Andaluc¨ªa y Catalu?a: ?La nueva alianza?
Si D¨ªaz quiere contribuir a la recuperaci¨®n del socialismo no tiene mejor bandera que levantar la de la Espa?a plural
La victoria de Susana D¨ªaz en las elecciones andaluzas constituye sin duda un ¨¦xito personal indiscutible, que denota que se trata de una pol¨ªtica de raza con un coraje y una intuici¨®n que hay que reconocer. Coraje para tomar la decisi¨®n arriesgada de anticipar las elecciones. Intuici¨®n para captar que era el momento propicio para intentar frenar el deterioro electoral socialista, aprovechar el descr¨¦dito del PP y coger con el pie cambiado la fuerza emergente de Podemos. Gustar¨¢ m¨¢s o menos su estilo o sus propuestas, pero ha mostrado unas virtudes que no son comunes en pol¨ªtica: habilidad, conocimiento a fondo de la coyuntura, c¨¢lculo y ambici¨®n. Mucha ambici¨®n. Tanto personal como pol¨ªtica.
De este modo Susana D¨ªaz se consolida como un valor pol¨ªtico real que hay que tener mucho en cuenta en la pol¨ªtica espa?ola. Por el peso indudable de Andaluc¨ªa en el conjunto espa?ol: la comunidad m¨¢s poblada; la comunidad indispensable en el equilibrio territorial y pol¨ªtico de la Espa?a auton¨®mica; la comunidad con una posici¨®n estrat¨¦gica clave en la dif¨ªcil y compleja relaci¨®n entre las dos orillas del Mediterr¨¢neo... y tambi¨¦n, por el peso incuestionable del PSOE andaluz en el conjunto del socialismo espa?ol, con unas pretensiones de primac¨ªa de delicada y conflictiva gesti¨®n.
La consideraci¨®n realista de la fuerza de Susana D¨ªaz topa con una serie de prejuicios y clich¨¦s instalados que ser¨ªa prudente examinar fr¨ªamente y rigurosamente. Y sin apriorismos, si se quiere hacer un intento serio de an¨¢lisis para pensar, tambi¨¦n, las relaciones entre Catalu?a y Espa?a. ?O no tendr¨ªamos que empezar ya ¨Csin tapujos ni arrogancia¨C a restablecer los puentes entre Catalu?a y Andaluc¨ªa?
Desconozco si Artur Mas ya ha hablado con la nueva presidenta... pero yo no esperar¨ªa mucho a hacer la primera visita... o a invitarla
De entrada, hay que huir del t¨®pico dominante sobre una Andaluc¨ªa vista como una regi¨®n par¨¢sita, con prioridad para las transferencias europeas y de las comunidades espa?olas m¨¢s ricas, incapaz de superar por s¨ª misma sus problemas econ¨®micos y sociales estructurales, instalada en una posici¨®n de victimismo permanente... Es evidente que no pueden negarse los problemas estructurales de la sociedad andaluza, ni tampoco la presencia de un discurso victimista que tiende a eludir la responsabilidad propia, hasta el punto de constituir un verdadero nacionalismo andaluz. Pero tampoco puede negarse el esfuerzo sostenido de superaci¨®n de Andaluc¨ªa y, en particular, el dinamismo de sus ciudades. Desde Sevilla hasta la din¨¢mica M¨¢laga, que se nos presenta como una ciudad de una enorme potencia cultural. La estigmatizaci¨®n de Andaluc¨ªa como regi¨®n atrasada y subvencionada ha sido una contribuci¨®n permanente a la construcci¨®n del discurso nacionalista y populista. ?Nos podemos permitir mantener esta visi¨®n?
Por esa raz¨®n desde Catalu?a se tendr¨ªa que tener una especial sensibilidad para establecer con Andaluc¨ªa unas relaciones de respeto mutuo, condici¨®n necesaria para poder reconstruir el di¨¢logo imprescindible para la convivencia ib¨¦rica. En el punto al que han llegado las cosas puede parecer extempor¨¢neo recordar aquella idea que postulaba el presidente Pasqual Maragall de basar esta convivencia en la solidaridad rec¨ªproca, que garantizara simult¨¢neamente una solidaridad econ¨®mica muy proporcionada y acotada en el tiempo y una solidaridad ling¨¹¨ªstica y cultural que expresara el reconocimiento del Espa?a plural. ?Por qu¨¦ no? ?No tendr¨ªamos que explorar, a fondo, nuevas miradas ¨Cpor qu¨¦ no?¨C, alianzas??? Desconozco si el presidente Artur Mas, por ejemplo, ya ha hablado con la nueva presidenta... pero yo no esperar¨ªa mucho a hacer la primera visita... o a invitarla.
Desde la fuerza que le da su victoria electoral, Susana D¨ªaz tiene la oportunidad de recuperar este discurso, lejos de la tentaci¨®n populista que la llevar¨ªa a hacerse la abanderada de la Espa?a ¨²nica. Si Susana D¨ªaz quiere hacer una contribuci¨®n positiva a la recuperaci¨®n del socialismo espa?ol no tiene ninguna bandera mejor que levantar la de la Espa?a plural, ¨²nica manera que en Catalu?a la palabra del socialismo espa?ol vuelva a ser escuchada. ?Puede esperarse de su coraje y su intuici¨®n una apuesta que ser¨ªa ganadora para la causa del socialismo y la de una Espa?a integradora? No lo s¨¦, pero s¨ª que s¨¦ como de ¨²til ser¨ªa para ella (para sus ambiciones), para Andaluc¨ªa y para su partido. Si el PSOE es visto como un partido solo andaluz no gobernar¨¢ nunca Espa?a. Si con su particular nacionalismo ha ganado las elecciones... con una mirada a la pluralidad nacional espa?ola podr¨ªa ganar las cercanas. Catalu?a y sus liderazgos pol¨ªticos tendr¨ªan que empezar a mirar hacia el sur si quieren continuar so?ando con el norte. Quiz¨¢s ha llegado el tiempo del quid pro quo entre Catalu?a y Andaluc¨ªa.
Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª @antonigr, asesor de comunicaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.