Entidades municipalistas, ?p¨²blicas o privadas?

Las entidades municipalistas navegan entre dos aguas: la p¨²blica y la privada. Las dos grandes asociaciones catalanas ¡ªque ejercen como ¡°sindicato¡± o ¡°lobby¡± a favor de los ayuntamientos¡ª se han visto envueltas en esc¨¢ndalos judiciales por el manejo irregular de sus fondos. Por razones distintas, la Fiscal¨ªa ha perseguido a la Federaci¨®n de Municipios de Catalu?a (FMC), ligada al PSC, y a la Asociaci¨®n Catalana de Municipios (ACM), pr¨®xima a CiU. Pero la naturaleza anfibia de esos entes les ha hecho escurridizos a la justicia, que se ve en serias dificultades al atribuir a sus responsables un delito de malversaci¨®n.

En una decisi¨®n pol¨¦mica, la Audiencia de Barcelona ha archivado, esta semana, la causa abierta contra m¨¢s de 50 ediles y exediles que cobraron casi 300.000 euros de la FMC bajo la presidencia de Manuel Bustos. En plena fase de instrucci¨®n, los magistrados ni siquiera han examinado el fondo del asunto ¡ªsi los pagos eran dietas l¨ªcitas o, como sostienen los Mossos, sobresueldos encubiertos¡ª sino que han dado carpetazo con otro argumento: la Federaci¨®n es una entidad de derecho privado y los fondos que maneja tambi¨¦n lo son, aunque su origen sea p¨²blico. ¡°Cuando la FMC ingresa la cuota de cada ayuntamiento para formar parte de ella, el dinero pierde la consideraci¨®n de caudal p¨²blico¡±, se?alan.

?C¨®mo es posible que un capital que nace p¨²blico (de los presupuestos municipales) se transforme en privado como por arte de magia? Para defenderse de las acusaciones, la ACM y la FMC han encargado dict¨¢menes jur¨ªdicos (derecho administrativo, jurisprudencia) que avalan esa tesis. La Fiscal¨ªa se resiste, sin embargo, a aceptar una interpretaci¨®n ¡°formalista¡± y recuerda que las asociaciones ¡°se nutren de fondos p¨²blicos, hacen funciones p¨²blicas y est¨¢n gestionadas por cargos p¨²blicos¡± (los alcaldes).

¡°Si se consagra la idea de que son fondos privados, abrimos la puerta a que se usen para cualquier fin y sin control¡±, protesta Ra¨²l Garc¨ªa Barroso, abogado de la plataforma Sabadell Lliure de Corrupci¨®, acusaci¨®n popular en el caso Mercurio. El letrado pone como ejemplo que Bustos cargara, a la Federaci¨®n, comidas de placer por casi 4.000 euros. O que regalara, a cargos del ente, relojes Calvin Klein de 200 euros cada uno.

En la ACM saben que el dinero puede usarse para fines que nada tienen que ver con los servicios, la formaci¨®n o el asesoramiento prestado a los consistorios. Quienes fueron sus m¨¢ximos responsables de esta entidad ¡ªJosep Maria Matas y Xavier Sol¨¤¡ª esperan juicio por apropiarse de 900.000 euros mediante trabajos ficticios y facturas falsas. El fiscal pide para ellos cinco a?os y medio de c¨¢rcel por malversaci¨®n: sostiene ¡ªy as¨ª lo avala un informe de su Secretar¨ªa T¨¦cnica¡ª que birlaron fondos p¨²blicos. Para curarse en salud, sin embargo, ha planteado una alternativa: si los jueces deciden que son fondos privados (el asunto es pantanoso) bien pueden condenarles por apropiaci¨®n indebida.

¡°Se abre la puerta a que los fondos se usen para cualquier fin¡±, dice un letrado

La esquizofrenia latente se refleja en el auto que pone fin a la investigaci¨®n de las dietas de la Federaci¨®n: la cuota que pagan los consistorios para que defienda sus intereses ante la Generalitat y el Gobierno central (principal ingreso de estas entidades) ¡°es parte inequ¨ªvocamente del fondo p¨²blico del Ayuntamiento¡±. Los magistrados matizan que ¡°podr¨ªa cuestionarse¡± la raz¨®n que ha llevado a cada ayuntamiento a asociarse (de forma voluntaria) y, tambi¨¦n, ¡°el gasto¡± que supone. Admiten incluso que la FMC tiene ¡°apariencia¡± p¨²blica, pero concluyen que la ¡°realidad jur¨ªdica¡± apunta hacia su car¨¢cter privado.

Las defensas de los alcaldes han aportado una bater¨ªa de argumentos jur¨ªdicos. Sostienen que la FMC es ¡°una asociaci¨®n de derecho privado¡± que se rige por la normativa de asociaciones y la Ley de Bases de R¨¦gimen Local. ¡°La FMC no desempe?a funciones p¨²blicas, no ejerce potestades p¨²blicas ni presta servicios p¨²blicos¡± a la luz de esas normas. Es ¡°evidente¡±, a?aden, que los fondos tienen ¡°un origen p¨²blico¡±, pero eso ¡°no es un obst¨¢culo¡± para que ¡°se produzca un efecto jur¨ªdico denominado de transformaci¨®n de tales aportaciones en fondos privados desde el momento en que son ingresados¡±. En un informe del pasado febrero, el Departamento de Gobernaci¨®n tambi¨¦n se?al¨® que las entidades ¡°tienen una funci¨®n de representatividad institucional¡± y apunt¨® que ¡°algunas de sus funciones est¨¢n conectadas con lo p¨²blico¡±, pero todo ello ¡°no altera¡± su naturaleza privada.

El caso es que, al ser privadas, tampoco se someten al escrutinio de una administraci¨®n p¨²blica. ¡°No tienen obligaci¨®n de rendir cuentas de su actividad¡± a la Sindicatura ni al Tribunal de Cuentas, y de hecho no lo hacen. Esa ausencia de fiscalizaci¨®n las ha situado, a menudo, en la opacidad. Ni la FMC ni la ACM han querido dar su opini¨®n sobre este asunto.