¡°Las asesin¨¦ de manera s¨²bita, imprevista e inesperada¡±
Juan Carlos Aguilar reconoce que mat¨® a dos mujeres en una declaraci¨®n escrita y le¨ªda al inicio del juicio
S¨ª va a declarar y y adem¨¢s va a declararse culpable. Juan Carlos Aguilar, el falso monje shaol¨ªn acaba de despejar las dos inc¨®gnitas iniciales en la vista oral m¨¢s medi¨¢tica de los ¨²ltimos tiempos en Bizkaia, con 119 medios acreditados para cubrir el caso de los asesinatos de Maureen Ada Otuya, nigeriana de 29 a?os y Jenny Sof¨ªa Rebollo, colombiana de 40. En un escrito de alegaciones le¨ªdo en la primera jornada del juicio y antes de que preste declaraci¨®n oral, ha reconocido que asesin¨® a ambas mujeres "de manera s¨²bita, imprevista e inesperada" despu¨¦s de llevarlas a su gimnasio y de atarlas y maltratarlas. Aunque su abogada ya present¨® un escrito en la Audiencia Provincial de Bizkaia, el procesado acaba de reconocerlo ante la sala, eso s¨ª, en un documento le¨ªdo por la secretaria judicial. Aguilar lo ha escuchado con los ojos cerrados.
El falso shaol¨ªn acepta indemnizar a las familias de las v¨ªctimas. Acaba de pedir que se liquiden sus cuentas bancarias y se reparta el dinero entre las dos, descontando el equivalente al salario m¨ªnimo interprofesional para garantizar su subsistencia. Al rechazar el ensa?amiento, y si las acusaciones no demuestran que lo hubo, podr¨ªa eludir el cumplimiento de una pena m¨¢xima de 30 a?os de prisi¨®n y se quedar¨ªan en 25.
Est¨¢ previsto que despu¨¦s de los escritos de las partes, Aguilar preste declaraci¨®n oral y responda a las preguntas de las acusaciones, fiscal y defensa. El juicio puede prolongarse durante tres semanas. Las acusaciones piden entre 40 y 45 a?os de prisi¨®n e indemnizaciones que se acercan a los 300.000 euros.
Los antecedentes del caso
Juan Carlos Aguilar fue detenido el 2 de junio de 2013 y encarcelado d¨ªas despu¨¦s como presunto autor de las torturas y las muertes de las dos mujeres, as¨ª como del despedazamiento de la ciudadana colombiana. Fue arrestado por la Ertzaintza en el gimnasio que regentaba en el centro de Bilbao, denominado Zen 4, despu¨¦s de que un agente de este cuerpo rescatara de su interior a la joven nigeriana Ada Otuya, a quien hallaron maniatada y amordazada, y en estado de extrema gravedad despu¨¦s de haber sufrido una brutal paliza.
La mujer, de 29 a?os y que ejerc¨ªa la prostituci¨®n, qued¨® ingresada en coma en el Hospital de Basurto, donde falleci¨® tres d¨ªas despu¨¦s. Tras su arresto, Aguilar confes¨® tambi¨¦n haber matado a otra mujer, la colombiana de 40 a?os Jenny Sof¨ªa Rebollo. Restos de su cad¨¢ver descuartizado fueron localizados en el gimnasio.
En el escrito de calificaciones provisionales, la Fiscal¨ªa califica estos hechos como dos asesinatos con alevos¨ªa, por los que pide 20 a?os de c¨¢rcel por cada uno, adem¨¢s del pago de m¨¢s de 286.000 euros de indemnizaci¨®n a las familias de las v¨ªctimas.
La acusaci¨®n popular, ejercida por la Asociaci¨®n Clara Campoamor, y las acusaciones particulares, que representan a los parientes de las dos mujeres, elevan la petici¨®n de penas hasta los 45 a?os, al entender que en el caso de Ada Otuya, el falso monje actu¨® adem¨¢s con ensa?amiento.
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