Grecia se desnuda en Alcal¨¢
La exposici¨®n ¡®Dioses, h¨¦roes y atletas¡¯ narra la invenci¨®n del ideal del cuerpo humano
El Museo Arqueol¨®gico Regional de la Comunidad de Madrid, en Alcal¨¢ de Henares, acaba de inaugurar una exposici¨®n sin precedente, que muestra importantes tesoros originales de la escultura griega. La mayor¨ªa de ellos salen de ese pa¨ªs por primera vez.
Bajo la cubierta acristalada del patio principal, surge un relato in¨¦dito hasta ahora en los museos espa?oles: una secuencia que da noticia de la evoluci¨®n del concepto de belleza en torno a la anatom¨ªa humana desprovista de adorno, que el genio griego supo convertir en canon de belleza. Bajo el t¨ªtulo Dioses, h¨¦roes y atletas, Carmen S¨¢nchez Fern¨¢ndez e Inmaculada Escobar, comisarias de la exposici¨®n, proponen una interpretaci¨®n del canon de belleza masculino en clave griega. En su lectura, este fue el resultado de una an¨®mala convenci¨®n que tiene poco de natural.
Musculosos torsos, poderosos abd¨®menes, gl¨²teos prominentes, hondos surcos inguinales y espaldas bellamente combadas signadas por la acanaladura que dibuja la columna vertebral¡Todos esos elementos rubrican el ideal anat¨®mico hel¨¦nico que ha llegado hasta nuestros d¨ªas; pero no fueron copiados de seres humanos de carne y hueso, sino que m¨¢s bien obedecieron a una conceptualizaci¨®n mediante la cual la armon¨ªa corporal exhibida result¨® ser la proyecci¨®n de un ideal m¨ªtico, donde las proporciones anat¨®micas dialogan entre s¨ª bajo la imposici¨®n de una est¨¦tica inapelable. De esa manera, resulta chocante comprobar que en medio de esas anatom¨ªas ub¨¦rrimas, musculosas y potentes, con esos cuerpos cicl¨®peos remarcados por incre¨ªbles torsiones, los mejores cinceles griegos infantilizaran el sexo masculino y lo redujeran a proporciones que, insertas en esos esculturales cuerpos, podr¨ªan ser tildadas de rid¨ªculas.
En el caso del desnudo femenino, otra vigencia ¨¦tica ¡ªen este caso en torno al decoro¡ª le asigna una condici¨®n distinta: el artista griego, explica el relato, ha de recurrir a la excusa del ba?o para mostrar el cuerpo femenino en su integridad. Pero no se trata de cuerpos femeninos desnudos, sino m¨¢s bien desvestidos. As¨ª surgen ante la mirada del visitante Afrodita de Cnido, de Prax¨ªteles, el primer desnudo femenino conocido, o la Venus de Milo, vaciada en los talleres del Louvre por Eug¨¨ne Denis Arondelle, o la Venus Capitolina, recreada por Leopoldo Malpica en 1884 a partir de la copia romana del original.
Las esculturas m¨¢s se?eras all¨ª reunidas proceden del Museo Nacional de Atenas, regentado por Mar¨ªa Lagogiani Georgakarakos, que ha cedido las piezas m¨¢s asombrosas de la exposici¨®n, como el Kouros de Ptoion, emblema de hier¨¢tica desnudez que ocupa el centro de una rotonda en cuyo flanco cabe admirar el c¨¦lebre Cheik el Baled, el alcalde n¨ªlico inmortalizado en yeso.
C¨¢ntaros, ¨¢nforas o espejos grabados muestran efigies del cuerpo humano, ya sea en danzas, en ba?os o entre recreaciones como la del santuario de Afrodita, la diosa que generaba peregrinaciones en las que los peregrinos lloraban de emoci¨®n al contemplarla. Bronces de la ¨¦poca ptolemaica, terracotas de Corf¨², colgantes, incluso seres deformes cuya fealdad se presentaba como contramodelo¡ Todo invita a la evocaci¨®n de un mundo cl¨¢sico que se nos muestra aparentemente lejano, pero cuyos c¨¢nones a¨²n conforman el bastidor de muchos de nuestros gustos y nuestros anhelos.
Dioses, h¨¦roes y atletas. Museo Arqueol¨®gico Regional. Plaza de las Bernardas, s/n. Alcal¨¢ de Henares.De martes a domingos. Entrada gratuita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.