¡°Cinco meses en el hotel es demasiado¡±
Los vecinos de un edificio que amenaza ruina viven realojados desde octubre
Siguen en el hotel o en casa de familiares. Los 50 habitantes de un edificio en mal estado situado en el n¨²mero 91 de la calle Santa Rosalia, del barrio de la Teixonera, de Barcelona, fueron desalojados el pasado octubre de sus casas por el peligro inminente de derrumbe de algunos muros y vigas. Hac¨ªa m¨¢s de un a?o que los pisos se sosten¨ªan con puntales de hierro y en el interior de las casas se pod¨ªan apreciar grietas de gran tama?o. La noche del pasado 17 de octubre, tras una inspecci¨®n municipal con t¨¦cnicos que valoraron el estado del complejo, los bomberos y la polic¨ªa irrumpieron en los pisos y desalojaron a los vecinos. Los que pudieron se instalaron en casas de familiares y los otros 30 vecinos que no ten¨ªan otra opci¨®n, fueron trasladados al Hotel Catalonia Park G¨¹ell.
Pasado un mes del suceso, la comunidad de vecinos alert¨® de robos en el edificio vac¨ªo y el Ayuntamiento instal¨® un sistema de vigilancia con tres alarmas. ¡°Pero era muy f¨¢cil de burlar¡±, apunt¨® Claudio Banchelli, presidente de la comunidad vecinal, en uno de los plenos convocados por la regidora del distrito de Horta Guinard¨®, Francina Vila (CiU). Los vecinos de Santa Rosalia 91 se organizaron r¨¢pidamente para patrullar el edificio de la noche a la ma?ana durante m¨¢s de una semana hasta que el Ayuntamiento respondi¨® y puso varias patrullas de polic¨ªa frente a la casa 24 horas, adem¨¢s de proporcionarles trasteros para guardar sus muebles.
Actualmente, las 11 familias siguen viviendo en el hotel y del total de los vecinos solo cuatro han sido realojados en pisos p¨²blicos. El pasado lunes se acababa el plazo en que la comunidad pod¨ªa alojarse en el Catalonia Park G¨¹ell. El Ayuntamiento est¨¢ proponiendo soluciones individualizadas para cada familia afectada, dependiendo de si son propietarios o arrendatarios y de si tienen derecho a realojamiento. Adem¨¢s, se sopesan factores como la edad y la situaci¨®n econ¨®mica.
El Ayuntamiento acusa a los vecinos realojados del mal estado del edificio
Varios vecinos se quejan de las condiciones que el Ayuntamiento les impone en el alojamiento en el hotel. A Pepa, propietaria de un piso afectado, le asignaron una sola habitaci¨®n para que la compartiera con su nieto, de 34 a?os, con el que viv¨ªa. Pidi¨® otra habitaci¨®n para que ambos pudieran tener m¨¢s intimidad y el consistorio rechaz¨® la propuesta. A los vecinos tambi¨¦n se les obliga fichar cada vez que no duermen en el hotel o no consumen la pensi¨®n completa porque son gastos a cargo de los servicios p¨²blicos. ¡°Las necesidades no son las mismas¡ ?Y la intimidad? Esto se aguanta un mes, pero cinco meses en el hotel es demasiado¡±, se?ala Dolors, otra vecina que reside en el hotel. Desde el Ayuntamiento se afirma que el per¨ªodo de expropiaci¨®n y realojo es el normal en estos casos.
El d¨ªa en que Gorka cumpl¨ªa 10 meses, sus padres, que alquilaban uno de los pisos de Santa Rosalia 91, tuvieron que mudarse al hotel. ¡°Ha dado sus primeros pasos aqu¨ª¡±, dice su padre Juanjo, bombero de profesi¨®n, a la espera de una soluci¨®n acorde a su situaci¨®n econ¨®mica.
Las familias se quejan de la rigidez de las condiciones del realojo
La expropiaci¨®n de la casa es una inc¨®gnita para los vecinos porque a¨²n no se les ha remitido el informe t¨¦cnico del estado del complejo. Varios vecinos afirman que la casa no ha aguantado m¨¢s porque lleva en pie 62 a?os. Sus primeros habitantes, por falta de medios, fueron construyendo y reparando, ellos mismos, el edificio. En varias ocasiones, inspectores municipales han acusado a la actual comunidad vecinal de no invertir en las reparaciones de la finca y de tenerla en mal estado.
El hundimiento del t¨²nel del metro del Carmel en 2005 afect¨® a muchas casas del colindante barrio de La Teixonera, donde se ubica esta finca. Santa Rosalia, 91, est¨¢ a unos 700 metros del Carmel y Banchelli se pregunta si los desperfectos que tiene el edificio podr¨ªan estar relacionados con los acontecimientos de hace diez a?os.
Las indemnizaciones a los afectados oscilan entre los 1.000 y 2.000 euros por metro cuadrado. Algunos vecinos se quejan de que las indemnizaciones son insuficientes para la compra de otra casa. El consistorio ha mostrado ya diversos apartamentos de bajo coste en el barrio de la Clota.
Desde el desalojo, Dolors est¨¢ de baja por depresi¨®n y, como consecuencia, su sueldo mensual ha disminuido. ¡°Un piso de una sola habitaci¨®n en la Clota vale 90.000 y eso no nos lo podemos permitir. Tendr¨ªa que hipotecarme¡±, afirma. Para la familia de Cristina tambi¨¦n es dif¨ªcil costear una nueva vivienda de tres habitaciones. Y las necesitan porque son seis de familia: la abuela octogenaria y propietaria del piso; su novio, hermano, cu?ada y sobrino. Varios vecinos han tenido que insistir para que el Ayuntamiento les ofrezca pisos de bajo coste en otros barrios como Poblenou o Nou Barris.
El pasado martes se cumplieron cinco meses de estancia en el hotel. El Ayuntamiento lleva invertidos unos 300.000 euros por los costes de alojamiento, seg¨²n datos de Banchelli, que cree que podr¨ªa haberse solucionado la situaci¨®n de muchos de ellos con esa misma cifra.
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