Fantas¨ªa y fuga
El conceptualismo rom¨¢ntico es un arte que tiene que ver con la experiencia y act¨²a como una especie de exorcismo¡
La Encantada es una galer¨ªa de arte peque?a, peque?¨ªsima, que se llama as¨ª porque precisamente ocupa un local en el edificio de los Encantes nuevos, ese edificio de paredes verdes en la calle Valencia, en cuyo interior los enredados corredores discurren entre tiendas de muebles y toda clase de enseres de ocasi¨®n, mientras suena por los altavoces mentales la canci¨®n de Ia y Clua Drama de merceria, olvidada como el resto de su repertorio inolvidable. Por cierto que alguna de esas tiendas tambi¨¦n expone objetos curiosos, dignos de figurar en el libro El Rastro de G¨®mez de la Serna. La Galer¨ªa Encantada tiene echada la persiana la mayor parte del mes, para que te abran hay que establecer cita con los galeristas, Patricia Carrasco y Pedro Galv¨¢n, de cuyo entusiasmo positivista emana el fresco perfume de la juventud, un aire encantador de bohemia del siglo XXI, quiz¨¢ conceptualista-rom¨¢ntico, como de la obra que all¨ª presenta Fito Conesa: Fantas¨ªa y fuga para Tsushima.
Si explico correctamente esta obra ¡ªy quiz¨¢ luego, si me queda espacio, alguna otra¡ª el lector ver¨¢ en qu¨¦ consiste el Conceptualismo rom¨¢ntico, corriente o pr¨¢ctica o tendencia art¨ªstica que conculca lo que en su mismo nombre parece un oximoron, pues el arte conceptual por definici¨®n parece que tenga que ser fr¨ªo; pero hay tambi¨¦n un arte conceptual que tiene que ver con lo humano, con la Historia, con lo emp¨¢tico, con lo emp¨ªrico, con la experiencia personal, y que act¨²a tambi¨¦n como una especie de exorcismo¡
La principal pieza expuesta de la que irradia toda la obra es una carta naval de la U.S. NAVY, un mapa de la isla de Tsushima que hab¨ªa intrigado siempre, en el hogar familiar, al ni?o Fito. ?Qu¨¦ hac¨ªa ese mapa americano de una isla japonesa, en su casa de Cartagena? En esa isla, el 27 de mayo de 1905 se libr¨®, durante 24 horas, una batalla naval, cuyas incidencias quedaron documentadas hora por hora, entre la armada japonesa del almirante Togo y la flota rusa del almirante Rozdestvenskii. Batalla que fue decisiva para ambos imperios: el del zar emprendi¨® aqu¨ª el declive fatal de la monarqu¨ªa que conducir¨ªa a la primera guerra mundial y a la Revoluci¨®n, y el Jap¨®n emergente present¨® con su aplastante victoria en estas aguas la tarjeta para participar en el baile del Concierto de las Naciones.
Un 27 de mayo naci¨® precisamente Fito, y esa coincidencia subrayada por la presencia incongruente del mapa fue desarrollando en el ni?o una obsesi¨®n particular que el artista cultiv¨® met¨®dicamente, paranoico-cr¨ªticamente, hasta aprender de memoria los detalles de la batalla y de sus protagonistas, realizar un retrato h¨ªbrido de los dos almirantes, disponer en la galer¨ªa una serie de documentos, frases y otros materiales relativos a la batalla y escribir una composici¨®n musical para tr¨ªo de cuerda cuya partitura tambi¨¦n se presenta en la exposici¨®n de La Galer¨ªa Encantada y que repite exactamente las peripecias del combate: el cello representando el mar con una melod¨ªa est¨¢tica; el viol¨ªn, que dispone de registros m¨¢s agudos y una sonoridad m¨¢s cercana, reproduce comp¨¢s a comp¨¢s las maniobras de la flota japonesa; y la viola, de connotaciones m¨¢s graves, las de la flota rusa. Esta batalla transformada en m¨²sica la repetir¨¢n los instrumentistas de Fito Conesa pr¨®ximamente, en un escenario a¨²n por confirmar.
Como ¨¦l, tambi¨¦n es m¨²sico el artista holand¨¦s Guido van der Werve, cuya melanc¨®lica performance Nummer veertien, home (N¨²mero 13, Hogar), registrada en una pel¨ªcula de 54 minutos, y que incorpora un R¨¦quiem para s¨ª mismo, se puede contemplar dentro de exposici¨®n Las variaciones Sebald en el CCCB.
Van der Werve corre, pedalea y nada en un extenuante triatlon desde la Iglesia de la Santa Cruz en Varsovia hasta el cementerio de P¨¨re Lachaise en Par¨ªs, donde est¨¢ enterrado el cuerpo de Fr¨¦d¨¦ric Chopin, salvo su coraz¨®n: en octubre de 1849 (inmediatamente despu¨¦s de su muerte) su amante hermana Ludwika cumpli¨® el deseo de Chopin enterrando su coraz¨®n en esa iglesia de Varsovia. Van der Werve hace el viaje a la inversa, y en el trayecto se prende fuego, cuelga en el vac¨ªo, cruza bosques y r¨ªos, puentes, jardines y autopistas, asiste a la representaci¨®n de su r¨¦quiem e intercala extra?as alusiones al viaje de Alejandro Magno desde Macedonia a su tumba en Babilonia ¡ªChopin, Alejandro y Van der Werve salieron de ¡°casa¡± a los 19 a?os, para no volver¡ª, entre otras acciones misteriosas y po¨¦ticas, hasta el acto final junto a la tumba de Chopin, titulado Ya no siento dolor, eco cr¨ªptico de las ¨²ltimas palabras del compositor polaco.
Dos casos de conceptualismo rom¨¢ntico puro, a rabiar, locamente rom¨¢ntico.
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