Retrato del renacimiento de la oliva
Un libro del fot¨®grafo Xurxo Lobato redescubre la olvidada cultura del aceite en Galicia

Hubo un tiempo en que las plantaciones de olivos espolvoreaban de polen una franja de Galicia que abarca buena parte de las cuencas de los r¨ªos Mi?o y Sil. O al menos eso relatan algunos estudiosos sobre la doma y castraci¨®n de la aceituna de los montes gallegos por un supuesto capricho de los Reyes Cat¨®licos. Hace una d¨¦cada y, en gran medida, debido al tir¨®n comercial de la empresa Aceites Abril, adem¨¢s de la Ribeira Sacra o el Baixo Mi?o, campos de lugares tan dispares como Ames, Trives, Monterrei o Vila de Cruces est¨¢n viviendo un renacer de la oliva. El fotoperiodista coru?¨¦s Xurxo Lobato ha llevado esa sigilosa repoblaci¨®n a las p¨¢ginas de ¡®Aceite y olivos de Galicia¡¯, un libro triling¨¹e en gallego, castellano e ingl¨¦s, con el que descubre la cultura y las tradiciones del oro verde aut¨®ctono.
Y es que ahora, todos rondan a la arbequina. Es una especie de olivo m¨¢s resistente al fr¨ªo, con ra¨ªces muy profusas y, adem¨¢s, fotog¨¦nica, cuyo intenso verde marida exquisitamente en los paisajes del pa¨ªs. La impresionante plantaci¨®n de olivos que flanquean el Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, envolviendo sus caminos como si fuesen im¨¢genes de f¨¢bula, sirve de presentaci¨®n de una obra a todo color que, seg¨²n relata Lobato, surgi¨® en conversaciones informales con amigos, en las que la cultura oleica de Galicia lo asalt¨® por sorpresa. Sin embargo, la idea no es nueva. Hace tiempo que comenz¨® a plasmar en sus obras diferentes sectores agroalimentarios: ¡°Ya lo hab¨ªa hecho, por ejemplo, con el vino, y aunque principio me extra?¨® mucho esto del aceite gallego, en cuanto me sumerg¨ª en este sector descubr¨ª que hab¨ªa una gran historia¡±.
El libro pretende difundir el prolijo universo que rodea al aceite: fiestas populares, gastronom¨ªa, arquitectura, literatura o toponimia se hacen hueco en 56 p¨¢ginas. ¡°Es algo m¨¢s que un l¨ªquido. Incluso hay artesan¨ªa en madera de olivo muy apreciada en el ¨¢mbito de la gastronom¨ªa porque se asemeja a la textura del cristal¡±, explica. En las p¨¢ginas no solo hay fotograf¨ªas de ¨¢rboles. Esta cultura dej¨® Galicia sembrada de almazaras ¨Cmolinos empleados para moler el fruto¨C y de top¨®nimos como Santa Mar¨ªa de Olives, Olveda o A Oliveira, que evidencian la olvidada relaci¨®n con la tierra de Breog¨¢n. Tambi¨¦n de iglesias vigiladas por viejos ¨¢rboles de la aceituna que, seg¨²n las indagaciones del autor y de Omayra Lista, ten¨ªan como tarea repartir ejemplares entre los devotos el Domingo de Ramos. ¡°No es solo un libro nost¨¢lgico. Hay que mirar al futuro y en tambi¨¦n hay im¨¢genes de esas nuevas plantaciones¡±, matiza el fotoperiodista.
En su exposici¨®n, Lobato desliza que las universidades deber¨ªan investigar en profundidad el verdadero origen del declive del olivo gallego. ¡°Algunos autores defienden la teor¨ªa m¨¢s conocida, la de los Reyes Cat¨®licos, pero lo que s¨ª est¨¢ documentado es que el Conde-Duque de Olivares impuls¨® un elevado impuesto a cada pie de ¨¢rbol con la intenci¨®n de implantar un monopolio en otras zonas de la Pen¨ªnsula¡±, explica. Aunque hubo qui¨¦n se rebel¨® contra ese desmantelamiento. Las tierras de Quiroga, al sur de la provincia de Lugo, se convirtieron en la resistencia y all¨ª se conserv¨® la tradici¨®n del cultivo y la elaboraci¨®n de aceite, aunque su destino era fundamentalmente dom¨¦stico. ¡°Incluso tienen una fiesta del aceite declarada de inter¨¦s tur¨ªstico¡±, recuerda Lobato.
El libro tambi¨¦n inmortaliza el patrimonio inmaterial que muchos autores plasmaron en sus obras y que, en algunos casos, incluso sirvi¨® para ornamentar segmentos de sus vidas. ¡°Hay olivos frente a las casas de Otero Pedrayo y Rosal¨ªa de Castro, o junto a la tumba de Camilo Jos¨¦ Cela. ?l decidi¨® descansar en Iria Flavia a los pies de un olivo se?ero y no parece una casualidad¡±, asegura. De las fotos, Lobato se siente especialmente orgulloso del retrato en el que se aprecian las ¡°olivas hist¨®ricas con las que Aceites Abril elabor¨® el primer aceite ¨ªntegramente gallego que fue comercializado¡± tras una elaboraci¨®n ¡°totalmente artesanal como se aprecia en las im¨¢genes¡±. Elena P¨¦rez Canal, una de las directivas de la empresa ourensana, asegura que est¨¢n ¡°muy agradecidos a Xurxo¡± porque con la publicaci¨®n y con su ¡°excelente trabajo¡± pretenden buscar ¡°el origen del aceite gallego, pero tambi¨¦n las ra¨ªces de nuestra familia en Mora de Toledo, donde nuestro abuelo comenz¨® una tradici¨®n que ahora nosotros continuamos orgullosos¡±.
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