El cura sigue sin barrio en Vigo

Valery Karpin a¨²n era interior derecho cuando se embarc¨® en el proyecto de reconstrucci¨®n del Barrio do Cura de Vigo, un ¨¢mbito muy degradado en pleno centro de la ciudad en el que vio una gran oportunidad inmobiliaria. Eran 23.000 metros cuadrados en pendiente en los que se levantar¨ªan 350 viviendas y un parque de otros 5.000 metros y que, contra la pr¨¢ctica frecuente, no destrozaba la vista a la r¨ªa. Hab¨ªa dinero ¡ªel futbolista hab¨ªa pagado nueve millones a las monjas del asilo para hacerse con la propiedad¡ª y el contexto econ¨®mico invitaba. Pero la idea se estrell¨® reiteradamente contra los obst¨¢culos de la normativa y el estallido de la crisis la dej¨® en un coma indefinido. 12 a?os despu¨¦s, los propietarios siguen negociando con los bancos para revivir el plan.

¡°Seguimos tratando de encontrar una soluci¨®n con los bancos¡±, explica Jos¨¦ Crespo, socio de Karpin desde el inicio, que negocia al l¨ªmite con BBVA y Banco Santander, las principales entidades acreedoras. ¡°Uno se ha dejado una parte muy importante de su vida en este proyecto y esperamos sacarlo adelante. A ver si somos capaces, estamos en la fase final¡±. La etapa definitiva a la que alude Castro implica convencer a los dos bancos para que no ejecuten los m¨²ltiples embargos que constan sobre la propiedad, que rondan los 40 millones de euros. Desde hace meses se vienen fijando fechas para las subastas que las entidades siempre terminan por suspender. El tambi¨¦n exfutbolista del Celta M¨ªchel Salgado, socio de Karpin al 25%, se libr¨® del embargo de un chal¨¦ en una de estas pr¨®rrogas.

El optimismo de Crespo ha sido inquebrantable pero desde hace algo menos de un a?o cuenta con un factor favorable. El Ayuntamiento de Vigo aprob¨® por unanimidad, tras repetidos retrasos, el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para el barrio, que entre otras prescripciones mand¨® salvar la fachada de la iglesia. ¡°Conf¨ªo al 90% en que llegaremos a una soluci¨®n¡±, insiste el empresario. Fuentes de la otra parte en las conversaciones indican que s¨ª, que aunque el tema es delicado las cosas parecen ir por buen camino.

El proyecto aprovechaba la pendiente para que los bloques de hasta siete plantas propuestos no se elevasen m¨¢s que los ya existentes. Reservaba el 30% de las 350 viviendas para promoci¨®n p¨²blica y ampliaba el mirador del Paseo de Alfonso, que desembocar¨ªa en una plaza p¨²blica. Un parque de 5.000 metros cuadrados y un centro comercial de 12.000 completaban el dise?o, a cargo del arquitecto Alfonso Penela, que tuvo que cambiar el proyecto cuando sucesivas exigencias administrativas obligaron a prescindir de un t¨²nel de conexi¨®n, de un lado, y a preservar la fachada del asilo, del otro.

¡°No se trata solo de generar o revitalizar una zona, sino de que aparezca un trozo de ciudad donde la configuraci¨®n de nuevos espacios p¨²blicos genere un punto de encuentro positivo para todos¡±, describe Penela, que incide en que el proyecto pivota en torno a la plaza abierta al mar. ¡°Sigo con ganas de que se haga, tras 11 de a?os de ilusi¨®n, bandazos y tormentas¡±, conf¨ªa.

Con todo, la promoci¨®n ha tenido sus detractores, temerosos de una escalada especulativa. Son ejemplos colectivos locales como Xentrificaci¨®n Vigo, que toma su nombre de la palabra inglesa ¡°gentrification¡± ¡ªse puede traducir aproximadamente como aburguesamiento¡ª empleada ¨²ltimamente para alertar de los efectos perversos de los procesos de rehabilitaci¨®n urbana a expensas del mercado, un fen¨®meno muy extendido en EE UU y cada vez m¨¢s habitual en las urbes europeas. ?reas deprimidas que recuperan lustre a costa de desplazar a los habitantes originales y despojarse del car¨¢cter propio, por el aumento del precio del suelo y la llegada de una nueva hornada de habitantes con h¨¢bitos y necesidades distintas. Iniciativas, como Recuperar os Barrios apuestan, en ese sentido, por consagrar el car¨¢cter semirrural de la zona y potenciar actividades comunitarias tradicionales.