Castrelo do Val: capital gallega del lobo
Expertos de diferentes disciplinas se re¨²nen en la localidad ourensana para acercar al hombre al mundo del c¨¢nido silvestre y arrojar luz sobre la especie
El naturalista Alberto Rivero, estudioso de especies como el lobo en el Macizo Central gallego, propuso exenciones fiscales y la creaci¨®n de una marca propia para la ganader¨ªa en zona de lobos, en una mesa redonda que cierra el programa de la jornada de debate en torno a este animal. El Ayuntamiento de Castrelo do Val acogi¨® durante el s¨¢bado a ponentes y personas relacionadas con el lobo, para plantear argumentos que permitan aclarar si se trata de una especie que es "amenaza o amenazado", como el testimonio de Marcos Rodr¨ªguez Pantoja, que vivi¨® 15 a?os con lobos en Sierra Morena y ahora est¨¢ afincado en un pueblo de la provincia de Ourense.
Rivero explic¨® a Europa Press momentos antes de participar en la mesa redonda, que las administraciones p¨²blicas "perdieron mucho tiempo" sin implantar iniciativas educativas y preventivas en relaci¨®n al lobo. "Las generaciones actuales de cazadores crecieron oyendo decir cada d¨ªa que el lobo es malo y mata al ganado y ataca a las personas, y eso no se da", concret¨®.
Explic¨® que la pen¨ªnsula ib¨¦rica y la it¨¢lica fueron los lugares de refugio de la especie. "Y desde ambas pudo recuperarse y ya hay censados unos 100 en Suecia, 125 en Alemania y hasta 300 en Galicia, aunque esta cantidad es la mitad de la que lleg¨® a haber s¨®lo en la comunidad gallega y sobre todo en el Macizo Central", detall¨®.
El lobo en la mayor parte de Europa es una especia protegida y en Galicia "se caza pero s¨®lo autorizan batidas en caso de que provoque da?os", algo que no ocurre en los ¨²ltimos a?os seg¨²n dijo Rivero, y otro de los ponentes, el miembro de la directiva de la asociaci¨®n de cazadores de Castrelo do Val, Emilio Parada Cid.
Rivero ha se?alado que el presupuesto anual de la Xunta para indemnizar ante da?os provocados por fauna salvaje es de alrededor de un mill¨®n de euros "y la partida menor, de 60.000 euros, es para da?os provocados por lobos en reba?os, frente a los m¨¢s de 300.000 que tiene que pagar cada a?o por los da?os ocasionados por el jabal¨ª", agreg¨®.
Asegur¨® que esos datos son "claros" y "desmontan" el argumento econ¨®mico que "siempre esgrimen" los cazadores para defender la caza de este animal. En ese sentido, abog¨® por indemnizar "no s¨®lo por ataques de lobo, sino por los de perros salvajes" y eliminar ese "eterno debate", pero propuso priorizar ayudas al sector ganadero, el m¨¢s perjudicado.
Rivero considera que ser¨ªa beneficioso para ganaderos y lobos "aplicar exenciones fiscales a las explotaciones de ganado y una marca propia para la carne procedente de ganader¨ªa en zona de lobos", siempre que el propietario tomase las precauciones m¨ªnimas como estabular por la noche y proteger con perros por el d¨ªa.
El naturalista explic¨® que en Galicia los enemigos actuales del lobo son los cebos envenenados, los lazos y la caza de ejemplares "camuflada en jornadas autorizadas de caza de jabal¨ª" y dijo tener muestra de ello "por los hallazgos de cad¨¢veres" en estas zonas.
Agreg¨® que esa eliminaci¨®n de ejemplares "afecta a la supervivencia del lobo pues vive y caza en manada de 5 o 6 ejemplares, y la eliminaci¨®n de uno de ellos supone un desequilibrio en su estructura que puede dificultar la vida al resto de los miembros, o obligarles a cazar no corzos, sino piezas m¨¢s f¨¢ciles como reses".
Por su parte, el vocal de la asociaci¨®n de cazadores, Emilio Parada, explic¨® a Europa Press que la principal demanda del colectivo es que la administraci¨®n pague "siempre" los da?os ocasionados por el lobo, pues seg¨²n la legislaci¨®n vigente "los d¨ªas h¨¢biles de caza corresponde a los cazadores hacerse cargo de ellos".
Su asociaci¨®n re¨²ne a 120 cazadores, y hay otra 7 en la comarca de Ver¨ªn, situada en la falda suroriental del Macizo Central. Admiti¨® que los da?os provocados por el lobo en su ¨¢mbito son inexistentes pues se trata de una zona muy extensa pero poco poblada. "Pero el lobo est¨¢ aumentando su densidad y con el tiempo pueden aparecer problemas que queremos evitar", agreg¨®.
Entre los da?os provocados de forma indirecta por el lobo, concret¨® que su "mayor presencia" en los montes "obliga a los jabal¨ªes a moverse tambi¨¦n en grupos y as¨ª, los da?os que ocasionan estos en los cultivos, tambi¨¦n son mayores".
Otra de las intervenciones en la jornada sobre el lobo corri¨® a cargo del arque¨®logo David P¨¦rez, que se centr¨® en las estructuras de piedra llamadas "foxos" utilizada en Galicia y norte de Portugal, construidas para la caza colectiva de lobos desde el siglo IX hasta el XII, y utilizadas hasta el siglo XX, algo que pudo constatar con testimonios orales sobre batidas realizadas en los a?os 40 en el norte de Portugal.
"En la provincia de Ourense hay personas de 70 y 80 a?os que recuerdan cazar lobos en los foxos llamados de cabrita, que son los construidos en forma de cono que en la punta tiene un pozo y una cabrita para atraer a los lobos", relat¨®.
La caza "masiva" de la Edad Media se debi¨® a motivos "religiosos, pues la iglesia siempre vincul¨® al lobo con la presencia del demonio, lo que se uni¨® a los ataques del animal al ganado", y eso llev¨® a una "fiebre medieval de caza masiva" que era posible con los "foxos", sobre todo los llamados de convergencia.
En Portugal, seg¨²n P¨¦rez, esas estructuras causan un impacto en el paisaje, semejante al de las pir¨¢mides pues se trata de "pasillos de piedra de un kil¨®metro de largo y paredes de dos metros de altura por los que se conduc¨ªa a los lobos al matadero central".
Abog¨® por la restauraci¨®n en Galicia de estos "foxos" por su inter¨¦s etnogr¨¢fico y tur¨ªstico, y por hacerlo al ritmo de Portugal, donde trabaja en la restauraci¨®n de un "foxo de convergencia" en el parque natural del Xur¨¦s, en el pueblo luso de A Peneda. En Galicia, hay algunos restaurados pero "muchos que ya desaparecieron por no ser conservados a tiempo", agreg¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.