¡°Luchaba por lo que era m¨ªo¡±
Una preferentista octogenaria que usa andador pelea en el juzgado una multa por saltar una valla
¡°Tengo osteoporosis, reumatismo, artrosis en las cervicales... Me acabaron con la vida pero yo luchaba por lo que era m¨ªo, y sigo luchando¡±, relataba ayer a la entrada de los juzgados de lo Contencioso-Administrativo de Pontevedra Domitila Vicente, apoyada en su andador, antes de la vista en la que su abogada trat¨® de probar que una mujer de 81 a?os con problemas para caminar no puede liderar una carga de afectados por las preferentes para colarse en un consistorio vallado y vigilado por la Guardia Civil, por mucho que diga un atestado.
La denuncia policial que la acus¨® por su ¡°agresiva¡± conducta es una de los m¨¢s de 40 que han servido a la Subdelegaci¨®n del Gobierno de Pontevedra para multar a afectados por las preferentes por recriminar demasiado airadamente a los cargos del PP la gesti¨®n de la estafa de las preferentes de las extintas cajas de ahorros gallegas. Los jueces llevan revisando las sanciones una por una desde noviembre y de momento el resultado avala a los recurrentes: 10 sentencias a favor y una en contra. Est¨¢n en juego algo m¨¢s de 20.000 euros que los sancionados han tenido que abonar recurriendo a un fondo com¨²n. Los perjudicados sienten que las multas respondieron a una maniobra pol¨ªtica para acallar las protestas avalada por el subdelegado, Antonio Coello.
De vuelta a Europa
Una representaci¨®n de las plataformas de afectados por las preferentes acudir¨¢ la semana que viene a Bruselas para intervenir ante la comisi¨®n de peticiones del Parlamento Europeo y reclamar que se persiga la comercializaci¨®n de los derivados financieros t¨®xicos en Galicia, que atraparon m¨¢s de 1.800 millones de euros de m¨¢s 70.000 clientes de las extintas entidades Caixa Galicia y Caixanova. La v¨ªa europea es la que queda abierta tras el archivo virtualmente definitivo de la investigaci¨®n judicial, tras la negativa de la Audiencia Nacional a abordarla el a?o pasado.
La actividad de las plataformas de afectados, exceptuando la lucha contra las multas y la b¨²squeda de responsabilidades, se mantiene al ralent¨ª, una vez logrado el objetivo principal de que los ahorradores recuperasen sus fondos. Tras la nacionalizaci¨®n y posterior venta a saldo de Novagalicia Banco, la entidad resultante de la fusi¨®n de las cajas, al grupo venezolano Banesco, su presidente, Juan Carlos Escotet, se comprometi¨® a devolver el dinero bloqueado. Lo hizo en su gran mayor¨ªa, pero los afectados calculan que todav¨ªa quedan bloqueados unos 100 millones de euros, en torno al 6% del montante total, por lo que reclaman una reuni¨®n con Escotet para abordar el reintegro.
La autoridad p¨²blica consider¨® que Domitila Vicente deb¨ªa pagar 100 euros por ¡°alterar la seguridad colectiva y provocar reacciones en el p¨²blico e intentar penetrar hasta el interior del Concello 'del Rosal' en tres ocasiones para provocar la alteraci¨®n del normal funcionamiento del citado concello y comportarse de manera agresiva, arengando a los dem¨¢s participantes de la manifestaci¨®n a entrar por la fuerza¡±. Tambi¨¦n le impuso otros 100 euros por los mismos hechos con la variante a?adida de ¡°desobedecer los mandatos de los agentes¡±.
¡°Estaba ayudando a un se?or a entrar en el coche, arrastrando por ¨¦l, cuando viene un guardia civil y me da un pu?etazo en el pecho¡±, record¨® Domitila ante los medios. ¡°Deb¨ª denunciarlo, fui tonta¡±, lament¨®, tras reiterar que necesita ayuda para desplazarse. ¡°Gracias que me traen, llevo dos a?os con andador pero por lo visto salt¨¦ una valla¡±, ironiz¨®. ¡°Fue algo totalmente insignificante, a¨²n si hubiese hecho alguna tonter¨ªa¡ Pero solo est¨¢bamos fuera, como una familia, tocando la corneta. Y as¨ª nos vienen multando. Todos acusados por el PP¡±, insisti¨®.
La sanci¨®n a la octogenaria forma parte de la tanda de julio de 2013, que los preferentistas empezaron a recibir por las protestas diarias del mes previo en la plaza de O Calvario de O Rosal, frente al Ayuntamiento. Los afectados hab¨ªan sido expulsados recientemente del consistorio tras meses de encierro y unas semanas despu¨¦s comenzaron a recibir multas, tambi¨¦n por infracciones de tr¨¢fico como tocar la bocina a destiempo o llevar mal puesto el cintur¨®n de seguridad. En ning¨²n caso los agentes pidieron la identificaci¨®n en el momento a los multados, que se encontraron con la sorpresa semanas despu¨¦s en el buz¨®n de correos.
El de Domitila Vicente era el primero de los cinco juicios previstos para ayer. Otras tres vistas se refer¨ªan a hechos sucedidos en O Rosal, incluido el de Fernando Asensio, tambi¨¦n aquejado de problemas de movilidad, hasta el punto de acudir a las concentraciones provisto de un taburete. Fernando suele recordar que escap¨® joven de la dictadura y no regres¨® hasta 23 a?os despu¨¦s, muerto Franco. ¡°Estamos volviendo atr¨¢s¡±, concluye. Del resto de sancionados, destaca tambi¨¦n una supuesta agresi¨®n a un vecino en Tui, ratificada en la vista por un agente de polic¨ªa local, pero sin denuncia ni parte de lesiones.
El m¨¢s acribillado por las multas es Xulio Vicente, portavoz principal de los afectados de Baixo Mi?o, que acumula siete, una de ellas ratificada en el juzgado y tres anuladas en resoluciones que en general critican la vaguedad de las denuncias iniciales y la negativa de la Subdelegaci¨®n a aceptar pruebas durante el procedimiento administrativo. As¨ª pas¨® con el historial m¨¦dico de Domitila, al que no se prest¨® atenci¨®n.
¡°Esto no es un pa¨ªs, es un circo¡±, se queja el portavoz de la agrupaci¨®n que m¨¢s beligerante con los gobiernos del PP se mostr¨® en 2012 y 2013, en el apogeo de las protestas. Vicente entiende que si las sentencias contra las multas siguen siendo abrumadoramente favorables a los recurrentes se puede reactivar la investigaci¨®n que la fiscal¨ªa archiv¨® el pasado oto?o al no hallar entonces indicios de irregularidades en las sanciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.