J¨®venes superh¨¦roes enjaulados
Cinco adolescentes protagonizan una pieza teatral sobre ¡°una generaci¨®n dormida¡±
Cinco adolescentes se encuentran encerrados en un habit¨¢culo. Podr¨ªa ser un piso compartido de estudiantes cualquiera, pero el apartamento no tiene nada de t¨ªpico: Para empezar, no hay ventanas. Adem¨¢s, la puerta est¨¢ blindada y por si no fuese suficiente cuenta con muchos cerrojos. Parece que es imposible escapar. Los chicos est¨¢n atrapados. De hecho, nunca, en toda su vida, han salido al exterior. Justo cuando est¨¢n cumpliendo la mayor¨ªa de edad, la sensaci¨®n que les produce esta clausura interminable domina el inicio de Utilidad programada, que se estrena hoy en el Teatro Tantarantana, de Barcelona.
En la obra los adolescentes solo reciben la visita espor¨¢dica de una tutora. Ella les llena la nevera, educa y vigila siempre, en un gui?o a 1984, de George Orwell. Sin embargo, los p¨²beres enjaulados empiezan a hacerse preguntas. Su porvenir cambia cuando un d¨ªa descubren que, en realidad, son hijos ileg¨ªtimos de superh¨¦roes de c¨®mic. ¡°Son el resultado de relaciones incestuosas y la censura del c¨®mic les apart¨® para no manchar su reputaci¨®n¡±, cuenta el dramaturgo Marc Rosich, autor de la obra, interpretada por actores de entre 18 y 23 a?os. Son L¨ªdia Casanova, J¨²lia Molins, Cristina L¨®pez, I?aki Mur, Maria Salarich y Mario Silva.
El joven reparto forma parte de la compa?¨ªa Hydra, una agrupaci¨®n surgida al calor de la escuela de teatro musical Memory. La directora del espect¨¢culo, M¨ªriam Escurriola, es su antigua profesora, y este constituye el tercer montaje que suben al escenario. Para la ocasi¨®n han invitado a la actriz M¨ªriam Alamany, quien ejerce de carcelera. Utilidad programada est¨¢ concebida, seg¨²n Rosich, como una f¨¢bula, una ¡°comedia fresca¡±, en la que, a pesar del alocado argumento lanzan afilados comentarios para intentar no apartar al espectador del objetivo final de la obra: Realizar una ¡°gran cr¨ªtica de la sociedad actual¡±, narra el dramaturgo.
La anormal cotidianidad a la que los adolescentes se han visto sometidos estalla cuando tienen noticias del otro lado de la pared. Un antiguo l¨ªder logr¨® zafarse de la tutora y les cuela mensajes: ¡°Despertad, imb¨¦ciles¡±, dice una de las notas que les hace llegar. Y, de repente, todos los electrodom¨¦sticos del apartamento empiezan a estropearse, uno tras otro. Resulta que los chicos enjaulados tambi¨¦n tienen superpoderes.
¡°No hay ara?as trepando del techo ni supermanes voladores. Pero pueden hacer estallar palomitas con las manos¡±, aclara Rosich. Con todas estas se?ales Utilidad programada pretende trazar una alegor¨ªa para hacer que el p¨²blico aborde los problemas de un mundo que, en opini¨®n de la compa?¨ªa Hydra, se va rompiendo en las manos de los ciudadanos. Cada palabra del espect¨¢culo, en cartel hasta el 17 de mayo, tiene un doble significado. ¡°[Los pol¨ªticos] quieren que solo nos preocupemos de pagar la hipoteca y ver la televisi¨®n. Los personajes son una generaci¨®n dormida porque el mundo los quiere narcotizados. La obra es el relato del despertar de un gran enga?o¡±, reflexiona Rosich.
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