto puede ser traum¨¢tica y es mejor que no lleguen solos¡±, explica. ¡°Pero esto lo complica todo un poco m¨¢s porque la decisi¨®n tiene que ser colegiada entre todos los padres. As¨ª estamos todos locos, llam¨¢ndonos unos a otros. Antes era m¨¢s sencillo, pero ahora hay que hacer una tesis doctoral para elegir centro¡±.