Euskadi al ralent¨ª
Asistimos no al progreso de las pol¨ªticas sociales, sino al lento debilitamiento de las mismas y, lo que es m¨¢s preocupante, al desistimiento que el Gobierno hace de una pol¨ªtica social inversora
La pr¨®xima cita electoral en Euskadi supondr¨¢ la renovaci¨®n de los representantes ciudadanos en dos de nuestras instituciones b¨¢sicas, Ayuntamientos y Diputaciones, en un contexto de ausencia total en el debate pol¨ªtico sobre su futuro papel o reforma en aras a buscar cooperar m¨¢s y competir menos entre ellas.
Llama la atenci¨®n que siendo esta una cuesti¨®n que ha ocupado la agenda pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os en Euskadi, duerma ahora el sue?o de los justos. As¨ª mismo, resulta inexplicable que, mientras dormita una comisi¨®n de Autogobierno en el Parlamento, entre idas y venidas de distintos ponentes y cuyo trasiego nadie sabe a donde conduce, estemos en el a?o 2015 sin una Ley Municipal aprobada. Y resulta extra?o que ning¨²n candidato a las Diputaciones abra una reflexi¨®n p¨²blica sobre que ¨¢reas deben gestionarse desde el ¨¢mbito foral y cuales deben dejar de hacerse para hacer de nuestro entramado institucional un eje de acci¨®n m¨¢s cohesionado, eficaz y tambi¨¦n, porque no decirlo, menos costoso en t¨¦rminos de gasto corriente de manera que puedan esos recursos invertirse en pol¨ªticas publicas que reviertan en la vida de la gente.
Los distintos gobiernos han dado signos de aproximaci¨®n a la cuesti¨®n que no han pasado de ser estudios constatando ineficiencias o duplicidades entre las administraciones y que se han dedicado m¨¢s a debatir sobre sem¨¢ntica que a proponer soluciones. El propio PNV y el PSE-EE acordaron abordar la actualizaci¨®n/modificaci¨®n de la LTH y ultimarla antes del 31 de diciembre de 2015, pero se abre una nueva legislatura sin que se haya producido avance alguno.
Se podr¨¢ pensar que hay que profundizar en la mayor cooperaci¨®n, simplificaci¨®n o reforma profunda, pero lo cierto es que hacerlo sigue siendo una asignatura pendiente. Nada de lo que requiere el trabajo fino de la pol¨ªtica se afronta, en tanto que la gesti¨®n de las pol¨ªticas sectoriales es invadida por la falta de ambici¨®n especialmente en aquello que ha distinguido a la pol¨ªtica vasca. La ¨²ltima, la que se refiere a las Ayudas a las Familias con hijos e hijas que tiene su refrendo en un marco legal ampliamente aprobado en 2008. Quedan en las hemerotecas las apelaciones que desde el PNV se hac¨ªan a favor de la ley considerando que la misma nos acercaba a las pol¨ªticas europeas. La propia ley estima el compromiso de converger con la media europea en gasto social en familia en el a?o 2020. Ning¨²n pa¨ªs que ha consolidado una pol¨ªtica en apoyo a las familias con hijos, registra gastos en la misma inferiores al 2,7% del PIB, el triple de lo que se destina en Euskadi.
No hay debate ante las elecciones sobre reducir gasto corriente en favor de pol¨ªticas p¨²blicas
En contra del criterio de todos los expertos en la materia que avalan el car¨¢cter universal que deben de tener las medidas en pol¨ªtica de familia, incluidas las prestaciones peri¨®dicas por hijos, el Gobierno da un paso atr¨¢s bajo el enga?oso subterfugio de la mayor justicia de ese reparto y contradiciendo sus propios informes. Si la pol¨ªtica de apoyo a las familias es clave en sus diferentes aspectos como son la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar o la de garantizar m¨¢s recursos para vivir con dignidad ?por qu¨¦ aplicar los criterios de renta una vez m¨¢s? ¡°Si tener hijos o que los padres puedan conciliar empleo y familia comportan importantes externalidades positivas para la sociedad, est¨¢ entonces manifiestamente justificado hacer que todos los padres se beneficien de la redistribuci¨®n, en vez de operar una transferencia de unos padres a otros¡±, se?ala Esping Andersen, uno de los m¨¢s prestigiosos investigadores actuales del Estado de Bienestar.
?Acaso el siguiente paso ser¨¢ llevar estos mismos criterios a las prestaciones sanitarias o al sistema educativo? Asistimos no al progreso de las pol¨ªticas sociales, sino al lento debilitamiento de las mismas y, lo que es m¨¢s preocupante, al desistimiento que el Gobierno hace de una pol¨ªtica social inversora, crucial para el desarrollo econ¨®mico por su efecto de activaci¨®n y su sustituci¨®n por una progresiva pol¨ªtica social solo reparadora de las situaciones m¨¢s desfavorecidas, lo que se acerca a una visi¨®n caritativa de la misma alejada de la ambici¨®n de universalidad que la pol¨ªtica social publica debe tener.
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